El poema describe una tarde gris y melancólica que refleja el estado de ánimo del poeta. Aunque no recuerda la causa de su angustia, recuerda que de niño tenía una compañera. Ahora vaga sin rumbo como un perro perdido o un niño asustado, buscando a Dios en la niebla mientras es poeta, borracho y soñador.