Este documento describe varios de los árboles más antiguos que se pueden encontrar en España, incluyendo un castaño de 500 años en las Médulas, un tejo milenario de más de 1000 años en San Cristóbal de Valdueza, el castaño más grande de España con 800 años en Villar de Acero, y un bosque de hayas centenarias frágiles pero bien conservadas en El Faedo de Ciñera. También se menciona un árbol seco que data del siglo XVI a pesar de tratamientos para salvarlo.