Juan y Pepito eran dos cocineros que trabajaban juntos en un restaurante, donde Juan cocinaba y Pepito atendía la barra. Un día, Pepito le dijo a Juan que dejaba de trabajar en el restaurante porque se aburría, y que en su lugar trabajaría en una ferretería, que siempre había sido su sueño. Pepito fue feliz trabajando en la ferretería.