2. Hoy desayunamos tortitas
El pequeño Luis, de seis años, decidió una mañana
prepararle “tortitas” a sus papás para desayunar.
Encontró un gran tazón y una cuchara, acercó una
silla a la mesa, y trató de alzar el pesado paquete de
harina para abrirlo.
3. Hoy desayunamos tortitas
La mitad del paquete quedó desparramada entre la
mesa, la silla y el suelo. Tomó toda la que pudo con
sus manitas y la puso dentro del tazón, después le
puso un poco de leche y azúcar, haciendo una
mezcla pegajosa que empezaba a chorrear por los
bordes. Además había ya pequeñas huellas de harina
por toda la cocina, dejadas por él y su perrito.
4. Hoy desayunamos tortitas
Luis estaba totalmente cubierto con harina, y estaba
empezando a frustrarse. Él quería darle una sorpresa
a sus papás haciendo algo muy bueno, pero todo le
estaba saliendo al revés. No sabía qué más había
que agregar a la pasta, o si había que hornear las
“tortitas”, pues ni siquiera sabía cómo usar el horno.
5. Hoy desayunamos tortitas
Cuando miró otra vez la mesa, su perrito estaba
lamiendo el tazón, por lo que corrió a apartarlo de la
mesa, pero por accidente derramó la botella de leche
y además se rompieron unos huevos que había sobre
la mesa al caer al suelo.
Intentó agacharse para limpiar, pero se resbaló y
quedó con todo el pijama pegajoso, lleno de harina y
huevo.
6. Hoy desayunamos tortitas
En ese momento, vio a su papá de pie en la puerta.
Dos grandes lágrimas se asomaron a sus ojos. Él
solo quería hacer algo bueno, pero en realidad había
causado un gran desastre.
Estaba seguro de que su papá lo iba a regañar y muy
posiblemente, castigarlo.
7. Hoy desayunamos tortitas
Pero su papá sólo lo miraba en medio de aquel
desorden. Entonces, caminando encima de todo
aquello, tomó en sus brazos a su hijo que lloraba, y le
dio un gran abrazo lleno de amor, sin importarle
llenarse él mismo de harina y huevo.
8. Hoy desayunamos tortitas
“Así es como Dios nos trata. A veces tratamos de
hacer las cosas bien, pero sin querer terminamos
haciendo un desastre.
Discutimos y peleamos en familia, insultamos a un
amigo, hacemos mal nuestras obligaciones, y
desordenamos nuestra vida.
10. Hoy desayunamos tortitas
Entonces, es cuando Dios nos toma en sus brazos,
nos perdona y nos demuestra que nos ama, sin
importarle que pueda ensuciarse con nuestra
suciedad.
Pero por el simple hecho de habernos equivocado, no
debemos dejar de “preparar tortitas” para Dios o para
alguien especial.
11. Hoy desayunamos tortitas
Tarde o temprano lo lograremos y Dios estará
orgulloso de nosotros, porque no nos dimos por
vencidos.”