Los equinoccios ocurren dos veces al año, en marzo y septiembre, cuando el Sol se ubica directamente sobre el ecuador terrestre y hace que el día y la noche tengan la misma duración en todo el mundo. Esto marca el inicio de la primavera en el hemisferio norte y el otoño en el sur en marzo, y viceversa en septiembre. Los equinoccios tienen significado astronómico y cultural al marcar el cambio de estaciones y el renacimiento o decaimiento de la vida.
2. ¿Qué es el equinoccio?
Se llama equinoccio a cualquiera de los dos momentos de un año en que el Sol se ubica
sobre el plano ecuatorial de la Tierra, alcanzando según el punto de vista de un
observador ubicado en el ecuador terrestre, su punto máximo o cénit (a 90° con respecto
al suelo).
Esto ocurre dos veces al año, a final de los meses de marzo y de septiembre, dependiendo
de si se trata del equinoccio de primavera o del de otoño, respectivamente, y sirve para
marcar formalmente el inicio de dichas estaciones en cada hemisferio terrestre: en marzo
es primavera en el Norte y otoño en el Sur, y en septiembre viceversa.
El término equinoccio proviene del latín aequus nocte (“noche igual”), que alude al hecho
de que ese día la noche y el día tienen aproximadamente la misma duración en todo el
mundo, dado que el paralelo de inclinación del Sol coincide con el ecuador a la mitad del
planeta.
Los equinoccios se emplean además como punto de referencia en astronomía, y en
numerosas culturas humanas posee una significación importante en la tradición religiosa
o cosmológica, dado que marcaba el renacimiento de la vida luego del invierno (la
primavera), y por lo tanto una época de celebración y ritos de fertilidad para iniciar la
cosecha; pero también del inicio del decaimiento, el enfriamiento y la muerte (otoño), y
por lo tanto una época de retraimiento, intimidad y reflexión.
3. equinoccios caracteristicas, funciones.
El equinoccio se produce cuando el Sol está colocado
exactamente sobre el ecuador, con lo que la luz y el calor
se distribuyen proporcionalmente en ambos hemisferios
haciendo que el día y la noche duren (casi) lo mismo, de
ahí su nombre.
4. Los términos equinoccio de primavera y de otoño son los que se han usado históricamente de
forma universal, pero son potencialmente confusos por la necesidad de tener que hacer la
diferencia entre los hemisferios norte y sur.
Una posible solución es llamarlos equinoccio de marzo y de septiembre, para no tener que
aclarar cada vez de qué hemisferio estamos hablando.
Sin embargo, esta opción no es universal ya que no todas las culturas utilizan un calendario solar
en el que los equinoccios ocurran cada año en el mismo mes