La historia trata de una niña llamada Alejandra que sufrió un cambio de comportamiento después de haber sido violada. Sus padres la llevaron con una psicóloga y ella les contó lo sucedido. Su madre denunció al agresor pero este nunca fue encarcelado. Años después, Alejandra experimentó dudas sobre su sexualidad y comenzó a juntarse con personas del mismo sexo, saliendo de fiesta en lugar de ir a la escuela. Finalmente, sus padres la apoyaron y ahora ella es feliz con su familia.