El documento habla sobre los tres enfoques del amor: amor a Dios, amor a uno mismo y amor al prójimo. Citando Mateo 22:37-39, señala que amar a Dios con todo nuestro ser y amar a los demás como a nosotros mismos son los dos grandes mandamientos. Concluye que un amor equilibrado en estos tres enfoques desprenderá un buen aroma que atraerá a otros hacia Cristo.