1. CArnaval y basil son dos
palabras inseparables. Es
casi imposible oír o pronun-
ciar una sin que la otra nos
venga a la memoria. Pero existe
la idea, equivocada, de que los
carnavales brasileños se re-
stringen a Río de Janeiro, igno-
rando que las carnestolendas, Recife y Olinda
en este país, se extienden por Recife, la encantadora capital del Es-
los ocho millones y medio tado de Pernambuco, está situada a 839
de kilómetros kilómetros al norte de Salvador de
cuadrados dcon Bahía y sus carnavales son un ver-
igual intensidad, dadero muestrario de todos los festejos
a la totalidad momescos del nordeste. La playa de
de sus 160 mil- Boa Viagem es el espacio de los tríos
lones de habi- eléctricos; el centro de la ciudad, el
tantes. lugar reservado para las