El autor aprendió las lecciones más importantes sobre cómo vivir y comportarse en el parvulario, no en la universidad. Estas lecciones simples como compartir, jugar limpio y no pegar, siguen siendo verdaderas y aplicables a la vida adulta aunque se expresen de forma más compleja. Lo que se aprende en la infancia sobre cómo tratar a los demás continúa examinándonos a lo largo de la vida.