Estimado Sr.: Me dirijo a Ud. para expresar lo ocurrido en el Metro de Madrid el 27 de agosto a las 23,55, entramos mi hermana, Mª Angeles Jiménez Gómez y yo en la estación de Callao, mi hermana es poseedora de abono anual de transporte y yo del abono mensual, los torniquetes no permitieron acceder a mi hermana con su abono anual de transporte (los torniquetes fallan un montón en todas las estaciones), el empleado nº 17097 estaba leyendo y no se enteraba cuando se le avisó no le agradó y empezó a indagar como si pretendiera hacernos ver que el abono era robado, cuando en ningún momento pidió a mi hermana su DNI para comprobarlo, llamó por teléfono para comprobar que efectivamente era mi hermana la titular de ese abono, hizo un informe ¿para qué? las personas que pasaban por allí, nos miraban como diciendo ¿qué habrán hecho estas mujeres para estar ahí identificándolas? nos puso en evidencia, nos sentimos vejadas, esto nos demoró más de 20 minutos, y en ningún momento se nos pidió disculpas por el trato recibido ni por la demora, el empleado dijo que cumplía su trabajo. ¿Su trabajo es abusar de autoridad, prepotencia y además machismo? Estoy segura que si nos hubiéramos colado y además siendo hombres no habría hecho nada. Cuando se paga debidamente un abono parece que no se tiene derecho a nada. Cuando le pedí el número de empleado me acerqué para ver el número y me dijo que no le tocara su tarjeta ¡increíble! Tengo que decir que es la segunda vez que un empleado del metro me trata de esta forma. Me gustaría que esto se publicara pues al parecer los usuarios de Metro no tenemos ningún derecho, se trata mejor a un delincuente que se cuela que a un usuario que paga su abono. Muchas gracias y le saludo atentamente.