La frontera de México experimentó una transformación debido a las depresiones económicas en Estados Unidos que provocaron el despido de trabajadores mexicanos, el conflicto con intereses extranjeros, y la rebelión de la clase alta y los hacendados del norte que se oponían al gobierno federal de Díaz, lo que llevó a los peones a oponerse al gobierno y a que la clase alta del norte recibiera un apoyo masivo.