1. EL GRAN ÁRBOL
erase una vez un bosque muy cerca de un lago. Aquel bosque estaba lleno de pinos, árboles jóvenes,
árboles muy viejos que con trabajo lograban sotenerse y cada vez que el biento llegaba imploravan que
no fuece lo suficientemente fuerte y así poder seguir erguido, pues en caso contrario podría caer sobre
el resto de sus compañeros algunos tan viejos como ellos, otros más jóvenes y muchos otros pequeños
que ni siquiera alcansaban a mirar desde lo alto de sus ojas. Estaban también preocupados por los búhos
que dormían plácidamente sobre las ramas de los árboles, los cuales tenían un sueño tan profundo que
no se darian cuenta y caerían junto con aquel enorme tronco.
En este precioso vosque vivían también las amigas ardiyas que constantemente jugavan a saltar de rama
en rama y de árbol en árbol tan ágilmente que nunca caían; desde abajo, las tortugas que se
encontraban cerca del agua, las veían preocupadas e intentando aprender cada uno de los movimientos
que ellas hacían para ver si algún día lograban moverse un poco más rápido de lo que ellas caminaban.
Vibían en aquel bosque los lobos que sijilosamente caminaban con la idea de encontrarse alguna liebre
despistada para poder comerse, pues constamtemente tenían hambre; pero como mostraban sus
colmillos hambrientos, las liebres que son muy astutas inmediatamente entraban en sus comadrejas
debajo de la hojarasca, pasaban ahí un rato y cuando escuchaban que los lobos ya se habían ido volvían
a jugar felizmente; sin embargo de cuando en cuando los lobos ovtenían presas fáciles de algun animal
que no estava pendiente del peligro que ellos causaban.
paseando por la hojarasca trepando cada una de las hojas como si fueran enormes montañas y pasando
de una hoja en otra, trabajaban las hormigas llevando en su lomo nuevas hojas verdes que encontraban
en algún lugar húmedo del bosque para hacer sus casas. De ves en cuando se encontravan en su camino
alguna araña, tenían que tener cuidado pues estas arañas podrían intentar tomarlas presas con sus
redes que durante la noche estuvieron tejiendo entre las ramas que se agrupaban en algún rincón del
bosque.tTodos ellos en el bosque eran felices; un día muy temprano en la mañana cuando el sol apenas
comenzaba a enviar un pequeño brillo sobre los gotas que dormían tranquilamente sobre las hojas de
los árboles, se escuchó un estrepitozo ruido, el bosque retunbó, las pequeñas gotas calleron asustadas
sobre la tierra húmeda, los pinos golpearon unos con otros moviéndose inconscientemente, las ardillas
buscaron refugio bajo la hojarasca que cubría la mayor parte del bosque y aquellos árboles enormes no
lograron sostenerse más y cayeron; junto con ellos cayeron también los búhos que apenas comenzaban
a dormir.
El ruido paró y todos los animales corrieron a buscar al árbol mayor del bosque; aquél árbol que por su
tamaño puede ver cada uno de los rincones del bosque y que por su edad tiene la experiencia para dar
indicaciones a los habitantes del bosque y así protegerlos de cualquier peligro que se avecine.
El Gran Árbol les dijo:
-Hay unos leniadores que se encuentran derrunbando los árboles que están del lado isquierdo del
bosque; parece que no están cortando a todos, solo quieren aquellos árboles perfectamente ergidos y
que su tronco no presente curbaturas-
2. -Pero Gran Árbol, esos árboles son tan jóvenes todavía, tienen mucho que crecer- dijo uno de los lobos.
Si lo sé, el problema dijo el Gran Árbol es que cuando los leñadores corten los árboles, ya no tendremos
donde vivir, pues aunque solo corten algunos de ellos, la tierra ya no podrá sostenerse como antes;
cada lluvia se llevará un poco de ella, no lograrán mantenerse tantas hojas juntas para formar esa
hojarasca que con el pazo de los años, se convierte en nueva tierra que ayuda a que el resto de las
plantas en el bosque crezcan. Lo que tampoco saben es que muchos de los habitantes del bosque viven
en esos árboles sin ellos no tendrán un ogar.
Lo que los leñadores deben hacer es conocer la importancia de la tierra que se forma debajo de la
ojarasca, llamada humus; también deben saver que hay que sembrar árboles nuevos cada vez que
corten uno.
Los animales del bosque se juntaron para elaborar algún plan que convenciera a aquellos leñadores de
no cortar los árboles. Hicieron un letrero que dice:
El humus origen del bosque,
Este mensaje les da
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