La mujer en la antigua Grecia estaba muy limitada a la esfera doméstica. Se casaba sin elección propia y dependía de los hombres de su familia. Su educación se limitaba a tareas del hogar como hilar y tejer. Pasaba sus días dentro de la casa, separada de los hombres, dedicada a criar hijos y labores domésticas. Participaba en algunos ritos religiosos pero en general tenía muy poca autonomía o poder de decisión.
2. Introducción
En la Atenas clásica la mujer era considerada como una eterna
menor de edad, lo que significaba su exclusión de la vida pública
(asambleas y tribunales). Su formación estaba encaminada a ser
una buena esposa y a tener hijos, por lo que su educación se
reducía al mínimo, hilar, tejer, algo de música y danza, y, por lo
general, no continuaba tras su matrimonio. Éste se reducía a un
contrato entre el padre y el esposo por el que la mujer pasaba a
depender de la autoridad de uno a la del otro, sin que en ningún
momento contase su opinión.
La mujer quedaba reducida al espacio doméstico, donde dirigía
el trabajo de las sirvientas y también hilaba, tejía, confeccionaba
la ropa y preparaba los alimentos. En la casa las mujeres
ocupaban un espacio reservado, el gineceo, situado en la zona
más apartada de la vivienda. Pues no debía ser vistas más que por
sus familiares directos, de ahí que el trabajo físico fue realizado
por esclavas o mujeres de baja condición social.
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5. Matrimonio
Matrimonio y maternidad eran considerados los objetivos más
importantes de toda mujer ateniense. El acto matrimonio era una
especia de contrato realizado entre dos casas, un compromiso
oral hecho ante testigos por el que el padre o tutor de la joven
entrega a ésta al futuro esposo. El matrimonio no es nunca el
resultado de una elección libre por parte de la joven, son dos
hombres los que deciden su destino.
Los dos momentos que los pintores siempre conservan son los
de los preparativos de la novia, arreglo personal o baño, y el de la
procesión que la conduce a una morada a otra.
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9. Las mujeres y el trabajo
La ateniense de buena familia se quedaba en su casa, y sólo
salía para cumplir con sus deberes religiosos. Su actividad es sólo
de puertas adentro.
Las mujeres trabajaban principalmente en la casa. También se
ocupaban del trabajo de sus hijos, de atender a las esclavas
enfermas, de confeccionar ropas y de la preparación de los
alimentos. Transportar agua en un recipiente llevado en equilibrio
sobre la cabeza era una típica ocupación femenina. Como el ir a
buscar agua suponía un intercambio social, charla y fuente de
posibles flirteos, eran las esclavas las que usualmente se enviaba
para tales trabajos.
Las mujeres no iban al mercado a comprar comida. El
sentimiento de que la compra o el cambio son transacciones
financieras demasiado complicadas para las mujeres contribuyen
a considerar el comercio como ocupación de hombres.
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11. Educación
Las cualidades que se admiraban en las mujeres eran el
silencio, la sumisión y la abstinencia respecto de los placeres
masculinos. En estas virtudes eran educadas, y puesto que tenían
cerrado el camino que a los hombres proporcionaba una
situación, era suficiente para ellas el que se les instruyera en los
trabajos domésticos, tarea que era realizada por sus madres.
Las niñas aprendían a hilar y tejer, así como algo de música y
danza, pero, por lo general, las mujeres no continuaban su
formación tras haber contraído matrimonio. De ahí la rareza del
ejemplo que te presentamos –dos muchachas- pues por él
podemos comprobar como algunas mujeres aprendían a escribir:
se trata de un plato en el que aparecen una muchacha cogiendo a
otra por la muñeca para llevarla a algún sitio que podría ser la
escuela, pues lleva una tablilla en su mano derecha o este otro
con una ateniense leyendo.
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14. La religión
Las mujeres atenienses participaban en tres cultos
fundamentales: el culto de la diosa Atenea, los misterios de
Démeter y Core, y la celebración de las Tesmoforias, ésta
exclusivamente femenina.
Los misterios de Démeter y Core, conectados con la muerte y la
resurrección de los granos y los frutos.
El festival de las Tesmoforias, reservado exclusivamente a las
mujeres, consistía en una fiesta agraria que tenía lugar durante las
siembras del otoño.
Pero el más importante era el festival de las Panateneas,
celebrado anualmente en el nacimiento de Atenea, y cada cuatro
años con especial magnificencia. En él participaban hombres y
mujeres.
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20. La vida privada
Los hombres y las mujeres de Atenas disponían de diferentes ámbitos
espaciales. Mientras los hombres pasaban la mayor parte de su tiempo en
lugares públicos, como la plaza del mercado y el gimnasio, las mujeres
respetables permanecían en su casa.
Las mujeres usualmente ocupaban las habitaciones más apartadas
(gineceo), para no ser vistas por los hombres, salvo familiares muy
directos.
En los vasos atenienses suelen aparecen escenas de interior. En una
de ellas aparecen diferentes personajes mitológicos con todos los
elementos –espejo, alabastro, collar, ínfula-pertenecientes a la iconografía
del adorno y de la belleza femeninas.
En otra copa, podemos contemplar a una mujer con los accesorios de
su arreglo personal, espejo y alabastron. A su izquierda, la pila para las
aluciones, y sobre una silla, el cesto de la hiladora, el Kalathos