1. Maltrato infantil
Diariamente, miles de niños y niñas en el Perú son maltratados física y
psicológicamente por sus padres, madres, parientes, profesores, o por
cualquier adulto que considere al castigo físico como normal, aceptable y
hasta “necesario”. Las víctimas de estos casos no aparecen en las
estadísticas, salvo que los “castigos” hayan originado graves secuelas o la
muerte de quienes recibieron los golpes. Aunque esto ocurre con mucha
frecuencia, las diferentes formas de castigo físico siguen siendo vistas como
un método de disciplina y aprendizaje.
2. Algunos tipos de violencia:
La violencia física y emocional es la que los adultos realizan con la intención de
corregir una conducta no deseable y enseñar nuevas conductas que se consideran
importantes. Causa dolor físico y emocional en la persona agredida. La diferencia con
el maltrato físico es la intensidad y la intención.
El maltrato infantil es toda acción que realiza un adulto con la intención de hacer un
daño inmediato en la persona agredida. Las tres formas conocidas son: maltrato físico,
emocional y psicológico. Producen lesiones físicas y emocionales indelebles, muerte o
daño severo.
La violencia sexual son conductas sexuales que pueden ser impuestas a una persona
menor de edad por un individuo mayor que utiliza incorrectamente su poder
o autoridad. Existen dos categorías definidas: el abuso sexual y la explotación sexual
comercial. En la primera, el abusador busca tener gratificación sexual. En el segundo
caso, el abuso además se convierte en una forma de esclavitud, la víctima está
sometida bajo coacción y supone una especie de compra–venta en la cual las
personas se convierten en propiedad del explotador.
3. prevención y atención para revertir esta situación y que faciliten la
prioridad del tema en la agenda pública. Asimismo, se estimulará el
trabajo y la coordinación con aliados estratégicos y redes nacionales
para promover la vigilancia social.
4. Las Defensorías del Niño y del Adolescente son espacios donde los niños,
niñas y adolescentes pueden acercase a denunciar el incumplimiento de sus
derechos, como por ejemplo, la violencia sufrida en su hogar, escuela o
comunidad. Las Defensorías tienen 3 funciones principales: brindar consejería;
solucionar los conflictos que se denuncian; y derivar el caso a un servicio
especializado si se trata de un delito.
Defensorías Comunitarias: son las
Defensorías que se forman dentro de
una comunidad gracias al compromiso
social de las organizaciones de base,
asociaciones comunales, juntas
vecinales, comunidades campesinas e
indígenas para velar por los derechos
de los niños, niñas y adolescentes.
Defensorías Escolares: son las
Defensorías que funcionan dentro de
las escuelas y que tienen como
responsable al Director del centro
educativo y como defensores a los
maestros, los cuales son elegidos por
los alumnos en votación secreta. Los
alumnos también participan en la
Defensoría como Promotores
Defensores.
Defensorías en la Iglesia: existen dos
tipos de Defensorías, la Diocesana y la
Parroquial. En el primer caso, el Obispo
nombra al sacerdote, religioso o laico
como responsable de la Defensoría
diocesana; en el segundo caso, es el
propio párroco, religioso o agente
pastoral el que designa al responsable
de la Defensoría parroquial. En ambos
casos, los defensores y promotores
defensores son feligreses voluntarios,
cuyo trabajo está destinado a prestar
servicio a todos los miembros de la
comunidad donde se encuentra la
iglesia.
Defensorías Municipales (DEMUNAS):
éstas son las Defensorías que atienden la
mayor cantidad de casos debido a que
están ubicadas en las zonas urbanas de
los distritos, poblados y comunidades.
Las DEMUNAS se crean a través de un
Edicto o Sesión de Consejo Municipal,
luego de lo cual son incorporadas a la
estructura orgánica de la Municipalidad