2. En el Barroco y el Renacimiento
europeo son numerosos los testimonios que
acreditan la predilección de los poderosos por
personas con malformaciones o discapacidades
llamativas.
Asalariados en las cortes, exhibidos
como especímenes de colección, utilizados de
forma intolerable a nuestros modernos ojos,
muchos de ellos pasaron a la posteridad
retratados por los mejores pinceles de la época.