4. Evalúa en función de lo que falta,
uniformiza a los alumnos
coartando su creatividad,
su imaginación
y, lo que es más importante,
su capacidad de soñar.
5. Un niño que sueña
es un adulto que crea,
que innova, que emprende,
que tiene iniciativa
y espíritu crítico.
6. ¿Será por eso
que el sistema educativo
está diseñado
para eliminar los sueños?
7. Vamos a pensar, por un momento,
que la escuela tradicional
es un par de zapatos.