Planes de la empresa nacional minera y codelco empienzan a desrrumbarse en ec...
Choco tierra de dragones periodico digital
1. Choco tierra de
dragones
El choco es el departamento que sufre de mas negligencia por parte del
gobierno colombiano
Las dragas arrasan la inmensa riqueza natural de las selvas y
cambian el curso de los ríos chocoanos, y en medio de la guerra
enriquecida por el oro, el Estado no consigue detenerlas.
2. [CHOCO TIERRA DE DRAGONES] 7 de diciembre de 2014
“Siempre habíamos vivido
de la minería artesanal,
pero llegaron las dragas y
todo se acabó”. Así
resume Bendesmo
Palacios, el líder de la
comunidad de Paimadó,
en la profundidad de la
selva chocoana, lo que ha
sido la historia reciente de
su pueblo. Hoy hay 27
dragones, con cuartos en
varios pisos y televisión
plasma, y una tenaza
amenazadora en la frente.
Los gigantes metálicos
escarban el río Quito
desde hace cinco años, y
aunque el gobierno los
sacó en 2009, volvieron y
su voraz apetito por el oro
partió el cauce en tres.
Competencias comunicativas | 1
3. [CHOCO TIERRA DE DRAGONES] 7 de diciembre de 2014
Competencias comunicativas | 2
“Ahora hasta los que nacimos
aquí nos perdemos en el río”,
dice Palacios. No solo ellos se
pierden. Como el agua ya no
sigue su curso natural, la
corriente se llevó 11 casas por
delante y tuvieron que
construir un muro de
contención para que no
arrastrara al resto. Y, desde
que denunció esa invasión,
Palacios mismo anda
angustiado “Aquí pedir que se
vayan las dragas es como
comprarse un boleto para el
cajón”, dice, y cuenta que lo
han amarrado, llevado a sus
campamentos y amenazado
de muerte. Chocó es presa de
grupos ilegales (el frente 34
de las Farc, los Rastrojos y las
Águilas Negras), y como
todos se financian con la
bonanza del oro, la causa de
Palacios no es bien recibida.
Sacarlas de allí no es su única
batalla. La otra, que ha
probado ser igualmente
difícil, es contra el Estado
para que los deje retomar el
control y el ritmo de sus
minas, dándoles títulos
legales. En 2008, con su
amigo Valerio Andrade,
viajaron a Bogotá, alquilaron
un cuarto en el barrio
Venecia y se plantaron un
mes en frente de Ingeominas
en busca de un título minero.
Lo consiguieron el 26 de
abril de 2009, pero hoy están
a punto de perderlo. No
tienen con qué pagar el canon
superficiario que obliga la ley
para mantenerlos. Son 28
millones anuales. “¿De dónde
una comunidad pobre va a
sacar tanta plata? Todo lo
debemos”, dice frustrado.
A un par de horas de
distancia del río Quito, en el
municipio de Tadó, Lucas
Moreno muestra orgulloso su
mina. Practica ese oficio
como lo hacían sus ancestros
y cuenta que gracias a él 34
familias tienen sustento.
Mujeres descalzas lavan la
tierra que sacan del subsuelo,
mientras sus hombres juegan
dominó, sin camisa, riéndose
a carcajadas. Para bajar a la
mina hay que descender por
una escalera improvisada que
se interna 22 metros en la
profundidad.
Abajo, unos jóv enes arrastran
carretillas llenas de tierra por un
camino hecho en madera. Hay luz, se
respira bien y la humedad hace parecer
que estuviera lloviznando adentro. Para
protegerse el pelo, las mujeres se ponen
un gorro de baño rosado y para no
dañarse las manos llev an guantes
am arillos. “ Vivim os tanto tiem po bajo
tierra que pocas v eces sabemos lo que
pasa ar r iba” , cu enta u na. “Hacem os
todo esto nosotros, sin ningún
ingeniero, sin ningún arquitecto” , dice
Lucas con una gran sonrisa al salir.
4. [CHOCO TIERRA DE DRAGONES] 7 de diciembre de 2014
Competencias comunicativas | 3
Para los chocoanos la minería
tradicional significa libertad.
“Aquí nadie tiene sueldo,
pero si es minero no baja de
un millón mensual”, cuenta
Miguel Quejada, un minero
de Negua. Fue esta actividad
la que les dio la propiedad
ancestral sobre el territorio
porque en la Colonia, cuando
muchos afrodescendientes
recuperaron la libertad,
trabajar en las minas fue lo
que les dio el sustento.
Muestra de que aún no lo
olvidan, es que hoy en
Quibdó miden el oro en
castellanos, no en onzas ni
gramos.
“Somos los más ricos y a la
vez somos los más pobres”,
dice Darío Cujar, un experto
ingeniero de minas chocoano.
El hombre se lamenta de que
un departamento donde el
oro brota a borbotones,
ostente los índices de miseria
más altos del país y una
población que se cuenta casi
toda como víctima del
conflicto.
Las autoridades han venido
haciendo desde 2009 muchos
operativos para detener la
destrucción. Han encontrado
casos insólitos que revelan la
mano de organizaciones
criminales internacionales. Justo
al frente del batallón del Ejército
en Istmina encontraron a un
coreano de nombre Kwon Young
y en otra mina a un grupo de 18
ciudadanos chinos, que con
maquinaria Volvo y carros
lujosos estaban metiéndose al
negocio. Les vendieron permisos
falsos, les cobraron millones por
cada trámite y, después, los
recibieron a tiros. Se fueron y
hoy nadie sabe de su paradero.
5. [CHOCO TIERRA DE DRAGONES] 7 de diciembre de 2014
Competencias comunicativas | 4
Meter a la tropa, que además
está en medio de una guerra
contra las guerrillas, a
perseguir la minería no ha
resultado efectivo. No es
extraño que se le corrompan
sus cuadros, teniendo a la
mano tanta riqueza legal y
fácil. Además, como apenas
17 comunidades mineras
tienen título, y de esos 15
fueron otorgados hace apenas
unos meses en Condoto, en
los operativos con frecuencia
capturan a los mineros
tradicionales informales, y no
a los criminales.
Por eso, cuando la Fiscalía
comenzó a pedir pruebas
técnicas de las afectaciones
ambientales para poder
perseguir judicialmente a
quienes hicieran los mayores
daños, se pararon los
operativos contra dragas y
dragones. Este año no se ha
hecho ninguno porque la
Policía no tiene los seis
peritos que se necesitan para
esa tarea.
Por ahora, le falta mucho por
hacer al Estado para
conseguir que mineros como
Bendesmo Palacios crean que
el único enemigo del Chocó es
la plaga reciente de
dragones.