Una familia adopta un cachorro llamado Nerón. Con el tiempo, Nerón enferma de moquillo canino y queda paralizado, pero Liliana lo cuida amorosamente durante su recuperación. Años después, Nerón recae y fallece, enseñando a Liliana a aceptar la voluntad de Dios.
2. Hace varios años atrás, existía una
familia muy particular, debido a que
sentían mucho agrado por los animales,
esa familia estaba conformada por Papa
Diego, Mama Luisa y sus dos hijas
Liliana y Lucia.
Un día Mama luisa fue a casa de su
padre, quien vivía un poco retirado de su
casa, ese mismo día se encontró con su
hermana Daniela quien la saludo muy
cordialmente y le comento sobre un
regalo que le había traído.
3. Daniela: hola hermana que tal? Como te ha ido?
Luisa: hola Dani, muy bien gracias a Dios, y a ti como
te va a tratado la vida?
Daniela: muy bien normal siempre lo mismo.
Sabes como el mes pasado me dijiste que había muerto
tu perito me acorde de ti y decidí traerte un
cachorro…es hijo de muñeca, la parra que tengo en la
casa, espero que te guste.
Luisa: gracias hermana, que bueno nos hará la
compañía de este cachorro en la casa.
Las hermanas continuaron hablando y luego Luisa de
dirigió a su casa.
4. Al llegar a la casa luisa les mostro el cachorro a
sus hijas y al instante Liliana mostro mucho
agrado con el perrito que sin pensarlo dos veces
lo cargo y le dijo: tú te llamaras “Nerón” y desde
hoy formaras parte de nuestra familia.
Así al pasar las semanas el cachorro fue
familiarizándose con todos y poco a poco “Nerón”
se convirtió en ese cachorro que más que un
animal era como para Liliana. Todas sus
atenciones iban dirigidas hacia el, y con cariños y
dulces palabras Liliana consentía cada día mas a
su pequeño “Nerón”
5. Pasaron un poco mas de tres meses y “Nerón” ya
contaba con sus meses de vida, se veía muy
saludable y robusto, su alimentación era muy
balanceada y procuraban llevarlo al veterinario
mensualmente a recibir sus vacunas… se podía decir
que era un cachorro muy sano.
Al llegar de su trabajo, Liliana acostumbraba a
saludar a su madre y a su padre y seguidamente a su
adorado Nerón para Liliana resulto extraño que al
llamar a su perro este no respondió, Liliana al ver a
Nerón y darse cuenta que este no podía levantarse
por si solo, corrió hasta el teléfono y de inmediato
llamo un taxi y llevo a Nerón al veterinario.
6. Ya Liliana en el consultorio con Nerón, ella le
pregunta al doctor: ¿Qué tiene mi perro Doctor?
Se va a morir? El doctor contesto con voz afligida:
con lo que puedo ver el cachorro presenta una
enfermedad llamada “Moquillo Canino” la cual hace
que al animal pierda fuerza en sus patas y
posteriormente su inmovilidad, como0 se dará
cuenta el perro el apetito y no puede valerse por
si mismo, quedara de su parte si desea sacrificarlo
para que no sufra mas, o tiene la otra opción de
asistirlo hasta que en algún momento pueda
pararse y caminar sin ayuda de otros. Claro esto
ocurriría si recurre a terapias alternativas y por
supuesto si usted desea ayudarlo.
7. Liliana con lagrimas en los ojos,
respondió: no doctor, nerón es como mi
amigo y yo cuidare de el hasta que se
recupere.
Para Liliana era muy difícil esa
situación y hay que mencionar que
nerón solo podía mantenerse sentado y
sus necesidades debía hacerlas allí,
esperando a que Liliana o cualquier
miembro de la familia lo limpiaran y lo
mantuviera aseado.
8. Así paso un mes, y la recuperación de
nerón era lenta pero satisfactoria, y el
cachorro ya podía levantarse y dar
algunos pasos.
Transcurrieron algunos años y nerón se
convirtió en un perro adulto y siempre
dispuesto a resguardar la seguridad de su
ama, sin embargo nerón quedo lisiado y
una de sus patas quedo temblorosa, la
cual no podía afincar con mucha fuerza,
aun así este perrito era feliz y su familia
le brindaba su amor y lo aceptaba tal cual
como era.
9. Era de esperar que la enfermedad que
combatió nerón podía repetirse en algún
momento, y hasta seria mucho más severa.
Lamentablemente así fue, nerón recayó y
esta vez el doctor fue muy sincero y no
dio muchas esperanzas que sobreviviera.
Liliana se acerco a su perro, y con sus
ojos llorosos y con sus manos en la cabeza
de su gran amigo, le pidió a Dios que lo
ayudara, que no podía ver a su perro
sufriendo de tal manera, que si su
voluntad era llevárselo y alejarlo de su
lado, que así lo hiciera y le diera valor
para aceptar su partida.
10. Al día siguiente “Nerón” falleció, Liliana al
levantarse lo miro y dijo: adiós mi fiel amigo, eres
libre y por siempre te recordare.
Moraleja
“No todas las personas le entregamos la vida de
ese ser querido a nuestro Dios, y tratamos de
resignarnos a esa partida sin retorno” otros se
muestran egoístas y solo piensan en tenerlos por
siempre con ellos, y juzgan a Dios por habérselo
quitado…seamos justos y aprendamos a aceptar que
la muerte solo es el comienzo de la verdadera
felicidad.