El documento presenta varias escenas que involucran a Heriberto, Victoria y sus hijos. En la primera escena, Heriberto lleva a sus hijos Alex y Pipe al club de canotaje. Más tarde, recoge a sus hijos Fer, Alex e Isab para llevarlos a su casa. Fer se siente celosa de que María viajó con Victoria a Miami. Heriberto la lleva a una cita en el Palacio de Bellas Artes para distraerla. Mientras tanto, en Miami, María modela en un desfile de moda a pedido de Victoria. Al final,
1. #Tres_Palabras 41
MEXICO DF
*Club de Canotaje*
Día sábado por la tarde…
H: ¡Arriba! (Sacando en brazos a Alex de la balsa)
Rod: Estuvo bueno por hoy, ¿No? (Haciendo lo mismo con Pipe)
Pipe: yo quería más, tío…
Alex: yo también, papi…
H: tenemos aquí desde la mañana… Vayan por sus camisas…
Rod: ¿Se vienen a cenar a casa? Los niños pueden jugar y nosotros ver el juego de f utbol…
H: ¿Y si lo dejamos para el siguiente f in de semana? Tengo que acostar a los niños temprano…
Rod: ¿Y eso por qué?? Es sábado…
H: Tengo un compromiso… (Mirando el reloj)
Rod: ¿Un compromiso?? ¿Y con quién??
H: baja la voz… No quiero que los niños se enteren… Los dejaré dormidos…
Rod: Oye, ten cuidado, eh… Tú mujer te mata si llega a pescarte…
>> La risa de Heriberto jamás le sonó tan cínica a los oídos de su amigo…
Capitulo 41
MANSION RIOS BERNAL
*Pasillo Planta Alta*
H: Los 2 se meten a la regadera en este momento…
Alex: ¡Si pa!!
Pipe: ¿Y después vamos a comer??
H: Si, cuando estén bien pero bien limpios.
Isab: ¡Paaaaaapi!! (Echándose a los brazos abiertos del papá)
H: ¡Mi princesita!! (Dándole vueltas por los aires)
Isab: ¿Mami??
H: Mami viene mañana… (Camino a la recámara de Fer y tocando a la puerta) Hija… Abre, por f avor…
Isab: Fe no abe, papi…
H: Fer… Si no abres, iré por la llave y de todas f ormas entraré, pero estaré muy enojado…
Fer: ya… (Regresándose a la cama apenas abrió)
H: todavía en pijamas, mi vida… ¿…?
Fer: Si… (Echándose todas las cobijas hasta la cabeza)
H: Mi amor… ¿Qué pasa…?
Fer: María es la f avorita de mamá… Y después también será la tuya…
Isab: ¡Malía!
H: No es la f avorita, Fer… ¿Cómo dices eso?? (Sentándose en un borde de la cama) Es tu hermana… No puedes sentir
celos de tus hermanos…
Fer: no estoy celosa…
H: sí lo estás… Y no hay motivo para ello… María nunca había viajado antes f uera del país…
Fer: ¿Y por qué yo no podía ir con ellas??
H: ayer tuviste clases…
Fer: ¡No es justo!
H: Voy a ver cómo van tus hermanos en la regadera y vuelvo, eh… Esta plática no se ha terminado…
“Mujeres… ¡Mujeres!!”
MIAMI, FL
Hotel X
*Suite 3214*
V: los pies me están matando… (Tirándose a la cama luego de despedir al muchacho que les ayudó con las bolsas)
M: caminamos mucho… Pero yo no estoy cansada, mami…
V: ¿Cómo vas a compararte conmigo, mi vida…? Tienes 14 añitos apenas… Y yo… Bueno, he dado a luz 5 hijos… 6
porque parece que a Max también lo parí…
M: Pero estás bien joven mamá… Supongo que es normal que te duelan los pies si no te quitaste los tacones mientras
íbamos de tiendas…
V: tienes razón… Aquí no sé por qué los uso, si solo los llevo para no verme tan chaparra junto a tu papá…
Mientras María reía, Victoria recordó lo que había acordado con su hija hace algunos días… Cuando se ref iriera a Heriberto
lo haría como “tu papá”… Y cuando le hablara de Juan Pablo lo llamaría por su nombre de pila. Así de sencillo.
M: como sea, hacen una bonita pareja… Cuando crezca, quiero tener un esposo como mi papá… Es tan guapo… Alto…
Lindo… Parece un rey…
V: ¿Por qué empezaste a llamarlo así…? (Contemplándola algo divertida)
M: porque él me dijo que yo era una princesa… Y Naty me dijo que la única persona que podía nombrar a una princesa era
un rey… Cosas de niñas…
V: me imagino… (Mirándola con adoración) ¿Qué te parece si bajamos al spa? Esta noche es el desf ile y tenemos que
prepararnos…
En la noche…
MEXICO, DF
MANSION RIOS BERNAL
*Habitación Principal*
Los niños dormidos, por eso Heriberto había tenido todo el tiempo del mundo para bañarse, afeitarse, untándose el cabello
con gel hasta peinárselo todo hacia atrás y luego vestirse…
2. Colocándose las ostentosas mancuernillas, regalo de Victoria, en cada manga de la elegante y f ina camisa blanca. Frente al
espejo cuando sonó el teléf ono…
H: bueno… (Con el corbatín desatado pero alrededor del cuello)
V: Hola DOCTOR…
H: señora Ríos Bernal… ¿Cómo le va…?
V: muy bien… Casi lista para salir… Supongo que a dif erencia de ti, que ya estarás en la cama…
H: supones mal… Voy a salir también…
V: ¿Y a dónde si se puede saber…?
H: tengo una cita…
V: y… ¿Con quién…?
H: Con mi novia… Ya que mi esposa está f uera del país…
V: (Soltando la risa) Espero que te vaya bien, eh…
H: yo igual… Está encerrada con la maquillista y la peinadora hace casi 2 horas… (Hac iendo la última maniobra con el
corbatín)
V: mi princesa… Desearía estar allá, para arreglarla yo misma…
H: para nuestra próxima cita…
V: ¿sigue celosa…?
H: Si… Pero esta noche tendré todo el tiempo para platicar con ella sobre el tema…
V: Espero que puedas sacarle esas ideas… No me gustaría que la relación entre ella y María se eche a perder…
H: No será así, mi amor… Despreocúpate… ¿Cómo van ustedes?? (Sacando la chaqueta negra del perchero)
V: el chof er vino por nosotras… Tenemos que irnos…
H: Nos hablamos a la medianoche…. Quien llegue primero…
V: de acuerdo… Un beso…
H: te amo, mi vida…
V: y yo también a ti, mi amor…
////
Una última mirada al espejo, la chaqueta alisada y f ue por su cita… No tenía por qué, pero estaba nervioso…
>>> Toc, toc, toc…
Pei: está casi lista DOCTOR…
H: gracias… Tenemos el tiempo medido… (Estirando el brazo para poder ver el reloj)
>> “¿Cómo me veo…??”
H: estás… Preciosa, mi amor… (Tomando la mano de Fer y dándole una vuelta para luego besarle la mano)
Fer: Gracias, papito… Tú también estás guapísimo…
La verdad era que la niña estaba mucho más hermosa que de costumbre, tanto el vestido, como el peinado y el maquillaje
eran adecuados a su edad y al evento donde asistiría con su padre…
H: ¿Nos vamos entonces…? (Of reciéndole un brazo)
Fer: Si papi… (Tomando dicho brazo, tal y como había visto que lo hacía la mamá)
Ya en el coche…
H: ¿Ya se te bajó el enojo…? (En el asiento trasero con la niña)
Fer: yo quería ir con mamá y con María…
H: pero no se pudo, princesa… ¿Qué hago yo sin una mujer en casa??
Fer: está Bella…
H: es muy chiquita y tú lo sabes… Además… ¿Cuántos viajes has hecho sola con Victoria, eh…?
Fer: como 100…
H: ¿Lo ves…? Para María será el primero…
Fer: Pues… Si…
MIAMI, FL
En un lujoso hotel, la pasarela era realmente impresionante, luces, ef ectos de sonido… No era para menos… Se llevaba a
cabo un evento de la Semana de la moda Otoño-Invierno.
Como estaba de invitada, Victoria debería haber estado en primera f ila, pero decidió estar tras bastidores… Con María por
supuesto…
La adrenalina que se vivía ahí, entre el corre y corre era lo que le gustaba a Victoria y al parecer le estaba transmitiendo esa
pasión a su hija mayor…
Comunicación insistente por radio… Preocupación, tensión… Sucedía algo…
V: ¿Qué sucede?? (A uno de los diseñadores que ya conocía hace años)
Dis1: se nos enf ermó una modelo, Victoria…
M: si papá estuviera aquí, seguro que la curaba…
V: (Sonriendo ante la palabras de su hija) Pero habrá alguna modelo extra… Eso hacemos nosotros…
Dis1: Si, pero a esta nadie puede sustituirla, es una quinceañera… No tiene la talla que las demás modelos… (Examinando
la estatura de la jovencita que tenía a su lado) Victoria… ¿Nos prestas a tu hija??
V: ¿Si se las presto…? (Entendiendo claramente las intenciones de aquel diseñador)
MEXICO DF
*Palacio de Bellas Artes*
En primera f ila del palco privado, justo en el centro, los mejores asientos existentes… Fer miraba como hipnotizada al
f amoso pianista que daba un concierto… Eso sí, con una manito envuelta por las manos de su padre…
Al terminar la melodía, los aplausos estallaron… Y los del Dr. Ríos Bernal y su hija no f ueron la excepción… La emoción de
la niña era incontenible… Era una af icionada de la música a tan corta edad sin lugar a dudas… Pero la emoción de
Heriberto radicaba en ver a su pequeña f eliz…
Fer: qué bonito, papi… (Volteando a mirarlo)
H: ¿Te gusta, princesa…?
3. Fer: ¡Mucho! (Lanzándose a abrazarlo intempestivamente)
H: ay mi amor… (Besándole la sien)
Xx: Dr. Ríos Bernal… No imaginé verlo aquí… Y menos con su hija…
MIAMI, FL
Hotel X
*Tras Bambalinas en el Salón Principal*
M: mami, pero… (Subida en una especie de pedestal, siendo vestida y maquillada)
V: mi vida… Si no quieres hacerlo, dímelo…
M: es que no sé qué hacer…
V: escúchame bien, hija… Imagina que eres una estrella muy alta… Que nadie te puede alcanzar… Camina erguida…
Mirando siempre al f rente… Yo estaré ahí af uera contigo…
>>> ¡La modelo quinceañera!! ¿Dónde está?? ¡Es su turno de SALIR!!
MEXICO DF
*Palacio de Bellas Artes* (Palco)
H: ¡Caramba! Yo tampoco pensé verlos aquí… (Poniéndose en pie para saludar a sus amigos)
Fer: ¡Padrino!! ¡Tía Cinthia!!
Cin: Mi cielo, estás hermosa… (Besando a la niña y luego a Heriberto)
Fer: gracias…
La esposa de Rodrigo se sentó junto a Fer, mientras que él lo hizo al lado de Heriberto.
Rod: te conf ieso que me tenías preocupado…
H: ¿y por qué…?
Rod: con eso de tu “compromiso”… Creí que era con una mujer…
H: ¿Y no lo es…? (Volteando a ver a Fer que platicaba animadamente con Cinthia)
Rod: si, pero…
H: no me digas que creíste que yo…
Rod: Si… que tú…
H: (Soltando la risa, pero viéndose obligado a callarse cuando se reanudaba el concierto)
MIAMI, FL
Hotel X
*Pasarela en el Salón Principal*
Nada más se plantó en la tarima, los aplausos detonaron… La habían presentado como una modelo de Casa Victoria…
El problema ahora eran los nervios de María… Nunca antes había hecho algo así… Intentó recordar las palabras de su
madre… Pero no podía… Miró al f rente y localizó precisamente a Victoria… Que le empezó a hablar con movimiento de
labios y señas…
La jovencita se llenó de conf ianza e hizo lo que su mamá le estaba indicando…
Al f inal del desf ile, la sensación había sido María… Qué curioso… La más joven y que carecía de cualquier tipo de
experiencia en las pasarelas…
Pero les llamó la atención no solo su CARA bonita y rasgos f inos… Sino también la elegancia con que caminaba… Y sobre
todo, el saber que era la hija mayor de la f amosa diseñadora mexicana Victoria Ríos Bernal…
Periodistas que cubrían el evento, las rodearon tanto a madre como a hija… Querían tener una exclusiva con ellas…
Muy entrada la noche…
*Suite 3214*
M: ¿Mami…? (En un susurro al dar media vuelta en la gran cama)
V: ¿Si…? (Tomándole una mano)
M: no puedes dormir… ¿…?
V: estaba pensando en Max… Me gustaría tanto que nos diéramos una escapadita para ir a visitarlo…
M: pero Canadá queda lejos…
V: mucho… No nos daría el tiempo para ir y volver mañana mismo…
M: Lo extrañas mucho, ¿Verdad…?
V: mucho… Estoy deseando tanto que se conozcan…
¡Qué día domingo les esperaba! Uno muy ajetreado… Tanto para Victoria y María en Miami y su regreso a casa… Como
para Heriberto, Fer, Alex, Pipe y Bella en México…
MANSION RIOS BERNAL
*Despacho* - 9pm
Sentados en un sillón, el brazo de Heriberto pasaba por los hombros de la pequeña María, mientras que ella con una
computadora portátil le mostraba todas las f otos que tomó durante su viaje…
H: hubiera querido estar ahí…
M: yo también querías que f ueras, papi…
H: pero te divertiste mucho con tu mamá, ¿No es así??
M: muchísimo. Es la mejor…
H: sí que lo es… Me da tanta f elicidad que te hayas dado cuenta…
M: papá… A veces digo o hago cosas que no siento…
H: es algo que se calif ica como “normal” a tu edad… Ya aprenderás a hacer un balance y sabrás controlarte… (Inclinándose
a besarle la cabeza)
M: Conocí casi todo Miami…
H: lo estoy viendo… (Al ver la reproducción de f otos continua que ciertamente eran centenares)
Y fueron tantas que a Victoria le dio tiempo para:
>> Jugar un rato con Bella antes de hacerla dormir.
>> Leerles varios cuentos a los gemelos, hasta que conciliaron el sueño, los 2 en la misma cama abrazados a ella, por lo
que tuvo que pasar a Pipe a su camita y acomodar a Alex en el centro de la de él…
4. Y por último pero no menos importante,
>> Escuchar el relato de lo vivido la noche anterior en la cita de Fer…
V: tu papá me envió una f oto y te veías hermosísima, mi vida… (Sentada en la cama con la niña)
Fer: dice papi que me parezco mucho a ti…
V: eso me hace sentir orgullosa…
Fer: ¿Y sabes qué fue lo mejor, mami??
V: ¿Qué, mi amor…?
Fer: Que papá me pondrá en clases de piano y ya me compró… (Llevándose las manos a la boca como si hubiese
cometido una imprudencia)
V: ¿te compró qué, Fer…?
Fer: no mami… Olvídalo… ¿Mañana tenemos que ir a la escuela??
V: si señorita… (Levantándose de la cama y acomodándole las cobijas)
Fer: ya quiero que sea diciembre…
V: estamos a poco tiempo, princesa… Casi a la vuelta de la esquina… (Sobre la mejilla de la niña, besándosela)
*Pasillo Planta Alta*
M: ya me voy a dormir, mami… (Con el laptop bajo el brazo)
V: ¿A tu recámara…?
M: si… Ya Fer lo sabe… Solo me pidió que los f ines de semana durmamos juntas…
V: menos mal que lo tomó bien… ¿Y tu papá?
M: en el estudio… Dijo que no tardaría en subir…
V: voy a verlo… Ha estado un f in de semana solito el pobre…
M: (Riendo por la expresión de la mamá, ella jamás calif icaría al Dr. Ríos Bernal de pobre) Buenas noches mami… Tengo
mucho sueño…
V: que descanses, mi amor… (Besándole la mejilla y abrazándola en medio pasillo) Te quiero…
M: y yo a ti…
*Estudio*
V: un piano… (Encontrando a su marido en el asiento negro f rente de dicho piano) Fue eso lo que le compraste a Fer…
H: Si… (Cerrando la tapa sin animarse a tocar las teclas) ¿Qué te parece…?
V: Está… (Mientras observaba el elegante piano, se sentaba en las piernas de Heriberto) Increíble… Inmenso…
Y es que era cierto, se trataba de un piano negro, de cola… De media cola para ser exactos, entre 190cm a 225cm de
longitud… Por eso la sorpresa de Victoria por lo grande que era…
H: Fue un trámite ponerlo aquí… (Rozándole la pierna desnuda a su mujer) Que hasta pensamos dejarlo en la SALA…
V: Nuestra hija está tan emocionada por empezar las clases… (Entrelazando sus dedos a la altura del hombro de Heriberto
cuando le rodeó el cuello)
H: y yo también… Porque nadie en esta casa sabe hacerlo… (Alzando una mano hasta acariciarle el mentón y luego los
labios)
La besó tan prof undamente que a pesar de estar sentada, Victoria sintió débiles las rodillas…
La caricia suave se transf ormó rápidamente en pura pasión… Suaves besos f ueron regándos e por el cuello f emenino…
Y poco a poco, sin despegar sus labios de la tersa piel, Heriberto se puso en pie… Haciendo lo impensado… Sentó a
Victoria sobre la tapa que cubría las teclas…
V: Mi amor… ¿…? (Viéndolo ir camino a la puerta y girar el cerrojo de la misma)
H: supongo que acostaste a todos los niños… (Volviendo hacia ella) Y María subió porque no aguantaba el sueño… Así
que… (Acariciándole ambas piernas, de arriba a abajo, f isgoneando bajo la bata y el camisón) No hay peligro que nos
interrumpan…
V: ¿No…?
La posición en que se encontraban, la dejaba a ella a absoluta merced de su marido…
Él deslizó las 2 manos por las curvas de las caderas… Sus ojos se habían vuelto apasionados y posesivos…
Ya estaba endureciéndose, su organismo reaccionaba con apetito insaciable a la forma en que ella lo miraba.
Por eso cabía la pregunta de… ¿Quién estaba seduciendo a quien??
H: te extrañé tanto… (Inclinando la cabeza hacia su cuello)
Él jugueteó con el lóbulo de su oreja… Ella atrapó el borde de su camiseta y tiró con f uerza hacia arriba, quitándosela.
Y con el solo roce de sus manos, avivó más el f uego interior en su marido… Que una vez más pensó que nunca había
deseado nada como la deseaba a ella…
¿En qué momento se habían desvestido?? No importaba… Ya todas las prendas yacían en el suelo…
Ahora, las grandes palmas subían por las piernas f emeninas que colgaban a ambos lados de él… Tomando su boca de una
forma tan gentil, que solo estaba consiguiendo encender más el agonizante deseo…
Le mordisqueó el labio inf erior… El superior… Un sensual ataque que también buscaba llegar a sus sentidos… A su alma…
Besos largos… Arrebatadores… Que la sacudían deliberadamente… Sintiendo, ya que no tenía la oportunidad de pensar…
V: mi amor… (Desviando sus labios por la línea de la f uerte mandíbula con leve rastro de barba de 1 día)
Él se aprovechó y mordisqueó el área de la barbilla, bajando por el cuello… Teniendo un mejor acceso cuando ella hizo la
cabeza hacia atrás… Besándole apasionadamente el lugar donde latía el pulso… Llegando al lugar donde le latía el
corazón…
Sus labios trazaron el corto camino hacia uno de sus senos… Succionó el pezón una y otra vez… Arremolinando sus labios
alrededor de la punta ya tensa… Soplando cálidamente antes de pasar al otro pecho…
Y esa noche sentiría cada roce de sus dedos, de su boca, de sus labios, se prometió Heriberto…
Así lo hizo… El incesante placer la tenía girando cuando él alzó la cabeza… Con una sonrisa al ver que tenía los ojos
entrecerrados…
Le abrió un poco más las piernas, volviendo a ubicarse entre ellas… Empujó su desarrollada f irmeza contra la entrada
cálida y húmeda…
5. Fue como si una corriente la atacara a medida que él comenzó a invadirla… Grueso y duro… Presionando a través de sus
suaves pliegues…
Ella volvió a jadear mientras lo acomodaba a su cuerpo… Entrelazó sus pies tras las piernas de él, igual que le clavó las
uñas en la amplia espalda…
Una vez más, ella estaba a merced de su marido… Que se tomaba su tiempo mientras la embestía… Sintiéndose
gratamente envuelto…
La voz ronca de él se mezcló con los gemidos de ella cuando sus bocas se unieron…
Gimió de placer, moviendo todos sus músculos al ritmo marcado por las seguras y rápidas acometidas de él, elevando las
caderas y valiéndose de sus muslos para apretarlo con fuerza.
H: subamos… (Disf rutando la f orma en que sus músculos se cerraban a su alrededor)
>> “Tienes que estar bromeando, Ríos Bernal…”
H: arriba, mi amor…
V: No… (Jurándose que no lo perdonaría si se detenía en ese momento, se apretó más al cuerpo masculino, con brazos y
piernas)
H: Si… Vamos… (Frenando todo tipo de movimiento, aunque seguían íntimamente unidos)
V: que no, te digo… (Intentando que empezara otra vez a moverse)
Pero él se separó de su mujer, para sentarla esta vez sobre el piano… Y antes de que ella protestara, se sentó a su lado
con una maniobra insospechada… Se acercó a besarle los labios, y mientras caían lentamente acostados de lado sobre la
ref inada madera…
Le tomó una de las f inas piernas y la pasó sobre su cintura, adentrándose en ella con una sensual acometida… La agarró
de las caderas y empujó…
Lo sintió embestir más abismalmente… Empujando las caderas hacia adelante y hacia atrás… Enviando vibraciones a
todos sus nervios…
H: te amo, Victoria… (Susurrándole al oído, mientras se hundía una y otra y otra vez en su interior)
Ella le estaba respondiendo, pero lo que él oía eran gimoteos con cada estocada… Se dejaron llevar por un ritmo
vertiginoso…
Los labios de Victoria se cerraron inesperada e inconscientemente en el hombro de su marido… Solo después se darían
cuenta si quedaba alguna marca…
Dentro de un rato, estuvo sumergido completamente en ella… Lo sintió expandirse… Y a sí misma tensarse…Lo abrazó…
Él también lo hizo… Y la inminente explos ión detonó todo en millones de pedacitos…
H: Hmm… (Besándole la parte superior del pecho) ¿Sabes por qué antes no lo habíamos hecho sobre un piano…?
V: (Negando con la cabeza)
H: Pues porque no lo teníamos…
V: ¿Y tú sabes cómo me sentiré cada vez que vea este piano o cualquier otro?? (Pasándole las palmas de las manos por
toda la espalda)
H: Con ganas de buscarme…
V: ¡Baboso! (Tomándole la cara para que la mirara) Hablo en serio…
H: y yo también, mi vida… (Entreabriéndole los labios y cerrando los suyos contra su boca)
El primer día de diciembre… Que casualmente cayó sábado… El vestíbulo estaba lleno de cajas… Etiquetadas con lo que
tenían dentro… Adornos de paredes, del árbol, luces para el jardín, y demás decoraciones navideñas.
Victoria y las niñas revisaban con lo que contaban, mientras esperaban que Heriberto y los gemelos llegaran con el famoso
arbolito de Navidad. Uno nuevo, puesto que así lo decidieron en honor a María…
En un momento, Victoria entró en tensión… Y todo porque…
>> Bella correteaba con guirnaldas en sus manos por todo el vestíbulo y la SALA.
>> Pipe y Alex jugaban con las esferas que adornarían el árbol de navidad, dejando caer una que otra y partiéndolas sin
querer.
>> Fer y María revisaban las luces, que todas funcionaran, aunque por accidente quebraron algunos f oquitos al pisarlos…
H: ¿Qué…? (Viendo algo f rustrada a su mujer)
V: hoy no es el día correcto para hacer esto…
H: contratemos a uno de esos decoradores experimentados… Lo harán mientras nosotros no estamos en casa…
V no Ríos Bernal, la idea es que trabajemos juntos, como la f amilia que somos… ¡Es Navidad! Sino qué chiste habría…
¿…?
H: Ninguno supongo... Entonces vamos a dividirnos el trabajo, ponle una tarea por separado a cada uno…
Un instante después, el Dr. Ríos Bernal pensó que su idea había sido malísima… A él, a Pipe y a Alex les tocó la tarea de
decorar el jardín… Colocar luces en todos los árboles y arbustos… Además de las rejas y ubicar las grandes f iguras
inf lables de renos, muñecos de nieve y más caracteres acordes a la época del año…
Alex: ¡Papaaaaaaaa!
H: ¿Alex?? (Volteándose a verlo, pero no lo encontró, solo a Pipe)
Pipe: ¡se cayó, pa! (Corriendo hacia los arbustos donde vio caer a su hermano)
Alex: ¡Ayuda!! (En medio de ramas y más ramas)
H: hijo… ¿Estás bien?? (Tomándolo de los brazos y sacándolo con un solo jalón)
Alex: Si pa…
H: ¿Por qué no dejan eso hasta que yo termine con los árboles? Mientras pueden ir ubicando dónde irá cada muñeco, ¿De
acuerdo?
Pipe: ¡Eso será bien padre!! (Corriendo sin pensarlo 2 veces)
H: ¿Te raspaste o te golpeaste, mi vida…?
Alex: no, nada papi… ¡Espérame Pipe!!
*Sala*
V: Bella… (Riendo al encontrarse a la pequeña sentada en el suelo, pero casi cubierta completamente por guirnaldas)
Isab: Mami… (Alzando ambos bracitos al verse enredada)
6. /Frente a la chimenea/
Fer: Aquí están todas las botas navideñas…
M: son 7…
Fer: Primero va la de papi, después la de mami… Como Max no está, tú puedes usar la de él…