Una red de ordenadores conecta varios ordenadores entre sí para que puedan comunicarse. Los ordenadores se conectan a través de cables, ondas o infrarrojos y usan protocolos estandarizados para el envío y recepción de datos. Las redes permiten compartir recursos y mejorar la productividad, pero también plantean riesgos de pérdida de información y dificultades para controlar la propiedad intelectual.