1. El sistema linfático es una amplia red dedrenaje que ayuda a mantener los niveles de líquido
corporal enequilibrio y defiende al cuerpo de las infecciones.
El sistema linfático está formado por una red de vasos linfáticos.Estos vasos transportan li
nfa —
un líquido claro y acuoso quecontiene moléculas de proteína, sales, glucosa, urea y otrassust
ancias— por todo el cuerpo.
El bazo está ubicado en la parte superior izquierda del abdomen,debajo de la caja torácica. F
unciona como parte del sistemalinfático para proteger al cuerpo, eliminando los glóbulos rojo
sdesgastados y otros cuerpos extraños del torrente sanguíneopara ayudar a combatir las infe
cciones
Funciones del sistema linfático:
Transportar el líquido de los tejidos que rodea a las células, principalmente sustancias
proteicas, a la sangre porque debido a su tamaño no pueden atravesar la pared del
vaso sanguíneo.
Recoger las moléculas de grasa absorbidas en los capilares linfáticos que se encuentran
en el intestino delgado.
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El tejido linfático
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El tejido linfático
04/11/2002 00:00
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El tejido linfático o linfoideo es el componente principal del sistema inmunitario y está formado por varios
tipos diferentes de células que trabajan juntas para combatir una infección. El tejido linfático y el sistema
inmunitario pueden participar también en la lucha contra algunos tipos de cáncer. Este sistema rechaza,
además, los tejidos recibidos de otras personas, tales como las transfusiones de sangre o los transplantes
de órganos.
El tejido linfático se encuentra en muchos lugares del cuerpo, incluyendo los ganglios linfáticos, el timo, el
bazo, las amígdalas y la médula ósea, y también se halla disperso dentro de otros sistemas, como el
digestivo y el respiratorio. El sistema linfático es el encargado de enlazar todos los tejidos linfáticos entre
sí.
2. El tipo principal de célula que forma el tejido linfático es el linfocito. Los linfocitos, a partir de los cuales se
desarrollan los linfomas, circulan por el sistema linfático en dirección al torrente sanguíneo. Hay dos tipos
principales de linfocitos: los linfocitos B y linfocitos T. Aunque ambos tipos pueden producir un linfoma, los
de células B son mucho más frecuentes que los de células T. Ambos tipos son responsables,
respectivamente, del 85% y del 5% de los casos de linfomas no Hodgkin.
Los ganglios linfáticos son órganos del tamaño de una judía que se encuentran localizados en todo el
cuerpo y que están conectados mediante un sistema de vasos linfáticos. Estos vasos son parecidos a las
venas, pero, en vez de llevar sangre, transportan linfa, un fluido que contiene productos de desecho y
excesos de fluido de los tejidos corporales, así como células del sistema inmunitario que se trasladan a
los ganglios linfáticos de otros tejidos. Los ganglios linfáticos aumentan de tamaño cuando están
combatiendo una infección. Y un ganglio linfático grande es indica con frecuencia la aparición de un
linfoma.
El bazo se encuentra por bajo las costillas, en el lado izquierdo del cuerpo. Un bazo estándar (persona
adulta) pesa unos 150 gramos. El bazo produce linfocitos y otras células del sistema inmunitario para
ayudar a combatir las infecciones; almacena células sanas de la sangre y sirve como filtro para eliminar
las células dañadas, las bacterias y los productos del desecho celular.
La glándula del timo está localizada en el tórax, a la altura de la base del cuello. El timo desempeña un
papel clave en el desarrollo de los linfocitos T durante el periodo de gestación del feto dentro del útero
materno. El tamaño de la glándula del timo (alrededor de 25 gramos), al igual que su función, disminuye a
lo largo de los primeros 20 años de vida. Aun así, continúa activo como componente del sistema
inmunitario a lo largo de toda la vida.
Los adenoides y las amígdalas son conglomerados de tejido linfático localizados en la parte posterior de
la garganta. Ambos producen anticuerpos contra los gérmenes que una persona pueda inhalar o tragar.
Son fáciles de detectar cuando aumentan de tamaño a causa de una infección o si se convierten en
cancerosos.
La médula ósea (parte interna blanda de los huesos) produce los glóbulos rojos, las plaquetas y los
glóbulos blancos de la sangre. Los glóbulos rojos transportan el oxígeno de los pulmones al resto del
organismo. Las plaquetas sellan los pequeños orificios provocados por cortes y rasguños. Y la principal
función de los glóbulos blancos es combatir las infecciones.