SlideShare una empresa de Scribd logo
1 de 6
Descargar para leer sin conexión
Universidad del valle palmira
Desarrollo del mundo de las ideas y el mito PLATON
Presentado por:
Fabian Andres Ramirez Velasco
Presentado a:
Alvaro Duran
Asignatura:
La Formación del Pensamiento Moderno
Noviembre, 17 2010
Teoría de las ideas
La teoría de las Formas o teoría de las Ideas (ε δος) es uno de los principales aspectosἶ
de la filosofía platónica, es, en realidad, su núcleo. Procede de una división entre un
mundo de cosas visibles, materiales (mundo sensible) y otro que no se puede percibir por
medio de los sentidos (mundo inteligible) donde habitan las Ideas. El autor contempla
dichas Ideas como la estructura, los modelos a partir de los cuales se basan las cosas
físicas, que no son más que copias imperfectas de aquellas.
Para Platón en el mundo de las Formas no existe la dualidad y el cambio; es el mundo de
lo que realmente es (τ ν,ὸ ὄ Fedón 78d). En oposición a éste nos encontramos el mundo
sensible, o realidad aparente, la cual es reflejo del primero y en el cual nos hallamos, que
no es; sin embargo tiene algo de real por su participación en lo inteligible. De este modo
Platón acaba con la antinomia de Heráclito y Parménides (o problema de lo Uno y lo
Múltiple) pues las cosas cambian en el mundo material y son inmutables y eternas en el
inteligible.
Desarrollo Filosófico
Las Formas son conceptos, inteligibles, inmutables, individuales y eternos: son, por tanto
los verdaderos seres. Además son causa del mundo sensible. Los entes sensibles
(materiales) no son sino reflejos de las Formas.
En la alegoría de la caverna, Platón establece la distinción entre dichos mundos:
• En el mundo sensible nos encontramos en primer lugar las imágenes de los
objetos, a las cuales llegamos a través de nuestra imaginación y de nuestra
memoria. A los objetos sensibles, en cambio, llegamos a través de los sentidos y
con ayuda de una mejor iluminación, pero siguen siendo sombras. Por tanto las
imágenes como los objetos no producen un conocimiento certero y seguro (ciencia
o Episteme) sino opinión o Doxa.
• Superando el mundo sensible (Teología Trascendente) nos encontramos con el
mundo inteligible, el mundo de las ideas. Las ideas son objeto de conocimiento de
la ciencia suprema: la Dialéctica, mientras que las matemáticas y otros saberes
(astronomía, música, geometría) son objeto de conocimiento de la razón discursiva
(en griego, diánoia).
En conclusión, la física (ciencia que estudia la naturaleza (φύσις)) no sería ciencia puesto
que no tiene por objeto de conocimiento las Formas, y se mueve en un ámbito inseguro
(como se indica diversas veces en el Timeo). Por otra parte nos encontramos a las
Matemáticas (y otras ciencias afines) y a la Dialéctica, consideradas por Platón como
conocimiento cierto y seguro, destacando a la dialéctica dado que en un sentido estricto
es la ciencia suprema pues alcanza la comprensión del principio incondicionado o
absoluto (las matemáticas nos darían hipótesis y preparan nuestra mente para la
dialéctica)
Las Formas aparecen jerarquizadas y en la cima de todas ellas nos encontramos a la
Forma del Bien, fuente de ser y de verdad de todas las demás Formas. Las Formas o
ideas se relacionan entre sí de un modo complejo, y no es fácil captar esas relaciones,
como se explica en el diálogo que lleva como título Sofista. Después de la Idea de Bien
tenemos la de la Belleza y la Justicia, todos los conceptos éticos, los matemáticos y, por
último las ideas de los seres materiales.
Mitos platónicos
Actualmente la humanidad sabe de la Atlántida gracias a Platón, filósofo griego que
escribió en el año 350 A.C, unas obras llamadas Diálogos, donde trataba de explicar la
concepción del mundo. En sus diálogos “Critias” y “Timeo” escribe por primera vez de la
Atlántida, una gran isla-continente que desapareció en un día debido a una catástrofe
natural. Hoy, el libro “La Atlántida: el mito descifrado”, señala el lugar exacto donde
estuvo, sus reales características y su gigantesca herencia cultural, que se prolonga hasta
el día de hoy.
La fuente informativa que usó Platón para hacer sus escritos sobre la Atlántida fue la
investigación del historiador griego Solón, que vivió hacia el 500 antes de la era
común, quien habría escuchado en la ciudad Egipcia de Sais, un relato sobre la
desaparición de una isla. Este historiador y político, escribió luego una obra que
pensaba en transformar en una epopeya como “La Iliada”, adaptando los nombres y
lugares que le mencionaron los egipcios a nombre y lugares conocidos por los
griegos.
En términos esenciales, los sabios egipcios le transmitieron a Solón lo siguiente:
Nueve mil quinientos años antes de Solón, hubo una civilización denominaba
Atlántida, cuyo centro era una isla, que esta era dirigida por 10 reyes, que era mayor
que Libia y Asia juntas, y que después, cuando supuestamente fue hundida por un
terremoto, se convirtió en una infranqueable barrera que impedía a los viajeros
cruzar el océano que estaba más allá. Según estos sacerdotes, esta civilización se
había generado cuando los dioses se repartieron la tierra, correspondiéndose a
Poseidón, dios del mar, el gobierno sobre la isla de la Atlántida. En medio de la isla,
cercana al mar existía la llanura más fértil y bella de las llanuras.
Junto a ésta, en el centro de la isla, había una montaña. En ella habitaba Evenor
junto con su esposa Leucipe y su única hija Cleito. Poseidón se enamoró de Cleito y
tuvo trato carnal con ella. El dios hundió el suelo y aisló la colina donde ella vivía,
creando zonas alternas de mar y tierra; había dos de tierra y tres de agua,
dispuestas concéntricamente al centro de la isla. Hizo brotar dos manantiales, uno
de agua caliente y otro de agua fría, e hizo que crecieran de la tierra toda clase de
alimentos en abundancia. Cleito dio a luz a cinco parejas de gemelos varones.
El dios dividió la isla en diez partes, dándole al primogénito de la primera pareja la
casa de su madre y los terrenos circundantes, y le hizo rey por encima de los
demás.
A los otros los hizo príncipes y les dio un gran territorio. Les puso nombres; al mayor
le llamó Atlas y por él la isla y todo el mar que lo circundaba se llamó Atlántico. Los
hijos de Poseidón fundaron en la isla dinastías reales, presididas por los
descendientes de Atlas.
El imperio de los atlantes se extendió hasta Egipto y Tirrena. La isla producía la
mayor parte de lo que requerían para los usos de la vida, comenzando por el
oricalco, metal sólido y fusible que ahora es sólo conocido por el nombre. Por
entonces existían muchos yacimientos en la isla, y era lo más preciado después del
oro. Había abundante madera para los carpinteros y suficiente sustento para los
animales, tanto domésticos como salvajes. También había en la isla manadas de
elefantes.
También todas las cosas fragantes que ahora hay en la tierra, ya sean raíces,
maderas, hierbas o esencias de flores y frutos. Había también toda clase de fruto
que admitiera cultivo, desde legumbres y frutos de cáscara dura que permiten hacer
bebidas y ungüentos como castañas y frutos parecidos.
Utilizando todas estas riquezas de su suelo los habitantes construyeron templos,
dársenas y puertos, y dispusieron todo el país de la siguiente manera: Empezaron
por tender puentes sobre los fosos circulares que llenaba el mar y rodeaban a la
antigua metrópoli, poniendo en comunicación el palacio real con el centro de la isla.
Desde el mar abrieron un canal de tres arpentos de ancho, cien pies de profundidad
y cincuenta estadios de extensión que iba hasta el recinto exterior, y lo utilizaron
como un puerto, disponiendo la embocadura de modo que las naves más grandes
pudieran entrar sin dificultad.
En las franjas de tierra que separaban las zonas de mar abrieron canales lo
suficientemente anchos para que pasara una sola trirreme cada vez, y como de cada
una de estas zanjas los diques se levantaban a bastante altura, unieron los bordes
con techumbre, de modo que las naves cruzaban a cubierto.
Cada anillo de tierra lo rodearon de un muro de piedra, colocando torres y puertas
en los puentes y a la entrada de las bóvedas de los canales. La piedra que usaban
era blanca, negra y roja. Algunos edificios eran sencillos, pero otros eran de diversos
colores, combinados para agradar a la vista. El muro exterior estaba cubierto por
una capa de bronce, el siguiente de estaño, y el tercero de oricalco. Los palacios de
la ciudadela estaban construidos de la siguiente manera: En el centro, un templo
sagrado dedicado a Cleito y Poseidón, inaccesible y rodeado por un recinto de oro.
Aquí estaba el templo de Poseidón, de un estadio de longitud y medio de ancho. El
exterior del templo estaba recubierto de plata, y los pináculos de oro. En el interior, el
techo era de marfil labrado con oro, plata y oricalco, y el resto, muros suelos y
columnas, estaban recubiertos de oricalco.
En el templo estaban un altar de gran tamaño y maestría, de tal tamaño que con la
cabeza alcanzaba al techo del edificio, y en torno a él, nereidas cabalgando en
delfines. Junto a las fuentes de agua fría y caliente edificaron jardines, edificios y
piscinas, unas abiertas y otras techadas, para ser utilizadas en invierno. De allí
salían acueductos que llevaban el agua al resto de los anillos. En los demás anillos
había jardines y lugares para hacer ejercicio. En el mayor de los anillos había una
pista para carreras de caballos, de una longitud que podía dar la vuelta a la isla.
También había casas, la mayoría para los guardias. Los muelles estaban llenos de
trirremes. Ya fuera de la ciudadela, alrededor del canal que conducía al mar, había
multitud de viviendas, y el canal estaba lleno de buques mercaderes. Respecto al
resto de la isla, la llanura era suave y alargada, extendiéndose tres mil estadios.
Estaba rodeada de montañas, famosas por su tamaño y belleza.
También había ríos, lagos y prados con abundante pasto, y bosques con abundante
madera. La llanura estaba surcada por enormes zanjas con agua por las que se
transportaba la madera de la montaña y los frutos del campo a la ciudad. Cada
porción de la llanura tenía un jefe. El jefe tenía que proporcionar para la guerra la
sexta parte de un carro de combate, y con esto se llegaba a un total de diez mil
carros. También tenía que proporcionar caballos, un jinete, dos soldados armados,
dos arqueros, dos lanzadores de piedras y tres de jabalina, y cuatro marineros para
formar la tripulación de mil doscientos barcos. Cada uno de los diez reyes tenía el
absoluto control de los ciudadanos y de las leyes en su ciudad y distrito. Sin
embargo, el orden de precedencia entre ellos y sus relaciones mutuas estaba
regulado por los mandamientos de Poseidón, que la ley transmitía.
Estaban inscritos por los primeros reyes sobre una columna de oricalco situada en
medio de la isla, donde, cada cinco o seis años alternadamente, se reunían para
consultarse averiguar si alguno transgredía la ley y celebrar juicio. Se comprometían
entre ellos de la siguiente manera: Había toros que pacían en el templo. Los diez
reyes, solos en el templo, después de rezar sus oraciones para que el dios aceptara
el sacrificio, capturaban a un toro no con armas, sino con estacas y lazos. Al toro
que cogían lo llevaban a una columna donde estaba escrita la ley y le cortaban el
cuello sobre ella, de modo que cayera la sangre sobre la inscripción sagrada. Tras
esto, quemaban los miembros del animal ya muerto, llenaban un vaso de vino y
echaban un coágulo de sangre por cada uno de ellos. Posteriormente, quemaban al
resto de la víctima y purificaban la columna. Bebían de la vasija vertiendo el
contenido en copas de oro y juraban actuar conforme a las leyes de su padre.
Después de haber cenado, cuando oscurecía y el fuego del sacrificio se había
apagado, se ponían unos mantos azules, se sentaban en el suelo y celebraban el
juicio.
Tras éste, se escribían las sentencias dictadas sobre una tablilla dorada y la
consagraban con sus mantos. Había muchas leyes, pero la más importante de ellas
era la siguiente: No debían acudir a las armas uno contra otro, y debían prestarse
ayuda mutua. Debían deliberar juntos sobre asuntos importantes y dejar el mando
supremo a los descendientes de Atlas. Durante muchas generaciones, mientras les
duró la naturaleza divina, obedecieron las leyes. Unían la amabilidad con la
sabiduría, despreciaban lo que no fuera virtud y no daban importancia a la posesión
de riquezas. Pero con el paso del tiempo la esencia divina se fue diluyendo en la
humana, y su naturaleza mortal se impuso.
Según Platón esta civilización comenzó 9.500 años antes de su época, y su
gobierno se extendía aproximadamente por 2 mil kilómetros de ancho. Luego, antes
de la catástrofe final, esta civilización se enfrentó con los griegos, que eran dirigidos
por su diosa Atenea, venciéndoos gracias a que el desastre natural hizo desaparecer
a toda la isla.
Hasta hoy la gran pregunta que se hacían aquellos que han estudiado el tema es
¿dónde se encontraba la Atlántida? Muchos estudiosos aseguran que el continente
de la Atlántida se ubicaba en el océano Atlántico, en la zona extendida entre la costa
sur-oeste de Europa y el mar Caribe. Sin embargo hasta hoy, había muchas teorías
sobre su real ubicación, generalmente sustentadas en un par de antecedentes, pero
que eran incapaces de aportar las pruebas suficientes, que si aporta esta nueva y
sólida teoría.

Más contenido relacionado

La actualidad más candente

La actualidad más candente (18)

Teogonía01 zaraya.
Teogonía01 zaraya.Teogonía01 zaraya.
Teogonía01 zaraya.
 
Tema 1 Presocraticos
Tema 1 PresocraticosTema 1 Presocraticos
Tema 1 Presocraticos
 
El origen de los dioses
El origen de los diosesEl origen de los dioses
El origen de los dioses
 
Mitos de la creación
Mitos de la creaciónMitos de la creación
Mitos de la creación
 
Los Cíclopes
Los CíclopesLos Cíclopes
Los Cíclopes
 
Teogonia
TeogoniaTeogonia
Teogonia
 
Pirámides.
Pirámides.Pirámides.
Pirámides.
 
Teogonía
TeogoníaTeogonía
Teogonía
 
regiones
regionesregiones
regiones
 
100 inventos de la historia
100 inventos de la historia 100 inventos de la historia
100 inventos de la historia
 
Presocraticos
PresocraticosPresocraticos
Presocraticos
 
Los dioses griegos
Los dioses griegosLos dioses griegos
Los dioses griegos
 
Presocraticos
PresocraticosPresocraticos
Presocraticos
 
La ciudad perdida de herakleion
La ciudad perdida de herakleionLa ciudad perdida de herakleion
La ciudad perdida de herakleion
 
Grecia Antigua
Grecia AntiguaGrecia Antigua
Grecia Antigua
 
Mitología
MitologíaMitología
Mitología
 
Tutankamon
TutankamonTutankamon
Tutankamon
 
La ciudad perdida de Herakleion
La ciudad perdida de HerakleionLa ciudad perdida de Herakleion
La ciudad perdida de Herakleion
 

Similar a Trabajo

Las Tablas Esmeralda de Thoth.
Las Tablas Esmeralda de Thoth.Las Tablas Esmeralda de Thoth.
Las Tablas Esmeralda de Thoth.FRANCISCO MUÑOZ
 
Las tablasesmeraldadethothelatlanteprefacio
Las tablasesmeraldadethothelatlanteprefacioLas tablasesmeraldadethothelatlanteprefacio
Las tablasesmeraldadethothelatlanteprefacioSmrlda
 
Ciencia antigua exposicion
Ciencia antigua exposicionCiencia antigua exposicion
Ciencia antigua exposicionLuis Hernandez
 
La atlantida alexander habsburgo deschamps (2018)
La atlantida      alexander habsburgo deschamps (2018)La atlantida      alexander habsburgo deschamps (2018)
La atlantida alexander habsburgo deschamps (2018)Alexander Habsbourg
 
La atlántida desvelada.dot001
La atlántida desvelada.dot001La atlántida desvelada.dot001
La atlántida desvelada.dot001Marcos Neumann
 
(Con anotaciones) En busca de la Física
(Con anotaciones) En busca de la Física(Con anotaciones) En busca de la Física
(Con anotaciones) En busca de la FísicaFernando Salamero
 
Tema 1 El origen del universo y de los dioses
Tema 1 El origen del universo y de los diosesTema 1 El origen del universo y de los dioses
Tema 1 El origen del universo y de los diosesenpadi
 
Ensayo filosofía de la ciencia desde la grecia antigua hasta el medioevo
Ensayo filosofía de la ciencia desde la grecia antigua hasta el medioevoEnsayo filosofía de la ciencia desde la grecia antigua hasta el medioevo
Ensayo filosofía de la ciencia desde la grecia antigua hasta el medioevoLibis Valdez
 
Ensayo filosofía de la ciencia desde la grecia antigua hasta el medioevo
Ensayo filosofía de la ciencia desde la grecia antigua hasta el medioevoEnsayo filosofía de la ciencia desde la grecia antigua hasta el medioevo
Ensayo filosofía de la ciencia desde la grecia antigua hasta el medioevoLibis Valdez
 
Filosofia cosmologica correcxta (2)
Filosofia cosmologica correcxta (2)Filosofia cosmologica correcxta (2)
Filosofia cosmologica correcxta (2)Yanett Mayorga
 
Conocimiento silencioso
Conocimiento silenciosoConocimiento silencioso
Conocimiento silenciosolhkaber
 
Conocimiento silencioso
Conocimiento silenciosoConocimiento silencioso
Conocimiento silenciosokhiny
 
Conocimiento silencioso
Conocimiento silenciosoConocimiento silencioso
Conocimiento silenciosoRamon Ruiz
 

Similar a Trabajo (20)

Las tablas esmeralda de thoth el atlante
Las tablas esmeralda de thoth el atlanteLas tablas esmeralda de thoth el atlante
Las tablas esmeralda de thoth el atlante
 
Las Tablas Esmeralda de Thoth.
Las Tablas Esmeralda de Thoth.Las Tablas Esmeralda de Thoth.
Las Tablas Esmeralda de Thoth.
 
Las tablasesmeraldadethothelatlanteprefacio
Las tablasesmeraldadethothelatlanteprefacioLas tablasesmeraldadethothelatlanteprefacio
Las tablasesmeraldadethothelatlanteprefacio
 
Exposicion
ExposicionExposicion
Exposicion
 
Ciencia antigua
Ciencia antiguaCiencia antigua
Ciencia antigua
 
Ciencia antigua exposicion
Ciencia antigua exposicionCiencia antigua exposicion
Ciencia antigua exposicion
 
La atlantida alexander habsburgo deschamps (2018)
La atlantida      alexander habsburgo deschamps (2018)La atlantida      alexander habsburgo deschamps (2018)
La atlantida alexander habsburgo deschamps (2018)
 
La atlántida desvelada.dot001
La atlántida desvelada.dot001La atlántida desvelada.dot001
La atlántida desvelada.dot001
 
(Con anotaciones) En busca de la Física
(Con anotaciones) En busca de la Física(Con anotaciones) En busca de la Física
(Con anotaciones) En busca de la Física
 
El sol sideral
El sol sideralEl sol sideral
El sol sideral
 
Tema 2 los cientificos jonios
Tema 2  los cientificos joniosTema 2  los cientificos jonios
Tema 2 los cientificos jonios
 
La atlántida de platón
La atlántida de platónLa atlántida de platón
La atlántida de platón
 
Griegos : Edad de hierro
Griegos : Edad de hierroGriegos : Edad de hierro
Griegos : Edad de hierro
 
Tema 1 El origen del universo y de los dioses
Tema 1 El origen del universo y de los diosesTema 1 El origen del universo y de los dioses
Tema 1 El origen del universo y de los dioses
 
Ensayo filosofía de la ciencia desde la grecia antigua hasta el medioevo
Ensayo filosofía de la ciencia desde la grecia antigua hasta el medioevoEnsayo filosofía de la ciencia desde la grecia antigua hasta el medioevo
Ensayo filosofía de la ciencia desde la grecia antigua hasta el medioevo
 
Ensayo filosofía de la ciencia desde la grecia antigua hasta el medioevo
Ensayo filosofía de la ciencia desde la grecia antigua hasta el medioevoEnsayo filosofía de la ciencia desde la grecia antigua hasta el medioevo
Ensayo filosofía de la ciencia desde la grecia antigua hasta el medioevo
 
Filosofia cosmologica correcxta (2)
Filosofia cosmologica correcxta (2)Filosofia cosmologica correcxta (2)
Filosofia cosmologica correcxta (2)
 
Conocimiento silencioso
Conocimiento silenciosoConocimiento silencioso
Conocimiento silencioso
 
Conocimiento silencioso
Conocimiento silenciosoConocimiento silencioso
Conocimiento silencioso
 
Conocimiento silencioso
Conocimiento silenciosoConocimiento silencioso
Conocimiento silencioso
 

Trabajo

  • 1. Universidad del valle palmira Desarrollo del mundo de las ideas y el mito PLATON Presentado por: Fabian Andres Ramirez Velasco Presentado a: Alvaro Duran Asignatura: La Formación del Pensamiento Moderno Noviembre, 17 2010
  • 2. Teoría de las ideas La teoría de las Formas o teoría de las Ideas (ε δος) es uno de los principales aspectosἶ de la filosofía platónica, es, en realidad, su núcleo. Procede de una división entre un mundo de cosas visibles, materiales (mundo sensible) y otro que no se puede percibir por medio de los sentidos (mundo inteligible) donde habitan las Ideas. El autor contempla dichas Ideas como la estructura, los modelos a partir de los cuales se basan las cosas físicas, que no son más que copias imperfectas de aquellas. Para Platón en el mundo de las Formas no existe la dualidad y el cambio; es el mundo de lo que realmente es (τ ν,ὸ ὄ Fedón 78d). En oposición a éste nos encontramos el mundo sensible, o realidad aparente, la cual es reflejo del primero y en el cual nos hallamos, que no es; sin embargo tiene algo de real por su participación en lo inteligible. De este modo Platón acaba con la antinomia de Heráclito y Parménides (o problema de lo Uno y lo Múltiple) pues las cosas cambian en el mundo material y son inmutables y eternas en el inteligible. Desarrollo Filosófico Las Formas son conceptos, inteligibles, inmutables, individuales y eternos: son, por tanto los verdaderos seres. Además son causa del mundo sensible. Los entes sensibles (materiales) no son sino reflejos de las Formas. En la alegoría de la caverna, Platón establece la distinción entre dichos mundos: • En el mundo sensible nos encontramos en primer lugar las imágenes de los objetos, a las cuales llegamos a través de nuestra imaginación y de nuestra memoria. A los objetos sensibles, en cambio, llegamos a través de los sentidos y con ayuda de una mejor iluminación, pero siguen siendo sombras. Por tanto las imágenes como los objetos no producen un conocimiento certero y seguro (ciencia o Episteme) sino opinión o Doxa. • Superando el mundo sensible (Teología Trascendente) nos encontramos con el mundo inteligible, el mundo de las ideas. Las ideas son objeto de conocimiento de la ciencia suprema: la Dialéctica, mientras que las matemáticas y otros saberes (astronomía, música, geometría) son objeto de conocimiento de la razón discursiva (en griego, diánoia). En conclusión, la física (ciencia que estudia la naturaleza (φύσις)) no sería ciencia puesto
  • 3. que no tiene por objeto de conocimiento las Formas, y se mueve en un ámbito inseguro (como se indica diversas veces en el Timeo). Por otra parte nos encontramos a las Matemáticas (y otras ciencias afines) y a la Dialéctica, consideradas por Platón como conocimiento cierto y seguro, destacando a la dialéctica dado que en un sentido estricto es la ciencia suprema pues alcanza la comprensión del principio incondicionado o absoluto (las matemáticas nos darían hipótesis y preparan nuestra mente para la dialéctica) Las Formas aparecen jerarquizadas y en la cima de todas ellas nos encontramos a la Forma del Bien, fuente de ser y de verdad de todas las demás Formas. Las Formas o ideas se relacionan entre sí de un modo complejo, y no es fácil captar esas relaciones, como se explica en el diálogo que lleva como título Sofista. Después de la Idea de Bien tenemos la de la Belleza y la Justicia, todos los conceptos éticos, los matemáticos y, por último las ideas de los seres materiales. Mitos platónicos Actualmente la humanidad sabe de la Atlántida gracias a Platón, filósofo griego que escribió en el año 350 A.C, unas obras llamadas Diálogos, donde trataba de explicar la concepción del mundo. En sus diálogos “Critias” y “Timeo” escribe por primera vez de la Atlántida, una gran isla-continente que desapareció en un día debido a una catástrofe natural. Hoy, el libro “La Atlántida: el mito descifrado”, señala el lugar exacto donde estuvo, sus reales características y su gigantesca herencia cultural, que se prolonga hasta el día de hoy. La fuente informativa que usó Platón para hacer sus escritos sobre la Atlántida fue la investigación del historiador griego Solón, que vivió hacia el 500 antes de la era común, quien habría escuchado en la ciudad Egipcia de Sais, un relato sobre la desaparición de una isla. Este historiador y político, escribió luego una obra que pensaba en transformar en una epopeya como “La Iliada”, adaptando los nombres y lugares que le mencionaron los egipcios a nombre y lugares conocidos por los griegos. En términos esenciales, los sabios egipcios le transmitieron a Solón lo siguiente: Nueve mil quinientos años antes de Solón, hubo una civilización denominaba Atlántida, cuyo centro era una isla, que esta era dirigida por 10 reyes, que era mayor que Libia y Asia juntas, y que después, cuando supuestamente fue hundida por un terremoto, se convirtió en una infranqueable barrera que impedía a los viajeros cruzar el océano que estaba más allá. Según estos sacerdotes, esta civilización se había generado cuando los dioses se repartieron la tierra, correspondiéndose a Poseidón, dios del mar, el gobierno sobre la isla de la Atlántida. En medio de la isla,
  • 4. cercana al mar existía la llanura más fértil y bella de las llanuras. Junto a ésta, en el centro de la isla, había una montaña. En ella habitaba Evenor junto con su esposa Leucipe y su única hija Cleito. Poseidón se enamoró de Cleito y tuvo trato carnal con ella. El dios hundió el suelo y aisló la colina donde ella vivía, creando zonas alternas de mar y tierra; había dos de tierra y tres de agua, dispuestas concéntricamente al centro de la isla. Hizo brotar dos manantiales, uno de agua caliente y otro de agua fría, e hizo que crecieran de la tierra toda clase de alimentos en abundancia. Cleito dio a luz a cinco parejas de gemelos varones. El dios dividió la isla en diez partes, dándole al primogénito de la primera pareja la casa de su madre y los terrenos circundantes, y le hizo rey por encima de los demás. A los otros los hizo príncipes y les dio un gran territorio. Les puso nombres; al mayor le llamó Atlas y por él la isla y todo el mar que lo circundaba se llamó Atlántico. Los hijos de Poseidón fundaron en la isla dinastías reales, presididas por los descendientes de Atlas. El imperio de los atlantes se extendió hasta Egipto y Tirrena. La isla producía la mayor parte de lo que requerían para los usos de la vida, comenzando por el oricalco, metal sólido y fusible que ahora es sólo conocido por el nombre. Por entonces existían muchos yacimientos en la isla, y era lo más preciado después del oro. Había abundante madera para los carpinteros y suficiente sustento para los animales, tanto domésticos como salvajes. También había en la isla manadas de elefantes. También todas las cosas fragantes que ahora hay en la tierra, ya sean raíces, maderas, hierbas o esencias de flores y frutos. Había también toda clase de fruto que admitiera cultivo, desde legumbres y frutos de cáscara dura que permiten hacer bebidas y ungüentos como castañas y frutos parecidos. Utilizando todas estas riquezas de su suelo los habitantes construyeron templos, dársenas y puertos, y dispusieron todo el país de la siguiente manera: Empezaron por tender puentes sobre los fosos circulares que llenaba el mar y rodeaban a la antigua metrópoli, poniendo en comunicación el palacio real con el centro de la isla. Desde el mar abrieron un canal de tres arpentos de ancho, cien pies de profundidad y cincuenta estadios de extensión que iba hasta el recinto exterior, y lo utilizaron como un puerto, disponiendo la embocadura de modo que las naves más grandes pudieran entrar sin dificultad. En las franjas de tierra que separaban las zonas de mar abrieron canales lo
  • 5. suficientemente anchos para que pasara una sola trirreme cada vez, y como de cada una de estas zanjas los diques se levantaban a bastante altura, unieron los bordes con techumbre, de modo que las naves cruzaban a cubierto. Cada anillo de tierra lo rodearon de un muro de piedra, colocando torres y puertas en los puentes y a la entrada de las bóvedas de los canales. La piedra que usaban era blanca, negra y roja. Algunos edificios eran sencillos, pero otros eran de diversos colores, combinados para agradar a la vista. El muro exterior estaba cubierto por una capa de bronce, el siguiente de estaño, y el tercero de oricalco. Los palacios de la ciudadela estaban construidos de la siguiente manera: En el centro, un templo sagrado dedicado a Cleito y Poseidón, inaccesible y rodeado por un recinto de oro. Aquí estaba el templo de Poseidón, de un estadio de longitud y medio de ancho. El exterior del templo estaba recubierto de plata, y los pináculos de oro. En el interior, el techo era de marfil labrado con oro, plata y oricalco, y el resto, muros suelos y columnas, estaban recubiertos de oricalco. En el templo estaban un altar de gran tamaño y maestría, de tal tamaño que con la cabeza alcanzaba al techo del edificio, y en torno a él, nereidas cabalgando en delfines. Junto a las fuentes de agua fría y caliente edificaron jardines, edificios y piscinas, unas abiertas y otras techadas, para ser utilizadas en invierno. De allí salían acueductos que llevaban el agua al resto de los anillos. En los demás anillos había jardines y lugares para hacer ejercicio. En el mayor de los anillos había una pista para carreras de caballos, de una longitud que podía dar la vuelta a la isla. También había casas, la mayoría para los guardias. Los muelles estaban llenos de trirremes. Ya fuera de la ciudadela, alrededor del canal que conducía al mar, había multitud de viviendas, y el canal estaba lleno de buques mercaderes. Respecto al resto de la isla, la llanura era suave y alargada, extendiéndose tres mil estadios. Estaba rodeada de montañas, famosas por su tamaño y belleza. También había ríos, lagos y prados con abundante pasto, y bosques con abundante madera. La llanura estaba surcada por enormes zanjas con agua por las que se transportaba la madera de la montaña y los frutos del campo a la ciudad. Cada porción de la llanura tenía un jefe. El jefe tenía que proporcionar para la guerra la sexta parte de un carro de combate, y con esto se llegaba a un total de diez mil carros. También tenía que proporcionar caballos, un jinete, dos soldados armados, dos arqueros, dos lanzadores de piedras y tres de jabalina, y cuatro marineros para formar la tripulación de mil doscientos barcos. Cada uno de los diez reyes tenía el absoluto control de los ciudadanos y de las leyes en su ciudad y distrito. Sin embargo, el orden de precedencia entre ellos y sus relaciones mutuas estaba regulado por los mandamientos de Poseidón, que la ley transmitía. Estaban inscritos por los primeros reyes sobre una columna de oricalco situada en medio de la isla, donde, cada cinco o seis años alternadamente, se reunían para consultarse averiguar si alguno transgredía la ley y celebrar juicio. Se comprometían entre ellos de la siguiente manera: Había toros que pacían en el templo. Los diez
  • 6. reyes, solos en el templo, después de rezar sus oraciones para que el dios aceptara el sacrificio, capturaban a un toro no con armas, sino con estacas y lazos. Al toro que cogían lo llevaban a una columna donde estaba escrita la ley y le cortaban el cuello sobre ella, de modo que cayera la sangre sobre la inscripción sagrada. Tras esto, quemaban los miembros del animal ya muerto, llenaban un vaso de vino y echaban un coágulo de sangre por cada uno de ellos. Posteriormente, quemaban al resto de la víctima y purificaban la columna. Bebían de la vasija vertiendo el contenido en copas de oro y juraban actuar conforme a las leyes de su padre. Después de haber cenado, cuando oscurecía y el fuego del sacrificio se había apagado, se ponían unos mantos azules, se sentaban en el suelo y celebraban el juicio. Tras éste, se escribían las sentencias dictadas sobre una tablilla dorada y la consagraban con sus mantos. Había muchas leyes, pero la más importante de ellas era la siguiente: No debían acudir a las armas uno contra otro, y debían prestarse ayuda mutua. Debían deliberar juntos sobre asuntos importantes y dejar el mando supremo a los descendientes de Atlas. Durante muchas generaciones, mientras les duró la naturaleza divina, obedecieron las leyes. Unían la amabilidad con la sabiduría, despreciaban lo que no fuera virtud y no daban importancia a la posesión de riquezas. Pero con el paso del tiempo la esencia divina se fue diluyendo en la humana, y su naturaleza mortal se impuso. Según Platón esta civilización comenzó 9.500 años antes de su época, y su gobierno se extendía aproximadamente por 2 mil kilómetros de ancho. Luego, antes de la catástrofe final, esta civilización se enfrentó con los griegos, que eran dirigidos por su diosa Atenea, venciéndoos gracias a que el desastre natural hizo desaparecer a toda la isla. Hasta hoy la gran pregunta que se hacían aquellos que han estudiado el tema es ¿dónde se encontraba la Atlántida? Muchos estudiosos aseguran que el continente de la Atlántida se ubicaba en el océano Atlántico, en la zona extendida entre la costa sur-oeste de Europa y el mar Caribe. Sin embargo hasta hoy, había muchas teorías sobre su real ubicación, generalmente sustentadas en un par de antecedentes, pero que eran incapaces de aportar las pruebas suficientes, que si aporta esta nueva y sólida teoría.