3. Objetivo general
Colaborar con las Conferencias Episcopales de
América Latina y el Caribe, mediante la formación,
la animación y el acompañamiento de sus agentes
pastorales de diversas vocaciones, carismas y
ministerios, en su identidad y espiritualidad
específicas, para que se conviertan en discípulos
misioneros que aporten vida plena y comunión en la
Iglesia y en el mundo de hoy.
4. Objetivos específicos
1. Acompañar a las Conferencias Episcopales nacionales
en la tarea de conocer e implementar procesos de
reiniciación cristiana que transformen a sus agentes de
pastoral en discípulos misioneros, según la propuesta de
DA 278, para que puedan vivir plenamente el Evangelio
en las circunstancias actuales de la sociedad
latinoamericana y caribeña.
2. Colaborar con las Conferencias Episcopales nacionales
en la renovación de los procesos formativos iniciales de
cada vocación, a la luz del Evangelio y del magisterio
postconciliar, para fortalecer la identidad eclesial y la
espiritualidad específica de los agentes protagonistas
de la misión permanente de la Iglesia en las distintas
regiones de América Latina y el Caribe.
5. 3. Impulsar, en colaboración con las Conferencias
Episcopales nacionales, procesos de formación
permanente que renueven las dimensiones humana,
espiritual y pastoral de los agentes, asumiendo las
propuestas de Aparecida, para que ellos enfrenten
mejor los retos que la cultura actual presenta a la vida
evangélica y a la comunión misionera.
4. Colaborar con las Conferencias Episcopales nacionales
en las tareas de análisis y reflexión de sus organismos
eclesiales de discernimiento, acompañamiento y
formación, mediante una autocrítica serena y madura,
para pasar de estructuras pastorales de mera
conservación a estructuras decididamente misioneras
(DA 370).
6. 5. Acompañar a las distintas instituciones
eclesiales latinoamericanas que sirven a las
vocaciones y ministerios, mediante el mutuo
conocimiento y el servicio común, para
fomentar una eclesiología y una espiritualidad
de comunión misionera en el espíritu del
Concilio Vaticano II.
