El documento analiza cómo las personas se definen a sí mismas y expresan sus opiniones en Twitter, ya sea a través de sus estudios, aficiones, opiniones políticas o religiosas. Discute que Twitter puede usarse para hablar de temas positivos o negativos e incluso conducir a situaciones hostiles o acoso cibernético. Finalmente, plantea si las redes sociales sirven como escudo para no expresar opiniones directamente.