1. Siglos XV a XVIII
Los orígenes del carnaval se remontan prácticamente a los albores de la historia misma
de Las Palmas. La capital de Gran Canaria, fundada el 24 de junio de 1478, pronto se
hizo conocida por su capacidad para aglutinar culturas, con la presencia de colonos de
diversos orígenes.
Sin embargo los primeros testimonios documentales de esta celebración aparecen en la
primera mitad del siglo XVII. En la "Historia de las Islas Canarias”, de José de Viera y
Clavijo, se relata la llegada del mariscal de campo Íñigo de Brizuela a las islas en
febrero de 1635. En ese contexto se revela que: " una gran cena se sirvió esa noche, y
tres banquetes en los días de carnaval … "
Además, varios documentos del siglo XVI aluden a la presencia de los italianos en la
ciudad y su afición por los bailes de máscaras.
El siglo XIX
El festival hizo su primer salto significativo a mediados del siglo XIX con la aparición
de instituciones socio-culturales dedicadas a organizar fiestas para diversas ocasiones,
en las que contaba con desfiles de carros alegóricos acompañados por enmascarados.
Estas organizaciones eran el Círculo Mercantil, el Gabinete Literario y el Club Las
Palmas, todos ellos ubicados alrededor del centro histórico de la ciudad, donde el
Teatro Pérez Galdós sería testigo de numerosas escenas de baile y entretenimiento
carnavalesco.
El Siglo XX
Ya en el siglo XX la aparición de instituciones como El Club Naútico o el Club Victoria
amplian el mapa carnavalero a la zona Puerto. Allí, a la vera del Puerto de La Luz y de Las
Palmas se levantó, en el barrio popular de La Isleta, la clave para la conservación del
Carnaval en plena dictadura franquista. Así,la cita se enmascaró bajo la denominación de
fiestas de invierno. Los vecinos la mantuvieron viva de manera clandestina, en
convocatorias que casi siempre albergaron los clubes sociales y deportivos más señalados.
El Carnaval moderno no cobró su dimensión actual hasta el año 1976, con la llegada de
la Democracia. Antes aún de que se aprobara la nueva constitución española de 1978.
1976 en adelante: La recuperación del carnaval de la calle
El carnaval moderno tomó su forma actual desde 1976. Fue entonces cuando la fiesta
en la calle se recuperó. Pocos meses después de la muerte de Franco, un residente de
Isleta, Manolo García, llamó al gobernador civil de la provincia y obtuvo la autorización
para que el carnaval se realice de nuevo en las calles de la ciudad. Finalmente, se
celebró el primer desfile carnavalesco después de 40 años de prohibición.
En la década de 1980, el carnaval ya se había extendido a toda la ciudad. Para ayudar
en la organización cada vez más compleja de la fiesta se conformó una Comisión Mixta.
En 1986, se dio otro paso en la organización del Carnaval, con la creación de la
Fundación Carnaval de Las Palmas, que incluyó a representantes del consejo municipal,
2. los partidos políticos, las asociaciones de vecinos, grupos de carnaval y otros grupos
sociales.
En 1995, los principales eventos del carnaval regresaron al Parque de Santa Catalina,
que fue establecido como el punto focal de la fiesta. En 1998, se dio un punto de
inflexión en la historia reciente de Las Palmas con la primera Gala Drag Queen, que
superó todas las expectativas y desde entonces se ha consolidado como un evento de
atractivo internacional.
El Siglo XXI- La expansión hacia el exterior del carnaval
En los últimos treinta años, el carnaval ha pasado a convertirse en el festival más social
y económicamente importante de la isla de Gran Canaria y uno de sus principales
atractivos turísticos. Es una celebración que ha sabido adaptarse a las nuevas
demandas de ocio y entretenimiento de una sociedad siempre cambiante, preservando
al mismo tiempo todo su sabor tradicional.
Ahora, con su himno Invitación al Carnaval por Sindo Saavedra, el festival es un
verdadero fenómeno popular, cuya única meta es la juerga en una ciudad que vive a
pleno el carnaval.