El taller de cosas para la cabeza fue un éxito y contó con la participación de Ana, Johanna y Sara. A pesar de los nervios y la inquietud inicial, el taller resultó ser una experiencia entusiasmante y de complicidad para las participantes. Como conclusión, cambiarían el material para las gafas, mejorarían las máscaras para que llamaran más la atención y forrarían las mesas de trabajo.