1. Universidad Técnica Particular de Loja
Trabajo a distancia de Computación Básica Página 1 de 2
Año Nuevo, Vida Nueva” dice el adagio popular; y, en buena
`parte, la gente de mi tierra cumplía con esta filosofía ancestral.
Todos: chicos y grandes, pobres y ricos, como tratando de
remontar, de cambiar su rutina, amanecían el uno de enero luciendo un trajes nuevo, mandado a
confeccionar con anticipación con el mejor sastre o costurera de la población. Era de ver el
desfile, -llámeselo de modas; bellas chiquillas lucían vestidos de seda, de nylon o de lana; o
hermosas blusas bordadas a mano que hagan juego con amplias faldas floreadas que, al caminar,
las hacían parecer como pavo real. Las matronas se ataviaban con trajes formales, pero no menos
elegantes; los señores por lo general, exhibían un terno nuevo; los jóvenes, en cambio, lucían
pantalones entubados unas veces o de amplias bastas atrás, con zapatos que hacían juego
necesariamente con la ropa, los niños por su parte estrenaban un buen traje blanco como símbolo
de pureza buen augurio para el año que iba a comenzar. En todo caso, nadie dejaba de estrenar
su traje nuevo; desde el patrón hasta el peón y desde la matrona hasta la última empleada. Era
una hermosa bienvenida al nuevo año. En el aspecto religioso era una prolongación de la Navidad
y los ritos prácticamente eran los mismos y con igual solemnidad.
Pese a que el año era recibido con alborozo, para algunos constituía una desilusión pues lo
asimilaban como un año menos de vida; para otros, en cambio, era motivo de una gran emoción;
habían logrado pisotear y quemar en la tradicional figura del año viejo sus penas, dolores,
dificultades y problemas del año anterior. El año viejo tenía diferentes formas, tamaños y colores.
Ricardo Armijos Apolo
Abogacía
Centro-Loja
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Todos representaban a distintos personajes, generalmente viejos. Todos los muñecos
corrían la misma suerte, pues, luego de empaparlos de kerosene (no se les ponía gasolina
y camaretas como ahora), se los pisoteaba y quemaba sin piedad; se creía que para
iniciar con felicidad el año se debía despedir sin misericordia al año que terminaba
Ricardo Armijos Apolo
Abogacía
Centro-Loja