Cuando llegan las Navidades se desata en todos nosotros la fiebre de los <a>regalos originales</a>. Una afección que parece afectar a la mayoría de la población, y que se caracteriza principalmente por una búsqueda desesperada del regalo más original, extravagante y a ser posible barato.
1. La fiebre de los regalos originales
Cuando llegan las Navidades se desata en todos nosotros la fiebre de los regalos originales.
Una afección que parece afectar a la mayoría de la población, y que se caracteriza
principalmente por una búsqueda desesperada del regalo más original, extravagante y a ser
posible barato.
Internet está plagada de páginas que nos ofrecen estos regalos originales, desde cubiteras de
hielo con formas inimaginables hasta todo tipo de accesorios para el puerto USB de nuestro
ordenador –lanzaderas de misiles en miniatura incluídas, por poner un ejemplo– todos ellos de
dudosa utilidad y en muchos casos con un gusto reprobable, como fundas nórdicas con forma
de pizza o incluso decoradas como si de cajas de cartón se tratara.
Es como si en nuestro cerebro se nos nublara el juicio al ver todos estos cachivaches, que
captan nuestra atención por curiosos y divertidos, pero que seguro que pronto caerán en el
olvido. Porque admitámoslo, cuando compramos o regalamos algunos de esos regalos
originales, nos imaginamos una vida de diversión junto a ellos, lanzando misiles a nuestros
compañeros de oficina y riendo cual anuncio de dentífrico, pero la verdad es que la mayoría de
ellos se pasarán, con suerte, el resto de sus vidas cogiendo polvo en una estantería, si no en
una caja en el rincón más húmedo del desván.
Con todo esto, no quiero decir que debamos volver a regalarnos calcetines, jerseys de lana y
otros regalos nada originales, que todos hemos sufrido desde nuestra infancia, cuando
esperábamos que tras aquel paquete pequeño y esponjoso se escondiera de manera milagrosa
una bicicleta o una Play Station. O incluso de mayores, viendo como nuestra colección de
cinturones y corbatas crecía año a año sin que nadie pareciera darse cuenta de que ya no te
cabían en el armario.
Aun así, no debemos olvidar que un regalo, además de ser original, debe serle de alguna
utilidad a aquella persona a la que va dirigido, porque es muy habitual que nos ceguemos y
acabemos regalándole el paraguas más original del mundo a nuestro tío que vive en el desierto
tunecino o una divertida llave USB con forma de Bob Esponja a nuestra abuela que apenas es
capaz de encender el móvil.
Mejor regalos originales y prácticos
Los regalos tienen que ser útiles, y cubrir alguna necesidad, no crearla. Por eso a la hora de
buscar un regalo para alguien, debemos de pensar con detenimiento qué es lo que a esa
persona le falta, o qué podría hacerle la vida más cómoda, aunque solo fuera un poco.
Hoy en día, casi todo el mundo tiene lo que necesita, y es difícil encontrar algo que vaya a
resultarle útil a su destinatario. Sin embargo, en el mundo de la tecnología aún quedan
muchas necesidades por cubrir, porque por lo general los ordenadores son un poco incómodos
de usar fuera de su hábitat natural –la mesa del escritorio– y tienden a calentarse mucho sobre
nuestras piernasen el sofá, o son realmente engorrosos de utilizar en la cama.
Si me permitís un poco de corporativismo, en BeatCollection tenéis la posibilidad de conseguir
un regalo original a la vez que práctico, en forma de soportes para ordenador y, sobre todo,
2. el Beat PadVintage, que permite descansar el ordenador sobre nuestro regazo y a la vez
disfrutar de su diseño único.
Obviamente, no solo en el mundo de la tecnología podemos encontrar regalos originales que
también sean prácticos, pero sí que es una parte de nuestro día a día en la que aún quedan
necesidades por cubrir. Así que si prestáis un poco de atención, seguro que encontráis algo
que pueda hacer que esa persona disfrute un poco más, y además, seguro que le sorprendéis,
porque hoy en día, con la fiebre de los regalos originales, los regalos prácticos son en realidad
los regalos más originales.