La vida moderna se siente como vivir sobre un precipicio, donde un solo paso en falso podría tener consecuencias desastrosas para nuestra salud mental, nuestras relaciones y nuestra estabilidad financiera. Sin embargo, enfocándonos en lo que podemos controlar, como cultivar relaciones significativas y practicar la gratitud, podemos construir una sensación de seguridad interna que no dependa de factores externos.