La danza ha estado presente en todas las culturas y civilizaciones a lo largo de la historia humana, sirviendo como forma de expresión a través del movimiento. Más que solo un espectáculo o coreografía, la danza tiene un carácter social y proporciona distensión, además de ser un proceso creativo y arte. Representa la importancia de los patrimonios culturales de los países y debe ser aprovechada para lograr objetivos.