2. El alcoholismo
El alcoholismo es un padecimiento que genera una fuerte
necesidad y ansiedad de ingerir alcohol, de forma que existe
una dependencia física del mismo, manifestándose a través de
varios síntomas de abstinencia cuando no es posible su ingesta. El
alcohólico no tiene control sobre los límites de su consumo, que
va en aumento a medida que se desarrolla tolerancia a esta droga.
Se considera como una enfermedad crónica, incurable, progresiva
y mortal por la Asociación de Médicos de los EE. UU. (American
Medical Association) al igual que otras drogodependencias.
3. Tipos de alcoholismo
Tipo I: es característico en personas adultas, que pueden tener una etapa de grandes
ingestas puntuales separadas por tiempos de abstemia pero que sin embargo van
siendo más pequeños hasta poder alcanzar una gran dependencia, acompañada
progresivamente por el desarrollo de enfermedades hepáticas
.
Tipo II: se desarrolla en personas durante la adolescencia y está asociado a menudo a
un historial violento y arresto policial. No se caracteriza por un aumento progresivo del
consumo de alcohol. Algunos estudios han determinado una menor expresión de la
enzima monoamino oxidasa en este grupo, lo que se ha correlacionado con una menor
producción de serotonina (relajación y activación del sistema nervioso simpático) en el
sistema nervioso central.
4. Causas
Hasta el momento no existe una causa común, aunque varios factores pueden
desempeñar un papel importante en su desarrollo. Por lo tanto las evidencias muestran
que quien tiene un padre o una madre con alcoholismo tiene mayor probabilidad de
adquirir esta enfermedad, una puede ser el estrés o los problemas que tiene la persona
que lo ingiere.
Algunos otros factores asociados a este padecimiento son la necesidad de aliviar la
ansiedad, conflicto en relaciones interpersonales, depresión, baja autoestima y
aceptación social del consumo de alcohol.
Según la Sociedad Española de Patología Dual (SEPD) los pacientes alcohólicos suelen
presentar hasta en un 80 % de los casos otros trastornos psiquiátricos asociados y, por lo
tanto, ser considerados como pacientes con patología dual.
5. Efectos en el embarazo
Bajo peso al nacer.
Menor perímetro craneal.
Retraso del crecimiento.
Retraso del desarrollo.
Disfunción orgánica.
Anomalías faciales, incluyendo ojos de tamaño inferior al normal, mejillas aplanadas y surco
nasolabial poco desarrollado.
Epilepsia.
Problemas de coordinación y de motricidad fina.
Escasas habilidades sociales, incluyendo dificultad para establecer y mantener vínculos de amistad y
para relacionarse en grupo.
Falta de imaginación o curiosidad.
Dificultades de aprendizaje, incluyendo poca memoria, incapacidad para entender conceptos como
el tiempo y el dinero, deficiente comprensión lingüística y escasa capacidad de resolución de
problemas.
Problemas de comportamiento, como hiperactividad, incapacidad para concentrarse, retraimiento
social, testarudez, impulsividad y ansiedad.
Los niños con Efectos de alcoholismo fetal presentan los mismos síntomas, pero en menor grado y
tienen menos probabilidades de presentar deficiencia mental.10
Estas características son muy similares a las de los trastornos del espectro autista.