El documento contrasta las tendencias demográficas de América Latina y Europa. En América Latina, las grandes ciudades tienen altas tasas de natalidad, pobreza, problemas de servicios e igualdad social. En Europa, las tasas de natalidad son bajas debido a la independencia de la mujer y el retraso en tener hijos, lo que causa un envejecimiento de la población y menos gente en edad de trabajar para financiar los sistemas de salud y pensiones. Los gobiernos europeos intentan aliviar este problema con subsid