El Estadio Pernambuco fue construido en 29 meses para albergar partidos de la Copa Mundial de Fútbol de 2014. Tiene capacidad para 42.000 espectadores y cuenta con vestuarios, baños, restaurantes, palcos y sistemas de iluminación, drenaje, seguridad y asistencia médica de primer nivel. El estadio fue construido de manera sostenible con captación de energía solar y agua de lluvia.