El cráneo está formado por 26 huesos que incluyen 8 huesos que forman el cráneo propiamente dicho para alojar el cerebro y los oídos, 14 huesos faciales que forman la cara, mandíbula, nariz y órbitas, y 3 huesos de los oídos internos. Los huesos del cráneo están unidos por suturas y contienen senos y agujeros para vasos sanguíneos y nervios.
2. La rodilla es una articulación con movimiento de
bisagra formada por el extremo inferior del fémur,
los extremos superiores de la tibia y del peroné y la
rótula. La rótula está unida a la articulación gracias
a los ligamentos retináculos rotulianos (medial y
lateral) y a la tuberosidad de la tibia mediante el
ligamento de la rótula. No se puede ver en un corte
posterior y se elimina en el anterior (frontal) para
mostrar la articulación y los tejidos conectivos de los
huesos que se encuentran detrás.
La rodilla es una articulación que está expuesta a
una fuerte tensión lateral durante actividades
normales y está protegida por un considerable
número de ligamentos cruzados y transversos que
ayudan a soportar el peso. Sin embargo, la creciente
tensión que se centra en esta articulación durante
ciertas actividades deportivas (por ejemplo, fútbol,
baloncesto o tenis) que conllevan un rápido cambio
de dirección del cuerpo puede producir roturas de
ligamentos de la rodilla que requieren intervención
quirúrgica.
3. El brazo y
los huesos cercanos forman una de las obras de
ingeniería más importantes que se conocen. Las
complejas articulaciones de la mano, del codo y del
hombro permiten un amplio rango de movimientos,
desde los más amplios hasta los más cortos. La
estructura del brazo está formada principalmente por
el húmero (parte superior del brazo), el radio y el
cubito (juntos forman la parte inferior del brazo). El
húmero se articula con la escápula (omóplato) para
formar el hombro, mientras que el radio y el cubito
se articulan con los huesos carpianos de la muñeca.
Junto con la mano, el brazo permite realizar los
numerosos movimientos de los boxeadores,
bailarines y relojeros.
4. La caja torácica está compuesta de doce pares de
costillas que se articulan con las vértebras de la
columna vertebral y con el esternón (con algunas
excepciones) para formar la cavidad torácica. Las
costillas son huesos planos y curvados que se
articulan en la parte posterior con las vértebras en
facetas costales. Los siete pares superiores también
se articulan en la parte anterior con el esternón. Las
tres siguientes están unidas mediante cartílago costal
al séptimo par, mientras que las decimoprimeros y
decimosegundas no. La caja torácica proporciona
un resistente soporte para el tórax, protegiendo el
corazón, los pulmones y otros importantes órganos
internos. Sin embargo, la distribución de las
costillas permite la expansión de la caja torácica (por
ejemplo al respirar) Las costillas están unidas por
un gran número de músculos y ligamentos que junto
con la flexibilidad de la caja torácica proporcionan
la fortaleza y flexibilidad del tórax.
5. La caja torácica está compuesta de doce pares de
costillas que se articulan con las vértebras de la
columna vertebral y con el esternón (con algunas
excepciones) para formar la cavidad torácica. Las
costillas son huesos planos y curvados que se
articulan en la parte posterior con las vértebras en
facetas costales. Los siete pares superiores también
se articulan en la parte anterior con el esternón. Las
tres siguientes están unidas mediante cartílago costal
al séptimo par, mientras que las decimoprimeros y
decimosegundas no. La caja torácica proporciona
un resistente soporte para el tórax, protegiendo el
corazón, los pulmones y otros importantes órganos
internos. Sin embargo, la distribución de las
costillas permite la expansión de la caja torácica (por
ejemplo al respirar) Las costillas están unidas por
un gran número de músculos y ligamentos que junto
con la flexibilidad de la caja torácica proporcionan
la fortaleza y flexibilidad del tórax.
6. El húmero, el radio y
El cubito se articula para formar la
articulación del codo. Esta articulación
presenta un gran número de
prominencias que sirven como lugar de
inserción de ligamentos y músculos y
que controlan la flexibilidad y la
aducción de los huesos del codo. La
articulación del codo tiene un
movimiento de bisagra. Sólo permite la
flexión en un plano (como la bisagra de
una puerta).
7. La columna vertebral o espina dorsal es
una de las estructuras más importantes
que soportan el esqueleto humano. Esta
compuesto principalmente por vértebras
separadas, seudo separadas y fusionadas
que facilitan la articulación, el soporte y
el movimiento del cráneo, la flexión del
cuello y de la espalda, la unión de las
costillas, el soporte y protección de la
médula espinal. Esta médula está
compuesta de siete vértebras cervicales
que forman el cuello, doce vértebras
torácicas que forman la parte superior de
la espalda, y cinco vértebras lumbares
que constituyen la parte inferior de la
espalda. Además de la columna
vertebral está el sacro, que es un hueso
compuesto de cinco vértebras
fusionadas que unen la columna a la
cintura pelviana y el cóccix, que es un
conjunto de cuatro o menos vértebras
semiflexibles que facilitan la protección
del tracto digestivo. El disco
8. Intervertebral proporciona movilidad a
la columna, y amortigua la repercusión
de golpes y traumatismos. La columna
vertebral permanece unida gracias a una
serie de ligamentos, incluidos los
ligamentos transversales internos, que
recorren toda la columna y que están
unidos a las apófisis transversas de cada
vértebra. La médula espinal, que actúa
también como principal conducto de
nervios desde y hacia el encéfalo, sigue
por un canal en el centro de la columna
vertebral.
9. Los huesos son un material óseo que tiene muchas
funciones en la anatomía humana. Además de
proporcionar estructura, protección y soporte a los
órganos del cuerpo, alojan la médula, la cual
produce células sanguíneas. Dentro de los huesos
hay depósitos de calcio a los que accede el cuerpo
mediante resorción. Además, los huesos
desintoxican el sistema, eliminando metales pesados,
como el arsénico y el plomo, y toxinas de la
corriente sanguínea. El tejido óseo está compuesto
de agua (alrededor de 1/4 del peso del hueso),
10. materia orgánica (alrededor de 1/3 del peso de
hueso, la mayor parte del cual es proteína oseína) y
minerales inorgánicos (principalmente calcio,
fósforo y magnesio, además de hierro, sodio,
potasio, cloro y flúor en pequeñas cantidades). La
mayor parte de los huesos (con la excepción de los
del cráneo) son inicialmente un cartílago y a medida
que el recién nacido va creciendo se van osificando.
Existen dos métodos para clasificar los huesos del
cuerpo. Estos dos sistemas de clasificación se basan
en la localización anatómica (axial o apendicular) y
en la forma (larga, corta, plana e irregular). Los
huesos axiales son los ocho huesos que se
encuentran a lo largo del axis vertical o central del
cuerpo y que soportan y protegen la cabeza y el
torso, además de incluir el cráneo y la espina dorsal
o columna vertebral. Los huesos apendiculares
incluyen 126 huesos que comprenden los hombros,
caderas, brazos, piernas, manos y pies. La
clasificación por su forma incluye los huesos largos
(radio, húmero, fémur), los cortos (carpianos,
tárzanos, falanges de la mano y del pie), los planos
(esternón, cráneo y omóplato) y los irregulares
(vértebras).
11. El cráneo es uno de los principales grupos óseos de
la anatomía humana. Está formado por veintiséis
huesos: ocho huesos forman el cráneo propiamente
dicho, que alberga el cerebro y los ósculos del oído,
más catorce huesos faciales, que forman la cara,
mandíbula, nariz, órbitas, y el cielo de la boca, tres
huesos más componen los ósculos del oído interno, y
uno más, el hueso hioides, está situado en el cuello,
unido al hueso temporal por ligamentos y que fija la
lengua en su lugar. El cráneo también contiene un
arco dental formado por dientes y muelas, que
aunque no son técnicamente huesos comparten
algunas de las características de composición del
tejido óseo. Los niños desarrollan veinte dientes
caducos (no permanentes), que irán cayendo
eventualmente y serán remplazados por los dientes
permanentes (32 en el adulto medio). Los huesos
del cráneo incluyen el hueso frontal (que forma la
12. frente y la parte superior de las órbitas), el hueso
occipital (que forma la parte posterior y la base del
cráneo), dos huesos parietales (que forman la calota
y los laterales superiores del cráneo), y dos huesos
temporales (que forman los laterales inferiores del
cráneo y albergan los ósculos del oído interno). La
parte más posterior e inferior de cada hueso
temporal se denomina apófisis mastoides, pero al
estar separada del hueso temporal por una sutura, a
menudo se considera un hueso independiente. El
hueso esfenoides forma la base central del cráneo y
lo atraviesa de lado a lado, formando sus alas
mayores las láminas laterales del cráneo.
Las secciones del hueso etmoides están situadas
entre las órbitas, formando los laterales y la parte
superior de la cavidad nasal, mientras que los tres
ósculos del oído medio (estribo, martillo y yunque)
están situados dentro de los huesos temporales a
cada lado del cráneo. El hueso hioides, con forma
de U, se encuentra en el cuello y está unido por
ligamentos a los huesos temporales. En la cara, los
dos huesos temporales forman la mayor parte de las
órbitas, nariz, mandíbula superior y cielo de la boca,
mientras que los pómulos (huesos cigomáticos)
forman las mejillas. Los huesos lagrimales están
situados en los laterales internos de las órbitas y
están unidos a los huesos etmoides y maxilar.
Dentro de la cavidad nasal, el vómer está situado en
el centro inferior y forma el delgado hueso plano del
tabique nasal, mientras que dos cornetes inferiores
forman los laterales inferiores de la cavidad y dos
13. huesos palatales forman la parte inferior de la
cavidad nasal al igual que el cielo de la boca. La
mandíbula es la única parte móvil del cráneo y
contiene los dientes.
Los huesos del cráneo, con la excepción de la
mandíbula, están unidos entre sí por finas suturas en
las que el periostio de los huesos individuales se
entrelaza y están fijados por fibroso tejido conectivo.
En el recién nacido, están suturas no están
desarrolladas aún, con los huesos unidos por
cartílago que irá osificándose con el tiempo a
medida que los huesos del cráneo se unan entre sí.
Las suturas externas más evidentes del cráneo
incluyen la sutura coronal, uniendo los huesos
frontal y parietal, la sutura sagital, que une los dos
huesos parietales entre sí, la sutura lambdoidea, que
une los huesos occipital y parietal, la sutura
escamosa, que une los huesos temporal y esfenoides
al hueso parietal a cada lado del cráneo. El pterión
es el segmento menor de la sutura que une la parte
escamosa y los huesos parietales.
Los huesos del cráneo también presentan un número
de senos (cavidades) y de agujeros (o aperturas). La
cavidad nasal se encuentra rodeada por cuatro pares
de senos (que se denominan, por tanto, senos
paranasales). Dos se encuentran en el hueso
maxilar, y se denominan senos maxilares. El hueso
esfenoides forma dos senos paranasales
denominados esfenoidales, y el hueso etmoides
forma los dos senos paranasales denominados
14. etmoidal hez. Además, los senos frontales están
situados en el hueso frontal justo debajo del techo de
cada órbita. El agujero magno es una gran apertura
redondeada en la base del cráneo que admite la
espina dorsal, mientras que en cada base del hueso
temporal se encuentra el conducto auditivo externo,
que realiza la función de canal auditivo. Justo
encima de cada órbita, en el hueso frontal, hay un
pequeño agujero denominado agujero supraorbitario,
y justo debajo de cada órbita, en el hueso maxilar,
hay un agujero infraorbitario. Dos aperturas más,
una a cada lado del cráneo, pueden encontrarse en
las apófisis frontales de los pómulos (huesos
cigomáticos), y se denominan, por tanto, agujeros
cigomático faciales. A cada lado de la mandíbula,
debajo de los caninos inferiores, están los agujeros
mentonianos. Estos agujeros faciales sirven para
admitir los vasos sanguíneos y nervios a través del
hueso.
Los dientes se insertan en el hueso maxilar y la
mandíbula, y realizan la masticación gracias al
movimiento de bisagra de la mandíbula. Un adulto
medio tiene treinta y dos piezas dentales, ordenadas
en los maxilares superior e inferior.
15. El cráneo es uno de los principales grupos óseos de
la anatomía humana. Está formado por veintiséis
huesos: ocho huesos forman el cráneo propiamente
dicho, que alberga el cerebro y los sículos del oído,
más catorce huesos faciales, que forman la cara,
mandíbula, nariz, órbitas, y el cielo de la boca, tres
huesos más componen los ósculos del oído interno, y
uno más, el hueso hioides, está situado en el cuello,
unido al hueso temporal por ligamentos y que fija la
lengua en su lugar. El cráneo también contiene un
arco dental formado por dientes y muelas, que
aunque no son técnicamente huesos comparten
algunas de las características de composición del
tejido óseo. Los niños desarrollan veinte dientes
caducos (no permanentes), que irán cayendo
eventualmente y serán remplazados por los dientes
permanentes (32 en el adulto medio). Los huesos
16. del cráneo incluyen el hueso frontal (que forma la
frente y la parte superior de las órbitas), el hueso
occipital (que forma la parte posterior y la base del
cráneo), dos huesos parietales (que forman la calota
y los laterales superiores del cráneo), y dos huesos
temporales (que forman los laterales inferiores del
cráneo y albergan los sículos del oído interno). La
parte más posterior e inferior de cada hueso
temporal se denomina apófisis mastoides, pero al
estar separada del hueso temporal por una sutura, a
menudo se considera un hueso independiente. El
hueso esfenoides forma la base central del cráneo y
lo atraviesa de lado a lado, formando sus alas
mayores las láminas laterales del cráneo.
Las secciones del hueso etmoides están situadas
entre las órbitas, formando los laterales y la parte
superior de la cavidad nasal, mientras que los tres
sículos del oído medio (estribo, martillo y yunque)
están situados dentro de los huesos temporales a
cada lado del cráneo. El hueso hioides, con forma
de U, se encuentra en el cuello y está unido por
ligamentos a los huesos temporales. En la cara, los
dos huesos temporales forman la mayor parte de las
órbitas, nariz, mandíbula superior y cielo de la boca,
mientras que los pómulos (huesos cigomáticos)
forman las mejillas. Los huesos lagrimales están
situados en los laterales internos de las órbitas y
están unidos a los huesos etmoides y maxilar.
Dentro de la cavidad nasal, el vómer está situado en
el centro inferior y forma el delgado hueso plano del
tabique nasal, mientras que dos cornetes inferiores
17. forman los laterales inferiores de la cavidad y dos
huesos palatales forman la parte inferior de la
cavidad nasal al igual que el cielo de la boca. La
mandíbula es la única parte móvil del cráneo y
contiene los dientes.
Los huesos del cráneo, con la excepción de la
mandíbula, están unidos entre sí por finas suturas en
las que el periostio de los huesos individuales se
entrelaza y están fijados por fibroso tejido conectivo.
En el recién nacido, están suturas no están
desarrolladas aún, con los huesos unidos por
cartílago que irá osificándose con el tiempo a
medida que los huesos del cráneo se unan entre sí.
Las suturas externas más evidentes del cráneo
incluyen la sutura coronal, uniendo los huesos
frontal y parietal, la sutura sagital, que une los dos
huesos parietales entre sí, la sutura lambdoidea, que
une los huesos occipital y parietal, la sutura
escamosa, que une los huesos temporal y esfenoides
al hueso parietal a cada lado del cráneo. El pterión
es el segmento menor de la sutura que une la parte
escamosa y los huesos parietales.
Los huesos del cráneo también presentan un número
de senos (cavidades) y de agujeros (o aperturas). La
cavidad nasal se encuentra rodeada por cuatro pares
de senos (que se denominan, por tanto, senos
paranasales). Dos se encuentran en el hueso
maxilar, y se denominan senos maxilares. El hueso
esfenoides forma dos senos paranasales
denominados esfenoidales, y el hueso etmoides
18. forma los dos senos paranasales denominados
etmoidal hez. Además, los senos frontales están
situados en el hueso frontal justo debajo del techo de
cada órbita. El agujero magno es una gran apertura
redondeada en la base del cráneo que admite la
espina dorsal, mientras que en cada base del hueso
temporal se encuentra el conducto auditivo externo,
que realiza la función de canal auditivo. Justo
encima de cada órbita, en el hueso frontal, hay un
pequeño agujero denominado agujero supraorbitario,
y justo debajo de cada órbita, en el hueso maxilar,
hay un agujero infraorbitario. Dos aperturas más,
una a cada lado del cráneo, pueden encontrarse en
las apófisis frontales de los pómulos (huesos
cigomáticos), y se denominan, por tanto, agujeros
cigomático faciales. A cada lado de la mandíbula,
debajo de los caninos inferiores, están los agujeros
mentonianos. Estos agujeros faciales sirven para
admitir los vasos sanguíneos y nervios a través del
hueso.
Los dientes se insertan en el hueso maxilar y la
mandíbula, y realizan la masticación gracias al
movimiento de bisagra de la mandíbula. Un adulto
medio tiene treinta y dos piezas dentales, ordenadas
en los maxilares superior e inferior.
19. El cráneo es uno de los principales grupos óseos de
la anatomía humana. Está formado por veintiséis
huesos: ocho huesos forman el cráneo propiamente
dicho, que alberga el cerebro y los ósculos del oído,
más catorce huesos faciales, que forman la cara,
mandíbula, nariz, órbitas, y el cielo de la boca, tres
huesos más componen los sículos del oído interno, y
uno más, el hueso hioides, está situado en el cuello,
unido al hueso temporal por ligamentos y que fija la
lengua en su lugar. El cráneo también contiene un
arco dental formado por dientes y muelas, que
aunque no son técnicamente huesos comparten
algunas de las características de composición del
tejido óseo. Los niños desarrollan veinte dientes
caducos (no permanentes), que irán cayendo
eventualmente y serán remplazados por los dientes
permanentes (32 en el adulto medio). Los huesos
del cráneo incluyen el hueso frontal (que forma la
frente y la parte superior de las órbitas), el hueso
occipital (que forma la parte posterior y la base del
cráneo), dos huesos parietales (que forman la calota
y los laterales superiores del cráneo), y dos huesos
temporales (que forman los laterales inferiores del
cráneo y albergan los sículos del oído interno). La
parte más posterior e inferior de cada hueso
temporal se denomina apófisis mastoides, pero al
estar separada del hueso temporal por una sutura, a
menudo se considera un hueso independiente. El
hueso esfenoides forma la base central del cráneo y
lo atraviesa de lado a lado, formando sus alas
mayores las láminas laterales del cráneo.
20. Las secciones del hueso etmoides están situadas
entre las órbitas, formando los laterales y la parte
superior de la cavidad nasal, mientras que los tres
ósculos del oído medio (estribo, martillo y yunque)
están situados dentro de los huesos temporales a
cada lado del cráneo. El hueso hioides, con forma
de U, se encuentra en el cuello y está unido por
ligamentos a los huesos temporales. En la cara, los
dos huesos temporales forman la mayor parte de las
órbitas, nariz, mandíbula superior y cielo de la boca,
mientras que los pómulos (huesos cigomáticos)
forman las mejillas. Los huesos lagrimales están
situados en los laterales internos de las órbitas y
están unidos a los huesos etmoides y maxilar.
Dentro de la cavidad nasal, el vómer está situado en
el centro inferior y forma el delgado hueso plano del
tabique nasal, mientras que dos cornetes inferiores
forman los laterales inferiores de la cavidad y dos
huesos palatales forman la parte inferior de la
cavidad nasal al igual que el cielo de la boca. La
mandíbula es la única parte móvil del cráneo y
contiene los dientes.
Los huesos del cráneo, con la excepción de la
mandíbula, están unidos entre sí por finas suturas en
las que el periostio de los huesos individuales se
entrelaza y están fijados por fibroso tejido conectivo.
En el recién nacido, están suturas no están
desarrolladas aún, con los huesos unidos por
cartílago que irá osificándose con el tiempo a
medida que los huesos del cráneo se unan entre sí.
Las suturas externas más evidentes del cráneo
21. incluyen la sutura coronal, uniendo los huesos
frontal y parietal, la sutura sagital, que une los dos
huesos parietales entre sí, la sutura lambdoidea, que
une los huesos occipital y parietal, la sutura
escamosa, que une los huesos temporal y esfenoides
al hueso parietal a cada lado del cráneo. El pterión
es el segmento menor de la sutura que une la parte
escamosa y los huesos parietales.
Los huesos del cráneo también presentan un número
de senos (cavidades) y de agujeros (o aperturas). La
cavidad nasal se encuentra rodeada por cuatro pares
de senos (que se denominan, por tanto, senos
paranasales). Dos se encuentran en el hueso
maxilar, y se denominan senos maxilares. El hueso
esfenoides forma dos senos paranasales
denominados esfenoidales, y el hueso etmoides
forma los dos senos paranasales denominados
etmoidal hez. Además, los senos frontales están
situados en el hueso frontal justo debajo del techo de
cada órbita. El agujero magno es una gran apertura
redondeada en la base del cráneo que admite la
espina dorsal, mientras que en cada base del hueso
temporal se encuentra el conducto auditivo externo,
que realiza la función de canal auditivo. Justo
encima de cada órbita, en el hueso frontal, hay un
pequeño agujero denominado agujero supraorbitario,
y justo debajo de cada órbita, en el hueso maxilar,
hay un agujero infraorbitario. Dos aperturas más,
una a cada lado del cráneo, pueden encontrarse en
las apófisis frontales de los pómulos (huesos
cigomáticos), y se denominan, por tanto, agujeros
22. cigomático faciales. A cada lado de la mandíbula,
debajo de los caninos inferiores, están los agujeros
mentonianos. Estos agujeros faciales sirven para
admitir los vasos sanguíneos y nervios a través del
hueso.
Los dientes se insertan en el hueso maxilar y la
mandíbula, y realizan la masticación gracias al
movimiento de bisagra de la mandíbula. Un adulto
medio tiene treinta y dos piezas dentales, ordenadas
en los maxilares superior e inferior.