Con esta presentación pretendemos acercarnos a la sociedad de la información, mostrando tanto sus ventajas, entre las que encontramos la comunicación, la comodidad, la velocidad, la globalización, la difusión y la investigación e innovación, así como sus inconvenientes de los que destacamos la adicción, el aislamiento, el distanciamiento familiar y la distracción que el uso de las nueva tecnologías pueden provocar, así como la saturación de información existente en la red que nos exige ser críticos y seleccionar cuidadosamente la información que se nos ofrece. No obstante, desde nuestro punto de vista, si colocamos las ventajas y los inconvenientes de la sociedad de la información en una balanza, ésta se inclina hacia las ventajas. Las nuevas tecnologías al igual que todo, según el uso que realicemos de ella, pueden ser de gran de utilidad para nosotros o perjudicarnos, de ahí la importancia de hacer un uso responsable de ellas. De este modo, tal como pretendemos ilustrar, las nuevas tecnologías nos permiten entablar una conversación con personas de las que nos separan miles de kilómetros de distancia, pero no debemos permitir que la posibilidad de acercarnos a personas tan distantes en el espacio, nos alejen de las personas que tenemos a nuestro lado, como nuestra familia, nuestra pareja o nuestros amigos. Asimismo, nos facilita acciones cotidianas como pedir una cita médica, buscar empleo, sellar el paro o hacer la compra, al permitirnos hacerlo de forma virtual, lo que nos permite ahorrar tiempo al no tener que desplazarnos de casa así como esperar una cola en el supermercado o en la oficina de empleo o de la Seguridad Social. Y por último, con miras a nuestro futuro profesional, como educadores y trabajadores sociales, las nuevas tecnologías pueden hacer de nuestra intervención social, una acción más creativa, más atractiva y más novedosa, así como impulsar la conciencia por la labor social al resto de la ciudadanía, mediante las numerosos medios de difusión que las nuevas tecnologías ponen a nuestro alcance, para que la labor social no sólo sea asunto de los profesionales de la acción social, sino que mediante la difusión de las campañas de concienciación, hagamos partícipes de esta relevante labor al ciudadano de a pie, pues todos a una podemos hacer de la aparente utopía que conforma la mejora de la sociedad en la que vivimos, una realidad. Nos gustaría concluir haciendo mención de la importancia de mantener un equilibrio entre las nuevas tecnologías y los valores tradicionales que han regido desde el principio de los tiempos las relaciones humanas, con objeto de que la sociabilidad virtual no sustituya la enriquecedora relaciones sociales basadas en la afectividad y el contacto físico con nuestros seres queridos, pareja y amigos.