2. Evangelio según San Mateo 9,9-13.
Al irse de allí, Jesús vio a un hombre llamado Mateo,
que estaba sentado a la mesa de recaudación de
impuestos, y le dijo: "Sígueme". El se levantó y lo
siguió.
Mientras Jesús estaba comiendo en la casa,
acudieron muchos publicanos y pecadores, y se
sentaron a comer con él y sus discípulos.
Al ver esto, los fariseos dijeron a los discípulos: "¿Por
qué su Maestro come con publicanos y pecadores?".
Jesús, que había oído, respondió: "No son los sanos
los que tienen necesidad del médico, sino los
enfermos.
Vayan y aprendan qué significa: Yo quiero
misericordia y no sacrificios. Porque yo no he venido
a llamar a los justos, sino a los pecadores".
3. UN BREVE COMENTARIO AL EVANGELIO
• Queremos quedarnos con la reflexión que hace
Jesús a los fariseos, que como sabemos se creen
especiales y dueños de la verdad. Siempre
prestos a juzgar a los demás y preocupados por
las apariencias, ya que su fe en realidad es un
mero barniz decorativo. Siempre están
dispuestos a exigir cargas pesadas a los demás y
sin embargo cuando les toca el turno se
justifican. Jesús conoce al dedillo este tipo de
personas, a las que tiene en la mira y las
denuncia con energía cada vez que puede.
7. «Si comprendiéramos lo que significa
"quiero misericordia y no sacrificio"…»:
• No condenaríamos a los que son distintos de nosotros o
a los que no entendemos porque quieren vivir
seriamente su vida desde otra perspectiva.
• No daríamos más importancia a las cosas que a las
personas.
• No perderíamos la esperanza con nadie; tampoco con
nosotros mismos.
• No viviríamos agobiados por el peso de culpas, pecados,
mentiras, envidias, odios, calumnias…
• No nos dejaríamos aplastar por quien nos quiere mal y
además intenta sobornarnos con prácticas y rituales que
más parecen magia que fe en nuestro Señor Jesucristo.
• No dejaríamos de sentir compasión ante todo lo humano
de cada día.
8. PARA LA REFLEXIÓN FINAL:
• Hoy, en nuestra sociedad, ¿quién es
marginado o excluido? ¿Por qué?
• Jesús ordena al pueblo que lea y que
entienda el Antiguo Testamento que dice:
"Misericordia quiero y no sacrificios".
¿Qué quiere decir con esto Jesús, hoy?