1. LOS DOCE TRABAJOS DE HÉRCULES
Hércules es el héroe mitológico por excelencia.
Sus hazañas no sólo entretenían a los hombres griegos a modo de relatos épicos sino que simbolizaban otros aspectos que eran importantes para ellos,
como la invariabilidad del destino y el crecimiento personal, convirtiéndose en un modelo a seguir.
Hércules era el hombre fuerte, semi-mortal criado bajo las tutelas de seres míticos y extraordinarios que forja su propio destino sin los yugos de los
dioses. Él se enfrenta a las iras divinas cara a cara y sale victorioso, es conocedor de sus capacidades y está seguro de sí mismo, pero Hércules
también es mortal, así que dispone de comportamientos humanos, ello lo hace más vulnerable a los ojos del hombre griego, pues el héroe también se
equivoca. Ese aspecto le confiere un halo más humano, algo que los griegos conocen bien, pues toda su religión está basada en deidades
antropomórficas donde se cuestiona la personalidad y actitud de los propios Dioses, las debilidades forman parte del carácter de éstos y se muestran en
cada relato sacro.
Hércules es hijo de Zeus y de Alcmena, el dios se enamoró perdidamente de ella por lo que aprovechando la ausencia de su marido Anfitrión que estaba
luchando contra los teleboides, tomó su forma engendrando a Hércules. Anfitrión a su llegada yació con su esposa por lo que igualmente engendró otro
hijo, con unas horas de diferencia, al que llamaron Ificles. Cuando Hera se enteró, enfureció de cólera y sabiendo que Zeus le había procurado una
fuerza física descomunal a Hércules, y que había predicho que éste sería rey de Argos, postergó el nacimiento de los niños hasta los 10 meses y
adelantó el de su primo Euristeo, haciéndolo por edad heredero de la corona de Argos. La propia diosa intentó matar al bebé cuando contaba con ocho
meses de vida poniendo dos serpientes venenosas en su cuna pero Hércules logró matarlas con sus propias manos.
La infancia del héroe fue la propia que se les encomendaba a los niños de la época, destacó por su fuerza y valor pero en cuestiones artísticas Hércules
era nulo, por lo que en un ataque de ira mató a Lino, el maestro de lira por excelencia, por lo que Anfitrión le castigó obligándole a cuidar los rebaños
hasta los 18 años en el monte Citerón. Fue ahí donde Hércules dio muerte a un león por orden del rey Tespis que estaba acabando con el ganado de la
zona, mientras duró la empresa el héroe se hospedo en el palacio de este, yaciendo cada día con una de las cincuenta hijas que tenía el rey.
El día que Hércules acabó con el león tropezó en el camino con los emisarios del rey Ergino, un rey despiadado que hacía pagar unos tributos abusivos
a Tebas, por lo que les arrancó las orejas y la nariz y las envió a modo de collar al rey, éste enfurecido inició una guerra contra Tebas, pero Hércules
lucho del lado de este último, saliendo vencedor de la contienda y consiguiendo el favor del rey Tebano que agradecido le ofreció a su hija Megara.
Hera, encolerizada por los éxitos de Hércules, se apareció a Euristeo dándole órdenes explícitas de que impusiera a Hércules doce pruebas que no
pudiera realizar, así fue como Hércules fue llamado a su presencia, al principio se negó pero consultó el oráculo que le indicó la necesidad de realizarlos,
Hércules en un ataque de ira, y bajo los efectos del enloquecimiento que le envió Hera, mató a sus propios hijos. Al volver en sí se dio cuenta de su error
y abandonando a su desconsolada mujer Megara, se puso bajo el yugo de la autoridad de Euristeo en Argos, iniciando los doce trabajos que le iba a
encomendar.