1) La guerra colonial entre España y sus colonias de Cuba y Filipinas estalló en 1895 debido al creciente movimiento independentista y la falta de concesiones de autonomía por parte de España.
2) Estados Unidos intervino en la guerra en 1898 después de que un buque de guerra estadounidense explotara en el puerto de La Habana, lo que llevó a la declaración de guerra.
3) En el Tratado de París de 1898, España cedió sus últimas colonias de Cuba, Puerto Rico y Filipinas a Estados Unidos, marc
2. TEMA 7. GUERRA COLONIAL Y CRISIS DE 1898.
GUIÓN
7.1. ANTECEDENTES.
•La España de la Restauración en el contexto internacional.
•El Imperio colonial español durante la Restauración: Cuba, Puerto
Rico y Filipinas.
•La Guerra Larga cubana. (1868-1878)
7.2.LA GUERRA COLONIAL.(1895-1898)
•Causas de la guerra.
•Desarrollo de la guerra: Cuba. Filipinas. EEUU (1898). Paz de
París.
7.3. CONSECUENCIAS: LA CRISIS DE1898.
•Económica.
•Política: El regeneracionismo.
•Cultural: La Generación literaria de 1898.
3. ANTECEDENTES
Para muchos historiadores, la crisis del 98, representa el comienzo de la propia crisis
de la Restauración. Por su importancia conviene que la estudiemos detalladamente.
La historiadora Rosario de la Torre ha estudiado el contexto internacional de la
España de la Restauración y señala su coincidencia con un largo periodo de paz
europea conocido como la Paz Armada. En esta época Alemania ejerce un verdadero
liderazgo en Europa (II Reich) y Bismarck, su canciller, lo plasmará a través de un
inteligente sistema de alianzas con Austria, Rusia e Italia. Mientras tanto, su gran
enemiga Francia vive los años de la III República y Gran Bretaña los gloriosos años de
la era victoriana. Francia y Gran Bretaña serán los abanderados del gran impulso
colonial (imperialismo colonial) que emprenden las naciones industrializadas a finales
del S.XIX. Europa se lanzó a la conquista de África y Asia y los EEUU, superada su
Guerra Civil en 1866, puso sus ojos en las últimas colonias españolas en el Caribe (Cuba
y Puerto Rico) y en el Pacífico (Filipinas).
4.
5. España, que no había conseguido entrar en los sistemas de
alianza de Bismarck, se encuentra aislada internacionalmente
y no va a ser capaz de contener el empuje del imperialismo
de EEUU. A consecuencia de todo ello, la pérdida definitiva
de nuestro imperio colonial está íntimamente conectada con
el segundo reparto colonial que impusieron las grandes
potencias industriales (EEUU, Gran Bretaña, Alemania,
Francia) a finales del siglo XIX.
6. Recordemos que en este momento
María Cristina de Habsburgo, segunda
esposa de Alfonso XII, actuaba como
regente en España (1885-1902), su
papel fue más bien un sistema de
gobierno representativo, ya que no
participó en los enfrentamientos entre
los partidos dinásticos, respetando el
turno a la hora de llamar a los
candidatos a formar gobierno, aunque
se sintió más cercana a Sagasta y no
puso dificultades al mantenimiento de
largos períodos de gobierno del partido
liberal. Se promulgaron, entre otras, la
Ley de Sufragio Universal y la Ley de
Asociaciones.
7. En sus últimos años de regencia se agravó
el problema marroquí y se agudizó la
conflictividad social. De esta época datan
también los inicios del catalanismo político.
Además, la pérdida de las últimas colonias
en 1898 y el comienzo de la descomposición
de los dos partidos del turno al desaparecer
Cánovas y Sagasta pocos años después,
sumieron al país en una grave crisis, que
evidenció de manera clara la inoperancia
que adquirió, coincidiendo con el cambio de
siglo, el régimen de la Restauración.
Su más ferviente deseo era traspasar la
Corona a su hijo, deseo que vio cumplido en
1902, cuando Alfonso XIII alcanzó la
mayoría de edad y fue proclamado rey de
España.
8. El Imperio colonial español durante la Restauración presentaba unos rasgos
muy peculiares:
Cuba y Puerto Rico, situadas en las cercanías de EEUU, tenían una vida
económica basada en la agricultura de exportación de la caña de azúcar y del
tabaco. Aportaban a la economía española un flujo continuo de beneficios. Todo
esto se debía a las fuertes leyes arancelarias que Madrid imponía a sus colonias
(arancel 1891). Constituían un “mercado cautivo”, obligadas a comprar las
carísimas harinas castellanas y los textiles castellanos. También estaban privadas
de autogobierno. El dominio español se había mantenido, principalmente, por
su ejército y administración que beneficiaba a una reducida oligarquía
terrateniente con explotaciones esclavistas.
9. El archipiélago de las Filipinas, en el Pacífico occidental, tenía
poca población española y pocas inversiones, solo una vieja
compañía de tabaco. La soberanía se mantenía con una
pequeña fuerza militar y con varias órdenes religiosas de
misioneros. Los españoles no se mezclaban con los filipinos, no
se produjo el fenómeno de mestizaje y aculturación.
10. La Guerra Larga cubana (1868-1878)
En 1868 se inicia el levantamiento
popular cubano dirigido por Manuel
Céspedes (“grito de Yara”), un rico
criollo, que se extiende por la zona
oriental de la isla y pide la abolición de
la esclavitud y la autonomía política.
Durante 10 años, España es incapaz de
someter la revuelta debido a que tenía
que atender a la III Guerra carlista y a
las guerras cantonales.
11. Finalmente, el general Martínez Campos consigue una tregua:
la Paz de Zanjón (1878) donde promete a los rebeldes cubanos
la abolición de la esclavitud (que se concedió en 1886) y un
autogobierno. En los años siguientes, surgió el Partido Liberal
Cubano, formado por una burguesía criolla, que defendía la
autonomía. Pero los proyectos autonómicos no salieron
adelante, en el Parlamento español, por la oposición de la Liga
Nacional, grupo de presión de la oligarquía azucarera.
12. LA GUERRA COLONIAL (1895-1898)
Causas de la guerra:
1)El desarrollo del movimiento independentista cubano. José Martí funda el
Partido Revolucionario Cubano (1892).
2) Los errores de los gobiernos de Cánovas y Sagasta al retrasar la concesión de
la autonomía y la política económica proteccionista (arancel de 1891) que
tanto disgustó a EEUU y a los burgueses criollos.
3) El respaldo diplomático y material de EEUU al levantamiento. Cuba
exportaba el 88% de su producción a EEUU y sólo importaba un 37% de EEUU
(su balanza comercial era, por tanto, negativa).
13. DESARROLLO DE LA GUERRA
El levantamiento cubano
fue dirigido por José Martí,
fundador
del
Partido
Revolucionario
Cubano,
Máximo Gómez y Antonio
Maceo, quienes apoyado por
los campesinos, se sublevó
en febrero de 1995 en la
provincia de Santiago de
Cuba, la más antiespañola
(Grito de Baire).
14. Cánovas, presidente del gobierno español desde marzo, decidió aplicar una política de
reconciliación, enviando al general Martínez Campos para negociar e impedir el avance de
los sublevados, pero al no conseguirlo, fue sustituido por el enérgico general Valeriano
Weyler en enero 1896. Este aplicó una táctica de guerra total contra los 40.000
guerrilleros cubanos (mambises): creó las célebres “trochas”, unas líneas fortificadas que
dividieron la isla en tres sectores aislados con el fin de dificultar el movimiento de la
guerrilla; reconcentró a la población campesina en los poblados, para impedir que
prestaran ayuda a la guerrilla; y destruyó las edificaciones que pudieran servir de refugio a
los rebeldes.
Las medidas sirvieron para reducir las posiciones rebeldes (se pacificó la zona
occidental), pero a pesar de los 200.000 soldados españoles mandados y los 1.000
millones de pesetas gastado, no se logró doblegar a la guerrilla.
15. La prolongación de las operaciones militares y la dureza de las mismas
ocasionaron las protestas de los EEUU, cuyo Senado recomendó al presidente
Cleveland que reconociera el derecho a la guerra de los cubanos (Ley Morgan)
para permitir prestar ayuda económica a los rebeldes; poco después darían un
paso más, ofreciéndose como mediadores en el conflicto y pidiendo la
concesión de una amplia autonomía para Cuba. Cánovas rechazó la propuesta y
redactó un memorándum en el que concedía libertades y cierta autonomía a
Cuba una vez pacificada. Con ello y con su asesinato en agosto 1897, la situación
no hizo más que empeorar. El nuevo presidente de EEUU, McKinley, protestó
ante el gobierno de Sagasta por la dura actitud del general Weyler que fue
sustituido por el general Blanco, exigiendo la pacificación de Cuba; es más, llegó
a pedir la compra de la isla por 300 millones $, a lo que se negó la Regente Mª
Cristina y el gobierno español. Aquello, aparte del deshonor, hubiera supuesto
también el fin de la Monarquía. Pero los EEUU no cejaron en sus objetivos y,
aprovechando la voladura del acorazado Maine (buque de guerra con 260
marines de EEUU de “visita” en el puerto de la Habana) en febrero de 1898 y,
tras la campaña de prensa de los periodistas Hearst y Pulitzer que movilizaron la
opinión pública de EEUU en contra del colonialismo español, el 25 de abril de
1898 declararon la guerra a España tras un ultimátum (20 abril).
16. La insurrección en Filipinas en 1896 comenzó por el
descontento de ciertos grupos indígenas con la Administración
española y con el excesivo poder de las órdenes religiosas. José
Rizal fundó la Liga Filipina con un programa simple basado en
la expulsión de los españoles, de las órdenes religiosas y en la
confiscación de sus latifundios para lograr la independencia. El
general Polavieja capturó y ejecutó a Rizal, pero un nuevo
líder, Emilio Aguinaldo, mantuvo la insurrección obligando al
gobierno español a enviar nuevos contingentes militares al
mando del general Fernando Primo de Rivera que controló la
situación hasta la llegada de los estadounidenses.
17. LA GUERRA CONTRA EEUU
Al estallar la guerra, en España se vivieron días de verdadero
entusiasmo patriótico, alentado irresponsablemente por los poderes
públicos y por la mayor parte de la prensa. Se creía en la posibilidad de
ganar la guerra a EEUU a pesar de su potencial industrial. En realidad ni se
podía ni se estaba preparado para ello. La guerra presentaba, además, una
gran dificultad añadida, al desarrollarse en dos escenarios muy distantes
entre sí: el Pacífico (Filipinas) y el Atlántico (Cuba y Puerto Rico). El
historiador Carlos Serrano distingue dos posturas ante la guerra: a) los
belicistas: partido conservador, liberal, carlistas y la mayoría de los
republicanos y b) los pacifistas: republicanos federales, socialistas,
anarquistas y nacionalistas. Los primeros combates se produjeron en
aguas del Pacífico. Nada más declararse la guerra, la escuadra de EEUU al
mando del comodoro Dewey desde Hong Kong puso rumbo a Filipinas. El
objetivo era Manila, donde el almirante español Montojo, jefe de la flota
del Pacífico, había refugiado sus barcos pensando en el apoyo adicional de
las baterías de costa que protegían el puerto. La desigualdad de fuerzas
navales era manifiesta (flota española: 8 barcos de madera; flota EEUU: 6
acorazados).
18. La batalla naval de Cavite apenas duró tres horas; el 1 de mayo la flota
española fue aniquilada, sublevándose Filipinas al frente de Emilio Aguinaldo.
Como consecuencia, dimitieron tres ministros del gobierno español y se
produjeron motines populares de subsistencia en España. En el Atlántico se
ordenó a la flota española que estaba en Canarias, al mando del almirante
Cervera, su traslado a Puerto Rico para protegerla y a Cuba; pero cuando
repostaba carbón en Santiago de Cuba, quedó bloqueada por la EEUU.
Aprovechando estas circunstancias las tropas rangers de EEUU (18.000)
desembarcaron en Santiago de Cuba y atacaron a nuestra flota en el puerto. La
flota salió del puerto el 3 julio y fue aniquilada (Batalla de Santiago de Cuba).
Desde allí, los rangers avanzaron hacia la Habana.
19. Pintura estadounidense que muestra al USS Olympia liderando el ataque a la
flota española en la Batalla de Cavite ( Filipinas)
20. LA PAZ. EL TRATADO DE PARIS (1898)
En diciembre de 1898 se firmó el Tratado de París, por el que
el gobierno de Sagasta reconocía la independencia de Cuba y
cedía Puerto Rico, Filipinas y la isla de Guam a EEUU a cambio
de 20 millones $. El resto de las posesiones – las islas Marianas,
Palaos y Carolinas- fueron vendidas a Alemania en 1899 por 25
millones de marcos. Por el Tratado de París, España perdía los
últimos restos de su imperio ultramarino.
21. CONSECUENCIAS: LA CRISIS DEL 98.
La derrota de 1898 sumió a la sociedad y a los políticos españoles en un estado de
desencanto y frustración. Para quienes la vivieron, significó la destrucción del mito del
imperio español,en un momento en que las potencias europeas estaban construyendo
grandes imperios coloniales en África y Asia, y la relegación de España a un papel
secundario en el contexto internacional. Además la prensa extranjera presentó a
España como un país moribundo, con un ejército incapaz,un sistema político corrupto
y unos políticos incompetentes. Y esa visión cuajó en buena parte de la opinión
pública.
Consecuencias sociales: La muerte de 50.000 soldados, muchos de ellos por
enfermedades tropicales, y un número importante de mutilados y el injusto sistema de
quintas para el servicio militar ( sorteo donde un mozo de cada 5 debía ir a la guerra)
que permitía a los hijos de los ricos pagar 2.000 pesetas a una familia pobre para que
fuera otro en su lugar, provocó que los partidos obreros pacifistas (PSOE) crecieran en
el número de afiliados.
Consecuencias económicas: A pesar de la perdida de los mercados coloniales
protegidos y de la deuda causada por la guerra no hubo crisis económica. Las
estadísticas de la época nos muestran que en los primeros años del S. XX se produjo
una inflación baja, una reducción de la Deuda Pública (reforma de Hacienda del
ministro Fernández Villaverde) y una considerable inversión de capitales repatriados.
22. Consecuencias políticas: Tampoco hubo una gran crisis política, como se
había vaticinado, ni la quiebra del Estado ni del sistema de la
Restauración. Los viejos políticos conservadores (Silvela, Maura) y
liberales (Canalejas) se adaptaron a los nuevos tiempos y a la retórica de
la “regeneración” y el régimen mostró una gran capacidad de
recuperación. De todas formas, la política de reformas administrativas y
económicas, inspiradas en el regeneracionismo, emprendidas por Silvela
fracasarán muy pronto.
Por otro lado, los movimientos nacionalistas conocieron una notable
expansión,sobre todo en el País Vasco (PNV) y en Cataluña (Lliga), donde
la burguesía industrial comenzó a tomar conciencia de la incapacidad de
los partidos dinásticos para desarrollar políticas renovadoras y orientó su
apoyo hacia los partidos nacionalistas, que reivindicaban la autonomía y
prometían una política nueva y modernizadora de la estructura del Estado.
23. Consecuencias culturales: El “desastre” provocó una profunda
crisis de la conciencia nacional, una intensa reflexión sobre
España y su significado en la historia, que se plasmó en una
producción literaria, ensayística y artística de gran calidad.
Azorín llamó al grupo de escritores Generación del 98. Este
grupo literario actuaban en común: se reunían en el Café Gijón
(Madrid), excursión a Toledo, homenaje a Baroja, peregrinación
a la tumba de Larra. La Generación del 98 estaba formada por
Azorín, Ángel Ganivet, Unamuno, Pío Baroja, Valle Inclán,
Machado, Ramiro de Maeztu,……Todos presentaban unos rasgos
comunes: el escepticismo (crisis del positivismo) que les
conduce al existencialismo (la angustia de la vida, la soledad, la
incomunicación), el irracionalismo que les conduce al
romanticismo, individualismo que les conduce al intimismo,
pesimismo, evasión, desengaño, …. Aunque son apolíticos se
oponen a la España de la Restauración. Ven a Europa como ideal
del trabajo aunque más tarde se pasan al tradicionalismo.
24. Tras el “desastre” del 98 surgieron movimientos regeneracionistas que propugnaron la
necesidad de una reforma y modernización de la política y la economía española.
Contaron con cierto respaldo de las clases medias y cuyos ideales quedaron
ejemplificados en el pensamiento de Joaquín Costa que propugnaba la necesidad de
dejar atrás los mitos de un pasado glorioso (“siete llaves sobre el sepulcro del Cid”),
modernizar la economía y la sociedad (“regar es gobernar”, “el hambre no es
monárquica ni republicana”), alfabetizar a la población (“escuela y despensa”),
democratizar la vida política (“acercar la España oficial a la España real”) y luchar
contra el caciquismo. Estas ideas la difundieron los hombres de la ILE (Institución Libre
de Enseñanza) desde el Ateneo de Madrid. La ILE era una Universidad privada y libre,
creada por Giner de los Ríos, que basaba sus métodos pedagógicos modernos
(coeducación, prácticas, diálogo, deportes, excursiones, sin asignatura de religión
católica) en las ideas de la filosofía del alemán Krause. Su objetivo era formar una élite
político-cultural que condujera al país a la modernización y a la democracia. Otros
autores regeneracionistas serían Ricardo Macías Picavea y Valentí Almirall.
Finalmente, el “desastre” del 98 supuso también un importante cambio en la
mentalidad de los militares, que se inclinaron en buena parte hacia posturas más
autoritarias e intransigentes frente a la ola de antimilitarismo que siguió al desastre.
Esto comportó el retorno de la injerencia del ejército en la política española,
convencido de que la derrota había sido culpa de la ineficacia y corrupción de los
políticos y del sistema parlamentario.