Planificación para la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad en...
El turismo rural de Asturias
1. El turismo rural de Asturias
• Conocimiento científico y apoyo logístico a proyectos de demostración, de educación y
capacitación sobre el medio ambiente y de investigación y observación permanente en
relación con cuestiones locales, regionales, nacionales y mundiales de conservación y
desarrollo sostenible.
Las declaraciones de nuevas Reservas de la Biosfera son promovidas por los gobiernos de
cada país a través del correspondiente Comité Nacional. El Consejo Internacional de
Coordinación del programa MaB estudia estas propuestas y las aprueba en función del
cumplimiento de una serie de requisitos. Dichos criterios son los siguientes:
• Contener un mosaico de sistemas ecológicos representativo de regiones biogeográficas
importantes, que comprenda una serie progresiva de formas de intervención humana.
• Tener importancia para la conservación de la diversidad biológica.
• Ofrecer posibilidades de ensayar y demostrar métodos de desarrollo sostenible a escala
regional.
• Tener dimensiones suficientes para cumplir las tres funciones de las Reservas de la
Biosfera.
• Disponer de una zonificación adecuada, que debe seguir el siguiente esquema: Zona
Núcleo, Zona Tampón y Zona de Transición.
• Aplicar disposiciones organizativas que faciliten la integración y participación de una gama
adecuada de sectores de la población.
• Haber tomado medidas para dotarse de: mecanismos de gestión de la utilización de los
recursos y de las actividades humanas en la Zona Tampón, una política o plan de gestión de
la zona en función de su calidad como Reserva de la Biosfera, una autoridad o un dispositivo
institucional encargado de aplicar esa política o ese plan y programas de investigación,
observación permanente educación y capacitación.
Para el logro de las tres funciones básicas de las Reservas de la Biosfera, conservación,
desarrollo sostenible y apoyo logístico, éstas deben tener una zonificación del territorio que
dirija las iniciativas de conservación y desarrollo hacia las áreas más adecuadas. En primer
lugar, implica la protección la biodiversidad, es decir de todas las especies que componen el
ecosistema y no sólo de las más simpáticas al hombre, pero también de los recursos
culturales, es decir, de las formas tradicionales de explotación del territorio y de los paisajes
a que éstas han dado lugar. En segundo lugar, se destaca la gestión legal, es decir, la
práctica de la conservación, que no debe quedarse en una simple declaración de
intenciones sino adoptar mecanismos eficaces de protección o en su caso restauración.
2. En el plano internacional, las iniciativas dirigidas a la protección de los espacios naturales
han sido mucho más escasas que las dirigidas a la protección de especies. Ello parece
debido a las mayores repercusiones territoriales que tiene la protección de espacios y a la
necesidad de abordar la protección de las especies migratorias desde la óptica del derecho
internacional.
En los orígenes de las políticas de conservación de los espacios naturales deben destacarse
la Primera conferencia internacional sobre la protección de la naturaleza, celebrada en
Berna en 1913 y el “Primer congreso internacional sobre protección de flora y fauna, parajes
y monumentos naturales” celebrado en París en 1923. Ambas reuniones sirvieron para
presentar las políticas de conservación de los espacios naturales que venían desarrollando
principalmente el Reino Unido, Alemania y España pero no llegaron a fructificar en ningún
tipo de acuerdo internacional.
La primera iniciativa legal en ese sentido puede considerarse el Convenio relativo a la
conservación de la fauna y flora de 1933 que, aunque haga referencia exclusivamente a las
colonias africanas recomienda por primera vez a los Estados firmantes la creación de
reservas naturales que sirvan para la protección de la fauna.
turismo asturias