3. Agosto A gosto. Campos de t rigo al atardecer esconden parejas en pleno quehacer. Campos de trigo mecidos p or el aire que acaricia mi cara. M ientras la noche nos tapa t oco con mi nariz (literalmente) tu alma (figurada) h asta que la mañana nos destapa. En la boca y la garganta e l sabor dulce de un abrazo al viento.
4. M e perteneces. Aunque no te vea, aunque no te sienta, aunque no te huela. Aunque no te tenga... me perteneces. Estas hecha de la misma materia que mis pensamientos, de palabras melancólicas, de sueños... Llegaste desde la lejanía, a travesando la tierra y recorriendo el tiempo desde tu nacimiento s obre raíles olvidados de madera, g rasa, polvo y hierro. Me perteneces. Y ni siquiera el olvido puede alejarte d e mis huesos.
5. L ibro sibilino de donde extraigo mi destino. Cubierta de piel. Páginas y páginas de suavidad blanca, tatuadas de alfabeto latino. Letanía de caracteres grabados por la vida. La ternura de tus primeros capítulos y la nostalgia de tus viejas páginas amarillas. S ó lo aspiro a escribir mi nombre con minúsculas e n la página en blanco de tu presente o que tu Nombre con mayúsculas o cupe todo un capítulo de mi mente. M e gustaría abrazarte y olerte como a un libro nuevo y pasearte y recorrerte y ojearte y sentir tu tacto blanco, suave y fresco, y leerte toda de arriba a dentro, y guardarte en las estanterías de mi cuerpo polvoriento y polvohambriento.
6. M e gustan tus manos y tus pies. Me gustaría escribir algo importante Sobre tus manos y tus pies, Pero no puedo, Solo son tus manos y tus pies. Las manos y los pies de una persona De entre tantas. Solo me vienen a la mente metáforas que Ya han sido escritas por Neruda. ¿Por qué necesito escribir sobre tus manos y tus pies? ¿Por qué necesito que se aprecie lo que escribo sobre ellas? ¿Por qué parece que escribo para otros, sí lo único que me importa y originó esta poesía fueron tus manos y tus pies? Ellas son las que se repiten intermitentemente En mi cabeza. Cuando estoy aburrido o triste solo necesito Pensar en ellas. Las guardo en un rincón en mi mente, Independientes de ti y ajenas a tu envejecimiento, Ajenas a ti. Permanecen ahí ajenas al patetismo de esta Poesía, y conservan su olor, sabor y tacto. Lo único que en realidad importa es que están ahí.
7. N o resisto la tentación de escribir metáforas Sobre tus manos y tus pies. Porque quiero que salgan del rincón en que Están en mi mente y se confundan con el resto De mis pensamientos. Porque ellas son una metáfora de suavidad y ternura. Porque son el cariño y la dulzura personificados. Porque son la pureza y perfección por antonomasia. Porque son suaves como el viento. Porque son el paradigma de unas manos y unos pies. Porque la humanidad quedaría manca y coja sin ellos. Porque están talladas en un material que no queda, Por un artesano que ha muerto. Porque me hacen pensar tonterías. Porque están cortadas del más bello jardín de los miembros.
8. E res la mejor alternativa al espacio, Lo contrario a la nada, La alegría del vacío, Lo máximo a lo que aspira un abrazo. Eres la esencia de la belleza, Una galaxia inescrutable, Una personalidad insondable, La única razón de mi tristeza. Tus márgenes son naturalmente perfectos, Perfectamente naturales. Tus límites son extremadamente abismales Abismalmente extremos. Los átomos en ti están alineados Como en una extraña conjunción planetaria Todos los elementos del universo Más fuego, sueños y veneno. Eres lo más contrario a lo común, Viva, fuerte, fugaz, incandescente. Eres una escultura de hielo, Una sílfide iridiscente.
9. Y a no corre el agua por la cascada de tus ojos, Ya no se derrama el mar en tu sonrisa, Ya la noche no duerme en tu pelo, Ya al suspirar no desatas tu implacable brisa. Ya no descansa soñando el universo en tu cuello, Ya no habita cercano el horizonte en tu espalda, Ya no se vara la alegre melancolía en tus senos, Ya no despiertas con tu eterna voz al alba. Ya no escribes la historia de mi vida con tus manos, Ya no marcas la dolida Tierra con tus pies, Ya no vela el secreto de la fruta en tu cintura. Ya no te sostienes de banales metáforas de lo vano, Ya no te yergues de frágiles castillos de miel, Ahora que te conozco, descubro tu verdadera hermosura.
10. D e nuevo, ante mí, El universo abierto Como un higo rajado Por su propia gordura. Bajo el sol de las tres La saliva espesa De la siesta Atraviesa La aspereza de su piel, Clavando los dientes En su espesura. Ebriedad terca, Una y otra vez El universo resumido Condensado y quieto En una cesta de mimbre de higos Metáfora y concepto por fin unidos Por la exaltación somnífera De un caluroso atardecer.
11. S os acogedora Como un sofá de tela A la hora de la siesta. Fresca como la albahaca Mojada recién cortada. Tierna como pan recién hecho. Familiar como mi almohada. Fuerte, brillante, tenaz como hierro. Tenés un olor a madera de almendro, Una cintura infinita de nieve Pequeños recodos de sendero Y amplios ventanales de ensueño. Tenés rutas misteriosas de la tierra Ojos de golosa risueña, Pensamiento de plaza abieta Y la mirada llena de paisajes al viento. Sos delicada como un día de lluvia Y tus besos son como abrazos, Sos el motivo de que deje ahora de escribir Porque no aguanto más sin ir a besaros.
12. P ara mis ojos tiernamente follados por la realidad Queda solo un paisaje virgen en mi mente El monte de venus desde el valle Y la luna de tus ojos en frente. Pablo Ruoppolo