1. Tabla de contenido
La Tabla de contenidos o el "Sumario" es una lista de
las partes de un libro o documento (incluidos los
actos de los Parlamentos), organizado en el orden en
que aparecen las partes. El contenido generalmente
incluye los títulos o las descripciones de primer nivel
de cabeceras, como el capítulo más largo en los
títulos de obras, y, a menudo, incluye de segundo
nivel o títulos de sección dentro de los capítulos, y en
ocasiones incluso de tercer nivel de títulos.
La profundidad de detalle en los cuadros de
contenido depende de la duración de la obra.
Algunos manuales de estilo recomiendan limitar las
tablas de contenido a tres páginas para que puedan
revisarse con facilidad.
Encabezados
Los encabezados contienen la información básica
sobre quién ha enviado el mensaje y quién lo ha
recibido. Puedes escoger entre "Encabezado
resumido" y "Encabezado estándar" haciendo clic en
el enlace en la sección del encabezado.
El "Encabezado resumido" ocupa menos espacio. Los
encabezados resumidos incluyen los campos Asunto,
De y Para del mensaje. En cambio, el "Encabezado
estándar" incluye esa información básica y la fecha y
la hora en que recibiste el mensaje.
Los encabezados completos incluyen un registro de la
ruta de entrega del mensaje. Este encabezado incluye
un montón de información que probablemente nunca
te interese consultar aunque cada mensaje dispone
de él. Si quieres ver el encabezado completo, haz clic
en el enlace en la sección del encabezado encima de
un mensaje, donde pone "Encabezado resumido" o
"Encabezado estándar." Selecciona "Encabezado
completo" en el menú desplegable para ver cómo es.
Contiene tanta información que se abrirá en una
ventana nueva.
2. Combinar correspondencia
es una utilidad para confeccionar copias de un mismo
documento con datos variables de otro texto. Para
realizar este proceso, son necesarios dos
documentos, el principal, donde irá el texto fijo, (una
carta por ejemplo), y otro donde irán los datos
variables (las direcciones de la gente a quien se
envía la carta).
Por ejemplo, podemos escribir cartas personalizadas,
en las que solo escribimos el texto fijo (contenido
que se repite en todas las cartas) y Word se encarga
de generar los datos variables (que cambian en cada
carta según la persona). De esta forma podemos
generar automáticamente tantas cartas distintas
como personas existan en el lugar donde están
almacenados los datos.