1. ¡Cuánto ha invertido Dios
en su Viña!
Mt. 21, 33-43 Dom XXVII, Ciclo ‘A’

2. 33. «Había un propietario
que plantó una viña…

3. La trabajó y la arrendó a unos
labradores y se marchó de viaje.

4. 34. Llegado el tiempo de la
vendimia, envió a sus sirvientes
a los labradores, para recoger
los frutos que le correspondían.

5. 35. Pero los labradores, agarrando
a los criados, apalearon a uno,
mataron a otro,
y otro lo apedrearon.

6. 36. Envió de nuevo otros
criados, más que la primera vez,
e hicieron con ellos lo mismo.

7. 37. Por último les mandó a su hijo,
diciéndose:
"Tendrán respeto a mi hijo."

8. 38 Pero los labradores, al ver al hijo,
se dijeron:
"Éste es el heredero.
Vengan, lo matamos
y nos quedamos
con su herencia."

9. 39. Y, agarrándolo,
lo empujaron
fuera de la viña
y lo mataron.

10. 40 . Y ahora, cuando vuelva
el dueño de la viña,
¿qué hará con aquellos labradores?»

11. 41. Le contestaron:
«Hará morir de mala muerte a
esos malvados y rentará la viña
a otros labradores,
que le entreguen los frutos a su
tiempo.»

12. 42 Y Jesús les dice:
«¿No han leído nunca
en la Escritura:

13. Es ahora la piedra angular
¡Es el Señor
quien lo ha hecho!…
Ha sido un milagro
patente…

14. 43. Por eso les digo
que se les quitará a
ustedes el Reino de
Dios
y se dará al pueblo que
produzca frutos.»

15. La figura central de la parábola
no son los trabajadores,
sino el propietario ,
el dueño de la viña…
¿A quién representa?

16. ¿Qué significa
para los bautizados
estar en la viña
del Señor?
¿Cómo la cuidamos y
qué tanto nos
empeñamos por
recoger buenos frutos?

17. Padre Bueno:
Haz que seamos
responsables
del trabajo
que nos has confiado...
No permitas
que nos adueñemos
de tu viña,
sino que la trabajemos,
sabiendo que es tuya.

18. Gracias por todo
lo que has invertido en
tu viña...
Gracias por
tus cuidados.
Ayúdanos a vivir felices trabjando
contigo y por ti en la salvación de
nuestro mundo.
¡Así sea!
Ámbito Misionero