El documento describe la profecía bíblica sobre la llegada de un Mesías digno desde el principio de los tiempos. Señala que solo Jesucristo ha sido digno como cordero sacrificado, y cita varios pasajes del Antiguo Testamento como Génesis 3:15, 22:14-18 y 49:10 que anunciaban sus características particulares como profeta, sacerdote y rey, así como su sufrimiento y victoria final sobre la muerte.