Este poema expresa el gran amor del autor por la playa y el mar, lugares que le traen felicidad y recuerdos de su infancia recolectando conchas y piedras. El autor también describe lo feliz que se siente caminando por la playa con su amado/a y jugando en la arena y el agua, a pesar de que el sol pueda quemar su piel. Alaba a Dios por permitirle disfrutar de la hermosa playa y el mar.