La Revolución Francesa de 1789-1801 transformó a Francia y al mundo, introduciendo la era contemporánea. Fue causada por la crisis económica de Francia debido a los altos gastos de la corte real, las guerras, malas cosechas y sequía, lo que empobreció al estado. También contribuyó el descontento del Estado Llano, compuesto por campesinos, artesanos y burgueses que pagaban impuestos pero carecían de participación política.