2. índice
1. El texto y sus propiedades: la cohesión
2. Clases de oraciones simples
3. Léxico: los cultismos
4. Literatura: la narrativa romántica y el teatro
romántico
3. El texto y sus propiedades: la cohesión
Conjunto de mecanismos lingüísticos que producen que los
elementos de un texto están perfectamente articulados
Procedimientos de cohesión:
Sustitución léxica: (evitan la repetición de palabras)
Uso de sinónimos y antónimos: balón/esférico/cuero
Términos del mismo campo semántico: flor/planta
Procedimientos gramaticales:
Anáfora: repetición por pronombres y adverbios de lugar
Elipsis: omisión de elementos prescindibles
Deixis: alusión a la situación extralingüística (yo/aquí/ahora)
Nexos: conjunciones y locuciones
4. Ejemplo (El almohadón de plumas. Horacio Quiroga)
Su luna de miel fue un largo escalofrío. Rubia, angelical y tímida, el carácter
duro de su marido heló sus soñadas niñerías de novia. Lo quería mucho, sin
embargo, a veces con un ligero estremecimiento cuando volviendo de noche
juntos por la calle, echaba una furtiva mirada a la alta estatura de Jordán,
mudo desde hacía una hora. Él, por su parte, la amaba profundamente, sin
darlo a conocer.
Durante tres meses —se habían casado en abril— vivieron una dicha especial.
Sin duda hubiera ella deseado menos severidad en ese rígido cielo de amor,
más expansiva e incauta ternura; pero el impasible semblante de su marido la
contenía siempre.
La casa en que vivían influía un poco en sus estremecimientos. La blancura del
patio silencioso —frisos, columnas y estatuas de mármol— producía una otoñal
impresión de palacio encantado. Dentro, el brillo glacial del estuco, sin el más
leve rasguño en las altas paredes, afirmaba aquella sensación de desapacible
frío. Al cruzar de una pieza a otra, los pasos hallaban eco en toda la casa,
como si un largo abandono hubiera sensibilizado su resonancia.
En ese extraño nido de amor, Alicia pasó todo el otoño. No obstante, había
concluido por echar un velo sobre sus antiguos sueños, y aún vivía dormida en
la casa hostil, sin querer pensar en nada hasta que llegaba su marido.
5. Ejemplo (El almohadón de plumas. Horacio Quiroga)
Su luna de miel (de Jordán y Alicia) fue un largo escalofrío. (Alicia era) Rubia,
angelical y tímida, el carácter duro de su marido heló sus soñadas niñerías de
novia. (Alicia) Lo quería mucho, sin embargo, a veces (lo quería) con un ligero
estremecimiento cuando (Alicia y Jordán estaban) volviendo de noche juntos
por la calle, (Alicia) echaba una furtiva mirada a la alta estatura de Jordán,
mudo desde hacía una hora. Él, por su parte, la amaba profundamente, sin
darlo a conocer.
Durante tres meses —se habían casado en abril— vivieron una dicha especial.
Sin duda hubiera ella deseado menos severidad en ese rígido cielo de amor,
más expansiva e incauta ternura; pero el impasible semblante de su marido la
contenía siempre.
La casa en que vivían influía un poco en sus estremecimientos. La blancura del
patio silencioso —frisos, columnas y estatuas de mármol— producía una otoñal
impresión de palacio encantado. Dentro, el brillo glacial del estuco, sin el más
leve rasguño en las altas paredes, afirmaba aquella sensación de desapacible
frío. Al cruzar de una pieza a otra, los pasos hallaban eco en toda la casa,
como si un largo abandono hubiera sensibilizado su resonancia.
En ese extraño nido de amor, Alicia pasó todo el otoño. No obstante, había
concluido por echar un velo sobre sus antiguos sueños, y aún vivía dormida en
la casa hostil, sin querer pensar en nada hasta que llegaba su marido.
6. Ejemplo (El almohadón de plumas. Horacio Quiroga)
La luna de miel de Jordán y Alicia fue un largo
escalofrío. Alicia era rubia, angelical y tímida, el
carácter duro del marido de Alicia heló las soñadas
niñerías de novia de Alicia. Alicia quería mucho a
Jordán. A veces Alicia quería mucho a Jordán con un
ligero estremecimiento, Alicia y Jordán estaban
volviendo de noche juntos por la calle. Alicia echaba
una furtiva mirada a la alta estatura de Jordán,
Jordán estaba mudo desde hacía una hora. Jordán
amaba a Alicia profundamente, sin dar a conocer a
nadie su amor por Alicia.
7. Clases de oraciones simples
Según la actitud del hablante o la modalidad
Tipos ¿Qué hacen? Ejemplos
Enunciativas Informan sobre un hecho o -Llegaré tarde a clase hoy
pensamiento objetivo, afirmándolo -No voy a estudiar todavía
o negándolo
Interrogativas Formulan preguntas directas o -¿Ha venido Isabel? (Directa/total)
indirectas, totales o parciales, o -Me pregunto si habrá venido Isabel (Ind.)
-¿En qué autobús ha venido Isabel? (D/ P)
retóricas
-¿Habrá venido Isabel? (Retórica)
Exclamativas Expresan distintas emociones del - ¡Ha venido Isabel!
hablante: sorpresa, enfado,
alegría…
Imperativas o Expresan un mandato, prohibición o -Isabel, ven aquí
exhortativas ruego -¿podrías venir, Isabel?
Desiderativas Expresan un deseo -Ojalá viniera Isabel
Dubitativas Expresan duda o posibilidad -Tal vez venga Isabel
8. Clases de oraciones según la naturaleza
del predicado
Atributivas
Son las de Predicado Nominal (P. N.)
llevan un verbo copulativo (ser, estar o parecer)
Llevan un Atributo (AT), CI y CC
Ejemplo: Isabel es médico
Predicativas
Son las de Predicado Verbal (P. V.)
El verbo sí mantiene su significado
Puede llevar todos los complementos (menos en AT)
Ejemplo: Isabel disfruta de la música cada día
9. Oraciones activas y pasivas
Oraciones activas: el sujeto realiza la acción
El vendedor vendió rápidamente los pisos
Sujeto V. voz activa CCModo CD
Los pisos fueron vendidos rápidamente por el vendedoror
S. paciente Verbo en voz CCModo C. Agente
pasiva
Oraciones pasivas: el C. Agente es quien realiza la
acción
10. La pasiva refleja
El verbo está en activa
El sujeto es paciente (recibe la acción)
Lleva se como marca de impersonal
Se vendieron los pisos rápidamente.
Marca Verbo en Sujeto CC Modo
de activa paciente
pasiva
refleja
11. Clases de oraciones activas
Transitivas
LlevanCD
Pueden pasarse a pasiva (observar/ ser
observado)
Ejemplo: Pon el pan sobre la mesa
Intransitivas
No llevan CD
No pueden pasarse a pasiva
Ejemplo: Le llamó por teléfono
12. Reflexivas:
Sujeto y complemento coinciden en la misma persona
gramatical
La acción del sujeto recae sobre éste
Se puede añadir: “a mí/ti/sí mismo”
Ejemplo:
Pepe se lava (a sí mismo) CD
Yo me suspendo sola (a mí misma) CD
Tú te has peinado muy bien (a ti misma) CD
Se lavó la cabeza con un nuevo champú CI
Me he hecho la manicura yo sola CI
Te has hecho una trenza muybonita CI
13. Recíprocas
Son oraciones con dos o más sujetos
Cada uno de ellos realiza sobre el otro la misma
acción
Llevan al otro sujeto como CD o CI
Se le puede añadir “el uno al otro” o “mutuamente”
Ejemplo
Juan y Luisa se aman. CD
Juan y Luisa se envían regalos CI
14. Oraciones impersonales
1. Unipersonales: verbos de fenómenos metereológicos
Amaneció más temprano
2. Gramaticalizadas: haber, hacer, ser
Había mucha gente
Hace tanto tiempo
Es de noche
3. Impersonales con se
Se come bien aquí
4. Eventuales: 3ª pers. plural
Dicen que el vuelo se va a retrasar
15. TIPOS DE ORACIONES
Verbos unipersonales Afirmativas
Se Enunciativas
Impersonales Gramaticalizadas (haber, hacer, ser)
negativas
Eventuales: 3ª persona del plural Directas/indirectas
Interrogativas
Totales/parciales
Según la actitud del hablante Exclamativas
Retóricas
Exhortativas
Desiderativas
Dubitativas
Intransitiva Reflexivas
Según la Predicativas Activas
Recíprocas
naturaleza del predicado Transitivas
Pasivas/ Pasiva Refleja
Atributivas
16. Léxico
Los cultismos
Son términos que proceden directamente del latín, sin
apenas experimentar variaciones.
Ejemplos:
Insectus insecto
Lugubris lúgubre
17. Literatura: narrativa romántica
Predomina la búsqueda de la identidad del país, por
medio de
La evocación del pasado (Edad Media idealizada)
novela histórica: El señor de Bembibre, Enrique Gil y Carrasco
Leyendas:
En prosa: Bécquer
En verso: Zorrilla o el Duque de Rivas
La observación del presente
Descripción de ambientes y personajes típicos
Novela de costumbres: Cecilia Böhl de Faber (Fernán Caballero)
Artículos de costumbres: Mesoneros Romanos
Descripción + crítica: Mariano José de Larra
18. El lirio azul
Versión valenciana
Había vez y vez un Rey que tenía tres hijos, a los que dijo que daría la corona a aquel de los tres que le trajese
el lirio azul.
Echáronse los hijos cada cual por distinto rumbo a buscarlo por esos mundos.
El más chico encontró la flor y se la metió muy contento dentro de la media, por si encontraba a sus
hermanos, que no la vieran. En medio de un arroyo seco se lo encontraron, y conocieron ellos que llevaba la flor,
y se dijo uno a otro:
-¿Qué haremos para quitársela y ganarnos la corona?
El otro respondió:
-Matarle.
Y así lo hicieron, enterrándolo después en la arena.
Como eran dos, y una sola la flor, echaron a suertes a ver quién la ganaba, y le favoreció al mayor. Se fue
muy contento a su casa, y cuando llegó y le dio a su padre la flor, el Rey le declaró heredero de la corona.
En esto pasó un pastor por el sitio en que estaba —40→ enterrado el hermano más chico, y vio que salía
de la tierra una cañita blanca, la que arrancó e hizo con ella una flauta. La tocó, y decía:
Toca, toca, bon pastor, y no ennamenes per la flor del lliri blau; man mort en riu de arenes.
Fue tocando esto hasta pasar delante del palacio del Rey, y este, habiendo oído la flauta, salió a llamar al
pastor, y le dijo:
-Sube a tocarme esa flauta, que quiero oírla.
Entró el pastor y se puso a tocarla, y repitió su canción. Mandó llamar el Rey a sus hijos, y le dijo al pastor que
le dijere de dónde había sacado aquella flauta. El pastor los llevó al sitio donde había encontrado su flauta, y el
Rey dijo a sus hijos:
-¿Sois vosotros los que habéis muerto a vuestro hermano?
Pero ellos dijeron que no.
Su padre mandó que levantaran la arena en aquel lugar, y encontraron al niño vivo y sano, sólo faltándole un
dedo que había quedado fuera cuando lo enterraron, y era el que había servido para hacer la flauta, y el padre
dio la corona al niño y castigó a sus hermanos.
Vivió y reinó muchos años, pero siempre sin un dedo.
Cuento contado, ya se ha acabado, y por la chimenea se fue al terrado.
19. La niña de los tres maridos
Había un padre que tenía una hija muy hermosa, pero muy voluntariosa y terca. Se presentaron tres novios a cual más apuestos, que le pidieron su hija; él contestó que
los tres tenían su beneplácito, y que preguntaría a su hija a cuál de ellos prefería.
Así lo hizo, y la niña le contestó que a los tres
-Pero, hija, si eso no puede ser.
-Elijo a los tres -contestó la niña.
-Habla en razón, mujer -volvió a decir el padre-. ¿A cuál de ellos doy el sí?
-A los tres -volvió a contestar la niña, y no hubo quien la sacase de ahí.
El pobre padre se fue mohíno, y les dijo a los tres pretendientes que su hija los quería a los tres; pero que como eso no era posible, que él había determinado que se
fuesen por esos mundos de Dios a buscar y traerles una cosa única en su especie, y aquel que trajese la mejor y más rara sería el que se casase con su hija.
Pusiéronse en camino, cada cual por su lado, y al cabo de mucho tiempo se volvieron a reunir —28→ allende los mares, en lejanas tierras, sin que ninguno hubiese
hallado cosa hermosa y única en su especie. Estando en estas tribulaciones, sin cesar de procurar lo que buscaban, se encontró el primero que había llegado con un viejecito,
que le dijo si le quería comprar un espejito.
Contestó que no, puesto que para nada le podía servir aquel espejo, tan chico y tan feo.
Entonces el vendedor le dijo que tenía aquel espejo una gran virtud, y era que se veían en él las personas que su dueño deseaba ver; y habiéndose cerciorado de que
ello era cierto, se lo compró por lo que le pidió.
El que había llegado el segundo, al pasar por una calle se encontró al mismo viejecito, que le preguntó si le quería comprar un botecito con bálsamo.
-¿Para qué me ha de servir ese bálsamo? -preguntó al viejecito.
-Dios sabe -respondió este-; pues este bálsamo tiene una gran virtud, que es la de hacer resucitar a los muertos.
En aquel momento acertó a pasar por allí un entierro; se fue a la caja, le echó una gota de bálsamo en la boca al difunto, que se levantó tan bueno y dispuesto, cargó
con su ataúd y se fue a su casa; lo que visto por el segundo pretendiente, compró al viejecito su bálsamo por lo que le pidió.
Mientras el tercer pretendiente paseaba metido —29→ en sus conflictos por la orilla del mar, vio llegar sobre las olas una arca muy grande, y acercándose a la playa,
se abrió, y salieron saltando en tierra infinidad de pasajeros.
El último, que era un viejecito, se acercó a él y le dijo si le quería comprar aquella arca.
-¿Para qué la quiero yo -respondió el pretendiente-, si no puede servir sino para hacer una hoguera?.
-No, señor -repuso el viejecito-, que posee una gran virtud, pues que en pocas horas lleva a su dueño y a los que con él se embarcan adonde apetecen ir y donde
deseen. Ello es cierto; puede usted cerciorarse por estos pasajeros, que hace pocas horas se hallaban en las playas de España.
Cerciorose el caballero, y compró el arca por lo que le pidió su dueño.
Al día siguiente se reunieron los tres, y cada cual contó muy satisfecho que ya había hallado lo que deseaba, y que iba, pues, a regresar a España.
El primero dijo cómo había comprado un espejo, en el que se veía, con sólo desearlo, la persona ausente que se quería ver; y para probarlo presentó su espejo,
deseando ver a la niña que todos tres pretendían.
¡Pero cual sería su asombro cuando la vieron tendida en un ataúd y muerta!
-Yo tengo -exclamó el que había comprado el bote- un bálsamo, que la resucitaría; pero de —30→ aquí a que lleguemos, ya estará enterrada y comida de gusanos,
-Pues yo tengo -dijo a su vez el que había comprado el arca- un arca que en pocas horas nos pondrá en España.
Corrieron entonces a embarcarse en el arca, y a las pocas horas saltaron en tierra, y se encaminaron al pueblo en que se hallaba el padre de su pretendida.
Hallaron a este en el mayor desconsuelo, por la muerte de su hija, que aún se hallaba de cuerpo presente.
Ellos le pidieron que los llevase a verla; y cuando estuvieron en el cuarto en que se encontraba el féretro, se acercó el que tenía el bálsamo, echó unas gotas sobre los
labios de la difunta, la que se levantó tan buena y risueña de su ataúd, y volviéndose a su padre, le dijo:
-¿Lo ve usted, padre, cómo los necesitaba a los tres?
(C. B. de Faber)
20. Mariano José de Larra (1809-37)
Biografía:
Formación sólida y cosmopolita
Heredero de los ilustrados (del s. XVIII)
Personalidad combativa y crítica
Obras:
Artículosperiodísticos
Obras literarias: lírica, teatro y novela histórica
Estilo:
Claro y sencillo
Uso de la ironía y amargura al final, por la decepción
de no reformar nada en España
21. Teatro romántico
Rasgos:
Inspiración en temas del siglo XVII (Barroco)
Empleo del verso, estilo grandilocuente, gestos exagerados
Separación en jornadas,
Rechazo a las tres unidades (abundantes escenarios)
Temas medievales relacionados con el honor, poco verosímiles
Tipos humanos: galán, dama, gracioso y anciano
Finales adversos (la fuerza del destino)
Obras:
La conjuración de Venecia, de Martínez de la Rosa
El trovador, de Antonio García Gutiérrez
Don Álvaro o la fuerza del sino, del Duque de Rivas
Don Juan Tenorio, de José de Zorrilla
22. Duque de Rivas
Rasgos:
Temas históricos
Descripciones costumbristas
Situaciones misteriosas provocadas por la fatalidad
Obras:
Romances históricos inspirados en crónicas medievales
Dramas: Don Álvaro o la fuerza del sino
Mezcla de prosa y verso
Héroe de origen misterioso
Le persigue la fatalidad (=mala suerte)
23. Don Álvaro o la fuerza del sino
(1835, Duque de Rivas)
Marqués de Calatrava
Don Carlos (Lo mata)
padre
Don Alfonso (Lo mata)
Lo mata
Don Álvaro Doña Leonor
24. Los amantes de Teruel (1217)
Juan Eugenio de Hartzenbusch, 1837
J
Pedro Fernández de
padres
Azagra
boda
Juan Diego de Isabel de Segura
Marsilla
25. Don Juan Tenorio.
1844, José de Zorrilla
Don Diego
padre
Don Juan Doña Inés
Don Luis Doña Ana Don Gonzalo
padre