2. Consejos
Puede que no seas un escritor o una escritora profesional. Sin embargo, no importa cuál es tu profesión o
a qué te dedicas: siempre será probable que tengas que escribir un texto de manera profesional en un
momento u otro.
Algunos ejemplos de textos que deberás escribir en algún momento son: artículos, contenido web,
informes, correos electrónicos, cartas de presentación y currículos, entre muchos otros.
Pero no te preocupes. Aquí te proporcionamos varios consejos para que puedas llevar a cabo la
redacción de un texto sabiendo exactamente qué es lo que tienes que considerar.
Aprovecha esta oportunidad para mejorar tus habilidades generales de escritura y para poder redactar
textos de gran calidad
3. Primer consejo: conocer a quien le vas a escribir
Para cualquier tipo de texto que debas redactar, desde novelas hasta informes de negocio,
lo primero que hay que hacer es identificar al público objetivo; es decir, las personas que
van a leer tu trabajo.
Conocer el público para el que estás escribiendo te ayudará a determinar el tono, el estilo e
incluso el tema de tu texto.
Antes de empezar a redactar, haz algunas notas sobre tu público objetivo. Esto te ayudará
a asegurarte de que lo que escribes será de interés para este público y se ajusta a sus
necesidades y deseos.
4. Segundo consejo: objetivos del texto
También debes identificar cuál es el objetivo de tu texto. Es decir, responde a la pregunta: ¿para qué
estás escribiendo ese texto?
Si identificas el propósito inicial, serás capaz de mantener tu escritura fuertemente centrada en ese
propósito.
También serás capaz de guiar a tus lectores a tomar cualquier acción que desees que realicen.
Si estás escribiendo una carta de ventas, por ejemplo, tu propósito es persuadir a los lectores para que
compren un producto o contraten un servicio específico.
Escribe algunas notas acerca de la finalidad de lo que sea que vayas a escribir. Es más probable que
logres tus objetivos si te tomas un tiempo para pensar en ello antes de empezar a escribir.
5. Tercer consejo: la estructura
Como estás planeando redactar un texto con cierto objetivo y para determinado público, es fundamental decidir cuál es la
mejor estructura para ello.
Es decir, crea una forma de organizar mejor la información sobre la que vas a escribir.
Si creas una estructura para tu texto, ello te permitirá contar con un modelo que guiará la redacción del texto y hará la tarea
mucho más sencilla. Un buen artículo, por ejemplo, por lo general comienza con un título atractivo, seguido de una frase
"gancho", que es parte de un párrafo introductorio que atrapa al lector. Este párrafo es seguido por el cuerpo del artículo, lo
que cubre los principales puntos del texto, y el artículo termina con un párrafo final.
Si no estás seguro de cómo debes estructurar el texto que necesitas escribir, observa ejemplos de textos similares. Toma
nota de la forma en que están estructurados otros textos. La misma estructura puede funcionar bien para el texto que tú
necesitas redactar.
6. Cuarto consejo: prueba tu texto
Antes de enviar a tus lectores el texto que has escrito,
prueba de enviárselo a por última vez a personas con las que
tengas confianza y puedas contar.
No olvides comprobar si hay errores de ortografía, de
puntuación y errores gramaticales.
7. Importancia de redacción de textos
La Redacción consiste en expresarse con sentido y coherencia de manera escrita.
A pesar de las evoluciones tecnológicas, la Redacción tiene su importancia cuando para expresarnos a través de
redes sociales o en blogs tenemos que expresarnos de forma escrita. Para ello es importante estar conscientes
que en todo momento para darnos a entender por medio de un texto necesitamos de aprender a redactar.
Esto es, escribir un texto con la ortografía correcta, con los signos de puntuación necesarios y expresar de
manera sencilla lo que queremos.
La coherencia y cohesión permiten que el receptor capte y comprenda nuestro mensaje.
8. Etapas de redacción de textos
1. PLANIFICACIÓN:
Esta primera etapa consiste en analizar cuidadosamente el tema y en aclarar las ideas que
se desea comunicar. Solo se puede escribir acerca de lo que se sabe, pero hay que tener
muy claro el contenido del mensaje que se piensa transmitir. No basta tener una idea vaga
de lo que se quiere decir; se debe aclarar al detalle el contenido de lo que pensamos
escribir. Es necesario contar con suficiente información; tener a la mano cifras, datos,
fechas, citas y poner en claro mediante una guía o un esquema el orden en que deberán
aparecer en el escrito. Igualmente nadie podría redactar un texto serio sin haber planificado
su contenido y haber preparado una guía o esquema, es decir una lista ordenada de los
puntos que debe tratar.
9. 2. REDACCIÓN:
La segunda etapa consiste en expresar por escrito las ideas o conceptos bosquejados en la guía ya
preparada. La redacción es la codificación de las ideas: el ponerlas en el código idioma escrito. En esta
etapa no debe ser necesario pensar en que decir sino en cómo decirlo. Si ya hemos bosquejado los
temas o conceptos en orden más convenientes, la etapa de redacción consiste solamente en ampliar
estas ideas y exponerlas en oraciones completas.
Durante la etapa de redacción se debería escribir lo más rápidamente posible, sin preocuparse de la
corrección ni del estilo. Lo que se está escribiendo es simplemente un borrador. Mientras más rápido
escriba más natural y espontáneo resultara el escrito; será más agradable y “fresco”. No debe
preocuparse por la palabra exacta; si duda de la conveniencia de algún término y preferiría encontrar un
sinónimo subraye la palabra sospechosa y continué escribiendo. En la etapa de la revisión se ocupara de
buscar un sinónimo de la palabra marcada. El tiempo dedicado a la etapa de la redacción es muy valioso;
uno suele entrar en un trance y se alcanza un ritmo que no hay que interrumpir para buscar un sinónimo.
10. 3. REVISIÓN:
Si hemos preparado un buen esquema basado en el análisis y contábamos con suficiente
información sobre el tema, y si hemos redactado muy rápidamente siguiendo el esquema, lo
que tendremos ahora será un borrador que hay que revisar y corregir.
En caso de que dispongamos de tiempo, debemos esperar que transcurran varias horas o
días antes de emprender la revisión del escrito. Si se trata de una carta o de un memorando
breve, esto seguramente no será posible, pero en el caso de un informe, de una monografía
o de un artículo para una revista, es conveniente dejar “dormir” el borrador para olvidarnos
de lo que hemos escrito. Luego lo revisaremos y criticaremos como si se tratara de obra
ajena. El acabado de una obra es tan importante como su planificación y construcción.