La música es una herramienta importante para el entrenamiento físico que ayuda a marcar el ritmo e intensidad de los ejercicios. La música se estructura en beats, frases musicales, secuencias y bloques, y factores como los beats por minuto influyen en la intensidad de los movimientos. Las coreografías combinan movimientos simples al ritmo de la música para mejorar el rendimiento físico y la concentración.