3. Cada persona debe enfrentarlos por sí misma sus miedos a
escribir, mediante su trabajo y su capacidad creadora,
aprendiendo a conocerse y a dominar las reglas del oficio y del
idioma que utiliza.
4. Hay que recordar que antes de iniciar a escribir el tesista posee ya los dos
elementos fundamentales:
• Un volumen de información suficiente como para abordar el tema que se
propone exponer .
• Un esquema expositivo o plan de texto que le permite prefigurar lo que
habrá de ser el trabajo terminado.
5. Lo que se va a escribir de primera instancia no es el texto definitivo sino un
borrador, una versión preliminar de la obra que está sujeta a inevitables ajustes y
revisiones antes de su presentación final.
6. Es recomendable iniciar el trabajo por el
punto donde éste resulte más accesible
para quien escribe, con lo que se hacen
menos sensibles las dificultades
subjetivas .
Hay quienes prefieren ir dando forma,
desde el comienzo, a los capítulos que
componen la exposición teórica inicial.
Otros optan por redactar primero, de un
modo bastante completo, las secciones
relativas al análisis.
Muchos investigadores, sienten mayor
seguridad y perciben mejor lo que hacen
si comienzan, llanamente, desde la
introducción.
7. ¿Qué puedes suceder si no elaboramos esquema
de trabajo?
Que todo lo que escribamos al comienzo tenga poca aplicación en el
momento de la redacción final y que su utilidad se reduzca a la de
meros papeles de trabajo.
8. Puede suceder también que haya que rehacer varias de las partes
primeramente redactadas, pues quizás no se ajusten en forma o
contenido al carácter del trabajo final.
.
9. Las repeticiones o las incongruencias de la exposición sean
mayores, multiplicando los esfuerzos que tenemos que realizar al
momento de corregir el borrador.
10. METODOS DE TRABAJO EN LA REDACCIÓN
Es preciso tener una disciplina intelectual, que nos aparte de la
tendencia espontánea a escribir de un modo no meditado, sin
demasiada consciencia de lo que se hace.
Para comenzar a escribir, por lo tanto, conviene seleccionar
primeramente una sección específica del trabajo, leer toda la
información que hay al respecto y, luego, esbozar mentalmente lo que
habremos de decir sobre el tema.
11. Debemos prefigurar qué vamos a decir antes de comenzar a hacerlo.
Habrá diversas cosas a exponer, muchas ideas que parezcan asaltarnos
simultáneamente.
12. Construir una especie de lista con las ideas que tratamos de comunicar,
ordenarlas y recién entonces comenzar a escribir.
13. Al redactar aun la frase más simple ponemos en juego nuestra
sensibilidad, nuestro sentido del ritmo, los conocimientos no
conscientes que poseemos y muchas otras cosas más.
14. Para lograr escribir es preciso que el autor se encuentre en las mejores
condiciones espirituales y materiales, que se sienta libre y bien dispuesto
hacia la tarea.
15. Demasiada indisciplina puede llevarnos a un desorden por completo
ineficiente, donde se desaprovechen nuestros esfuerzos por no aplicar
elementales procedimientos de rutina.
16. Excesiva planificación y organización son capaces de originar una lamentable
pérdida de creatividad, haciéndonos sentir como aprisionados por una pauta
de trabajo que no nos permite expresarnos libremente.
17. Hay que buscar por ello un punto intermedio entre ambos extremos, un
punto que se ajuste a nuestra personalidad, estilo de trabajo y experiencia
previa.
Es importante que cada uno busque y experimente una fórmula que le
resulte eficaz.
18. Ejemplo de cómo organizarse para iniciar a escribir:
1.- Se puede construir un esquema muy abreviado con las ideas
que va a presentar, de modo que pueda ir escribiéndolas una a una en el
orden que así establezca.
2.- Escribir de una vez todo lo que se le vaya ocurriendo al respecto,
teniendo en cuenta los materiales disponibles, para luego revisar si el orden
expositivo es el adecuado, modificándolo si fuese necesario.
3.- Existe la alternativa de escoger alguna vía intermedia:
Ej: Definir cual será la primera idea a desarrollar, escribirla, pasar a estudiar
otra vez el material restante para escoger la segunda idea a exponer y
proseguir así, releyendo de vez en cuando lo que se ha escrito, hasta que se
agoten las informaciones e ideas que se tengan sobre el punto
19. Es importante tener buenos hábitos para el trabajo de investigación:
1.- Organiza tu tiempo.
2.- Estudia y escribe todos los días, de preferencia a la misma hora.
3.- Mantén una actitud positiva.
20. Hay que desterrar la idea de que tenemos que ejecutar algo que resulte
perfecto desde sus mismos inicios, situándonos en cambio en otra
perspectiva diferente: concebir la redacción de un trabajo como algo
continuo, que se va haciendo poco a poco, y que sólo puede aspirar a la
excelencia después de sucesivas modificaciones.
21. La revisión del texto será más cómoda y expedita si el borrador se construye
con un cierto cuidado, atendiendo a algunas normas mínimas de redacción.
Entre ellas tenemos:
Concordancia gramatical
Apropiada puntuación
Oraciones claras, no excesivamente largas o rebuscadas
Vocabulario preciso y no repetitivo
Uso uniforme de la misma persona gramatical
22. OBSTÁCULOS MAS FRECUENTES EN LA REDACCIÓN CIENTÍFICA
Cualquier persona con un nivel cultural medio y una práctica suficiente está en
condiciones, sin duda, de redactar claramente y sin errores.
Es cierto que sólo pocos pueden aspirar a alcanzar las cimas de la auténtica
creación literaria, y que no todo el mundo posee especiales aptitudes
para disfrutar naturalmente escribiendo.
Es importante trabajar en dominar una expresión organizada que permita
una comunicación sin interferencias, ya que es importante para la vida como
investigador.
23. Cuesta escribir cuando no
hemos sistematizado
nuestro conocimiento, no
poseemos claridad respecto
a los conceptos básicos, no
sabemos qué se ha dicho o
se dice hoy sobre el tema
del trabajo.
La solución es estudiar,
informarse, hacer esquemas
con lo que se va
aprendiendo, familiarizarse
con la terminología y
desplegando otras
actividades semejantes que
tienen como eje una lectura
constante y reflexiva.
24. Otro obstáculo que suele oponerse a un buen rendimiento en la tarea de
escribir es la actitud a la que suele dársele el nombre de "perfeccionismo". Ella
se expresa en una tendencia a la revisión compulsiva de lo que se va
redactando de tal modo que el autor, luego de elaborada su primera frase,
vuelve una y otra vez sobre la misma, siempre ligeramente disconforme.
25. La solución es seguir hacia adelante hasta que se logra soltura y seguridad
en lo que se hace, sin volver hacia atrás, avanzando en la redacción del
manuscrito. Ya habrá tiempo para concentrarse en la tarea de revisión.