Este documento presenta las enseñanzas de Jesús sobre el grano de trigo que muere para producir más fruto. Jesús usa esta analogía para referirse a su propia muerte y resurrección, que produciría la salvación de muchos. También enseña que aquellos que se niegan a sí mismos para seguirlo serán honrados por el Padre y tendrán vida eterna.
1. EL QUE SIEMBRA COSECHA VICTORIA «Jesús les respondió diciendo: Ha llegado la hora para que el Hijo del Hombre sea glorificado. De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto. El que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará. Si alguno me sirve, sígame; y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará.» Juan 12:23-26
2. «Ha llegado la hora para que el Hijo del Hombre sea glorificado.» V:23 Había llegado el tiempo para que Cristo muriera y se levantará de la muerte. «sabiendo Jesús que su hora había llegado para que pasase de este mundo al Padre, como había amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin.» Jn 13:16 Jesús inmediatamente da el ejemplo del grano de trigo, para ilustrar su muerte.
3. «si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto.» V-24 Cuando una semilla cae en buena tierra muere automáticamente y produce frutos. Este versículo nos enseña que la «Vida viene por la muerte» Este principio no solo es verdadero en la naturaleza, también lo es en la vida espiritual.
4. Jesús habló que Él era el grano de trigo. Su muerte produciría muchos frutos. Esos frutos se reflejan en los que han nacido de nuevo. El grano que muere, se aplica en la vida de los creyentes que han tomado la determinación de romper compromisos con: El mundo, la carne y el pecado, para que posteriormente sean creyentes llenos de buenos frutos.
5. «El que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará» V-25 La frase «El que ama su vida» describe a los que viven para ellos mismo. El aborrece su vida muestra que valora los intereses celestiales por encima de los terrenales. Los que aborrecen sus vidas por amor a Cristo, ponen su corazón en la obra de Dios para servirle.
6. «Si alguno me sirve, sígame; y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará.» V-26 La fe en Cristo, con la llenura del Espíritu Santo nacerá el deseo de servir a Jesús. Seguir a Jesús incluye la negación de si mismo y el tomar su propia cruz. «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.»(Mt 8:34)
7. «Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.» Fil 2:5-8. «Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis.» Jn 13:15